En forma de diálogo entre informáticos, comento sobre cuántos datos personales divulgamos cuando pagamos con tarjetas de crédito.
— ¡Hola, Matías! ¿Cómo pasaste el fin de
semana?
— ¡Hola, Rosario! Lo pasamos tan bien, que no
quería venir a trabajar.
— Por supuesto, ¿quién puede desear que
lleguen los lunes?
— Parece que Susana González, está embarazada.
— ¿Por qué lo dices, Rosario?
— Porque el sistema indica que hace cuatro
meses que no compra higiénicos femeninos ni medicamentos anticonceptivos.
— ¿Qué edad tiene, Susana González?
— A ver... nació en el año 1980... Uh! Ya
tiene más de 30, jajá, mejor que se haya puesto
las pilas, no?
— ¿Qué
le estará pasando a Ricardo Rojas, que aumentó un 28% las compras de alimentos
y artículos de limpieza? Quizá volvió a juntarse con la mujer. ¿Te acordás que
le había cancelado la extensión a ella cuando se pelearon?
— ¿Cómo se llama la mujer?
— A ver... María del Luján Perdomo.
— Ya te digo... a ver... ¡Mírala a María del
Luján! Tiene una extensión de Mario Villagrán, el viudo que gasta mucho en ropa
de marca. Fíjate que ella la recibió dos días después que el marido le canceló
la extensión. ¡No es ninguna dormida la mujer!
— ¿Que le estará pasando a Manolo Pérez que
hace más de tres meses que no compra dentífrico?
— Lo busco y te cuento enseguida...Ah, sí,
Manolo: fue aquel que pagó más de mil dólares en una whiskería donde se
emborrachó y causó daños por esa cifra.
— ¿...y eso que tiene que ver con que hace
tanto que no repone los tubos de Colgate que compraba en la oferta de «tres al precio de dos»?
— Mmmm, para mí que Manolo es de mala bebida y
que en una reyerta por cuestiones del momento, le destrozaron la dentadura a
golpes, ... jajá!!
— ¡Qué bueno!
(Este es el
Artículo Nº 1.626)
●●●