
Es muy claro para cualquiera que no podemos gastar más dinero del que ganamos.
¿Por qué entonces a tanta gente inteligente se le acumulan deudas que nunca podrá pagar?
Los humanos pertenecemos a la naturaleza como cualquier otro ser u objeto. Parecería ser que en el universo y más particularmente en nuestro planeta, todo funciona en un constante movimiento armónico que por momentos se desequilibra desencadenando otros movimientos tendientes a recuperar el equilibrio y la armonía.
La salud es un estado de armonía corporal que por momentos también se desequilibra obligándonos mediante el dolor a realizar acciones que procuren recuperar el equilibrio y la armonía (quietud, ayuno, abrigo).
Es posible pensar entonces que el universo, la Tierra y nuestro cuerpo tienen funcionamientos similares porque en ellos existe una armonía que se desequilibra provocando fenómenos que procuran el reequilibrio y la armonía.
A nivel de nuestro cuerpo:
1º) la armonía es percibida como un estado de saciedad, bienestar, paz;
2º) el desequilibrio es percibido por la aparición de sensaciones dolorosas;
3º) estas nos asustan, nos impulsan a buscar soluciones calmantes, es decir que nos reequilibren para recuperar la armonía.
También son propios de nuestra naturaleza:
a) averiguar cuál fue el factor desequilibrante (un esfuerzo, la ingesta de un alimento tóxico, un accidente por descuido);
b) aprender que eso no podemos volver a hacerlo (aprendizaje).
El endeudamiento excesivo restringe la libertad de comprar, provoca limitaciones económicas, empobrece, todo lo cual constituye la mejor solución para quienes creen que sus padecimientos más peligrosos son provocados por la libertad económica de satisfacer sus necesidades y deseos.
Quienes carecen de saciedad o disciplina, necesitan buscar inhibiciones externas.
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Recuerdo a una de mis maestras que les decía a mis padres, que yo los provocaba para que ellos me pusieran límites.
ResponderEliminarMuchas veces llegamos a descubrir el factor desencadenante pero no estamos seguros de que sea ese el que vuelva a actuar, en otra circunstancia.
ResponderEliminarDe qué me sirve tanto esfuerzo para equilibrarme, si me desequilibro de nadita?
ResponderEliminarCuando persiguen al moroso, al final siempre lo agarran, porque va muuuy lento.
ResponderEliminarHacer quietud... abrigadita... qué lindo! (imposible el ayuno)
ResponderEliminarHay que conocerse para saber cuáles son nuestros límites, hasta donde podemos llegar sin dañarnos. A menudo una renuncia nos ahorra un sinfín de malestares.
ResponderEliminarAsí como "contigo pan y cebolla" es poco realista, "compre ahora y pague después" puede resultar demasiado futurista.
ResponderEliminarNo podemos gastar más dinero del que ganamos. Ahora tendremos que gastar del que ganaron.
ResponderEliminarLa libertad económica nunca puede ser la causa del padecimiento, porque libre es el que opta en armonía a sus intereses.
ResponderEliminarLa disciplina es muy beneficiosa. Tiene mala fama porque nos la inculcaron a prepo.
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