
El gusto por tener una casa propia es muy intenso y difundido. Una mayoría preferimos ser propietarios del lugar que habitamos.
Es un esfuerzo considerable el estar pagando durante tantos años. Un verdadero sacrificio que se hace con satisfacción porque se cumple el sueño de la casa propia.
Algunas personas prefieren hacer otro tipo de sacrificio para lograr una vida eterna. El uso del cilicio por parte de algunos creyentes cristianos consiste en mortificar el cuerpo con vestimentas o accesorio que resultan algo más que incómodos.
También podría pensarse que el tomar un préstamo hipotecario es otra forma de mortificar el cuerpo con el cilicio ya que es compartido por una mayoría el gusto por comprarse una casa pero el compromiso de pagar durante tantos años un dinero cuya obtención cuesta un sacrificio laboral, puede incluir aquella práctica religiosa cuyo objetivo es de más largo plazo (la vida eterna en el paraíso) aunque de resultados más inciertos.
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Quienes sepan lo que es pagar una renta mensual sin recibir nada a cambio pueden darse cuenta lo bueno que es pagar una hipoteca.
ResponderEliminarCuando tuve zapatos de plataforma me sentía muy cómoda porque soy chiquita y preferiría medir 10 cms más.
ResponderEliminarAlgunas personas usan el cilicio por naturaleza porque Dios les ha dado una cara que es un sufrimiento. Los feos se van al cielo sin más trámite. jiji
ResponderEliminarCuando recién nos casamos mi esposo usaba camisetas de arpillera que le cosía la madre debajo de las camisas normales porque le gustaba sentir la aspereza de esa tela. Ahora por suerte se le fue esa costumbre.
ResponderEliminarHace 18 años que pagamos religiosamente (¿cilicio?)la hipoteca y en dos años más la terminamos. Ya tenemos pensado que cuando el banco nos ofrezca más dinero le diremos que no.
ResponderEliminarEstuve leyendo en Wikipedia sobre cilicio y no dice nada del piercing. Para mí que es lo mismo.
ResponderEliminarLa palabra piercing la tengo por algo cortante, que lastima, que perfora. Seguramente que Judith debe estar en lo cierto.
ResponderEliminarPara poder llegar a algo en la vida hay que tener un cierto placer en sacrificarse, lo cual no significa para nada ser masoquista entendiendo por tal aquella persona que sólo logra satisfacción sexual inflingiéndose dolor. El placer de hacer algo con esfuerzo yo lo siento y después cuando miro los resultados es como si me subiera al podio a levantar un trofeo.
ResponderEliminarAceptar las molestias es diferente a ser amigo de ellas. Son unas invitadas molestas, que hay que atenderlas bien por educación pero sin dejar de pensar que son indeseables. Una trabaja en un acto de total hipocresía. A mi me gustaría que siempre estufieran sirviéndome y sin embargo desde que me conozco vivo sirviéndole a todo el mundo.
ResponderEliminarTener la casa propia es como tener el propio pene.
ResponderEliminarYo alquilo y a mucha honra. Capaz que me muero la semana próx. y le dejo la deuda a los pobres santos de mis hijos y al hijo de puta de mi marido.
ResponderEliminarMi tío me dio tanta pena! Le faltaba una cuota para terminar de pagar el rancho en Tarariras y se ahogó en el arroyo.
ResponderEliminarYo quiero ser propietario sin pagar.
ResponderEliminarComo no conseguí en la droguería silicio, opté por la tradicional coronita de espinas.
ResponderEliminarLa vida eterna en el paraíso, no habrá otra opción más tangible?
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