
Dos grandes respuestas tengo para darles.
1) Si a la sociedad le conviene que trabajen, es maravilloso que lo hagan.
2) Si a la sociedad no le conviene que trabajen, es condenable que lo hagan.
No les habré aclarado mucho pero reconozcan que son respuestas bien claras.
Dejando un poco de lado el humor, podemos ver que en la mayoría de las elecciones entre dos (o más) opciones, siempre existen cosas buenas y malas en ambas y que cuando se elije una, inevitablemente se pierden la ventajas de la otra.
Por lo tanto, haga lo que haga, siempre tendrá de qué quejarse y de qué alegrarse. Aceptando que la perfección no existe, esa queja podrá ser más moderada y no verá tan comprometida su estabilidad emocional.
E insisto en las demandas de cada coyuntura histórica. Por ejemplo, en épocas de guerra fue fundamental que las mujeres con hijos trabajen, pero cuando los hombres regresaron del frente de batalla, fue muy necesario que ellas retornaran a sus casas para que ellos tuvieran una ocupación de tiempo completo pues venían recargados de adrenalina y si no se ocupaban en algo, enloquecían.
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No me gusta eso de hacer con mi vida lo que otros necesiten.
ResponderEliminarSi no trabajamos los números no dan.
ResponderEliminarA mi no me gustan las tareas del hogar. Me aburren. Si no trabajara la que se enloquece soy yo.
ResponderEliminarA mi me gusta mucho tener compañeras de trabajo. Si no estuvieran las extrañaría.
ResponderEliminarYa hay por lo menos dos generaciones de niños criados con gente extraña y me parece que no hay problema.
ResponderEliminarDebe ser por esto que me cuesta tanto tomar decisiones. No me gusta perder ni a la bolita.
ResponderEliminarEl hogar dulce hogar, engorda, embrutece, aburre.
ResponderEliminarMi madre nunca trabajó y es muy amargada. Creo que eso no la benefició y mi padre estuvo demasiado fuera de casa.
ResponderEliminarEs cierto, no hay una solución perfecta y tener en cuenta lo que le conviene a la sociedad me parece altrurista pero difícil de tener realmente en cuenta. Somos demasiado egoístas.
ResponderEliminar¿Cuál es la coyuntura histórica actual? Es difícil darse cuenta...pero lo que dice Lety es lo que ocurre en la mayoría de los casos, si no trabajan los dos, no alcanza.
ResponderEliminarLo que tiene el trabajo de madre es que varía mucho según como cada mujer lo encare. Puede ser un trabajo de tiempo completo o pura licencia.
ResponderEliminar¡Cómo insiste! Deje a los vegetarianos en paz.
ResponderEliminarTrabajo tanto que mi casa sólo cumple la función de dormitorio.
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo con el trabajo infantil, al menos cuando es excesivo y obligatorio, sin embargo los mandamos a la escuela como si los lleváramos a la casa de la tía.
ResponderEliminarNo quiero interrumpir mi trabajo. Con mi esposo hemos decidido adoptar un niño que tenga más de tres años.
ResponderEliminarPensar en lo que le conviene a la sociedad que yo haga es totalmente nuevo para mí.
ResponderEliminarEsa manzana verde sobre el escritorio simboliza a la mujer dinámica, saludable y jóven.
ResponderEliminarTa todo bien, pero sinceramente yo habría puesto un café con leche y unos pan con grasa.