Este artículo comenta varias estrategias inadecuadas y hasta contraproducentes, que suelen utilizar los trabajadores para mejorar sus ingresos económicos.
En otro artículo (1) digo que
cuando nos enfrentamos a problemas económicos, nuestro cerebro baja su
rendimiento y nos aporta soluciones inadecuadas, ineficientes y en algunos
casos también contraproducentes.
Entre algunas de las
ocurrencias inadecuadas que se les pueden ocurrir a los asalariados está la de
pedir aumento de sueldo a su empleador.
Esta solución no es inadecuada
en todas las oportunidades, pero lo es en la mayoría de los casos.
Algo que los trabajadores no
toman en cuenta es lo siguiente:
— Es posible que el empleador
esté pagando el valor de mercado, es decir, que si un empleado que gana «diez» renuncia,
tendrá posibilidades de conseguir un reemplazante por el mismo valor;
— El salario no está vinculado con las necesidades del asalariado sino
con un valor de mercado. A veces se piden aumento de sueldos como si el patrón
tuviera alguna obligación de resolver las necesidades de sus colaboradores;
— Efectivamente el empleador no tiene la responsabilidad de pagar la
cantidad de dinero que necesita cada empleado, pero este sí tiene la
responsabilidad de conseguir de alguna manera la cantidad que necesita para
vivir como quiere. De acá se desprende que cuando un trabajador no está
conforme con lo que cobra tiene la responsabilidad de mejorar sus ingresos pero
su empleador no tiene la responsabilidad de aumentarle el salario;
— Cuando el asalariado pide que le paguen más, está sugiriendo
indirectamente que el empleador se está quedando con algo que le pertenece, lo
acusa (indirectamente) de ladrón, abusador, explotador, ... y estos adjetivos
no siempre favorecen una buena negociación salarial;
— Si el empleado promete aumentar su rendimiento a cambio de más
salario, se está auto incriminando de que hasta ahora trabajó mal.
(Este es el Artículo Nº 1.789)
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Todas las estrategias equivocadas que ud. menciona no alcanzan para que uno controle la ira.
ResponderEliminarMe parece útil lo que plantea el Licenciado, son cosas que conviene tener en cuenta.
ResponderEliminarTraté de mejorar mi rendimiento para ver si surgía la iniciativa, desde la otra parte, de aumentarme el salario, pero no tuvo resultado.
ResponderEliminarNo queda otra que el multiempleo.
ResponderEliminarCuando estás desesperado no usás estrategia, no pensás, reaccionás junto con la mayoría, y ahí es que se te vienen encima los problemas.
ResponderEliminartengo un pequeño taller de costura, y se que cuando mis empleadas mejoran su rendimiento... es porque algo me van a pedir; igual que mis hijos.
ResponderEliminarA veces el empleador saba que es ladrón, abusador y explotador. Que se lo digan o no, le da lo mismo.
ResponderEliminarLos dueños son demasiado realistas y los empleados demasiado utópicos.
ResponderEliminarSiempre, indefectiblemente, el patrón se queda con algo que al asalariado le pertenece. Es ese plus innoble que no se destina a gastos fijos, ni a inversiones, ni mantenimiento, ni a una ganancia bien merecida y decorosa. Es lo que permite que él viva en medio del lujo y sus empleados en la miseria.
ResponderEliminarEl gran problema es que los precios los fija el mercado. Nadie puede trabajar en una isla ignorando las leyes del mercado. Son estas leyes las generadoras de la opulencia y de la miseria. La respondabilidad no es de los empleados ni de los empleadores. El sistema capitalista ES UN SISTEMA PERVERSO.
ResponderEliminarLa actitud no es adaptarse pasivamente a lo que está y nos perjudica (como lo haríamos siguiendo sus consejos). Lo bueno sería poner algo de nosotros como para que lo que no sirve, se modifique.
ResponderEliminarEstá bien, Tiago, pero en de mientras hay que tratar de no ser demasiado bobo.
ResponderEliminarCuando me enfrento a problemas económicos mi cerebro funciona como un amasijo de angustias.
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