martes, 31 de enero de 2012

La economía del embarazo adolescente - (Artículo Nº 1.450)

El embarazo adolescente anticipa el cambio de dueño del cuerpo femenino. Los padres y la sociedad lo ceden a regañadientes.

Por la cabeza de una adolescente que se entera de su embarazo pasa un torrente de emociones, ideas y sobre todos miedos, que parecen mortíferos, entre otros motivos porque ella querría morir al imaginar lo que se le avecina: padres enojados, maestros incómodos, amigos burlones, novio imprevisible, en suma, pasan por su cabeza todo lo que ella misma pensaría y sentiría si a otra chica le ocurriera lo mismo.

La naturaleza no repara en estas tonterías culturales. La conservación de las especies está legislada por la vía de los hechos: los jóvenes se excitan, siempre suponen que el amor y el éxtasis todo lo purifica, lo salva y lo protege.

El pensamiento predominante en el momento sublime, cuando los acontecimientos se precipitan y se ven en caída libre, siempre es el mismo: «a mí no me va a pasar».

Este artículo está en este blog destinado al dinero porque en estas circunstancias los conflictos más graves tienen mucho que ver con temas referidos a la propiedad privada:

— Quienes se enojan porque la jovencita quedó embarazada sienten que ella usó indebidamente un cuerpo del que se sienten propietarios. Los padres, abuelos, tíos, dicen sentir vergüenza pero en realidad sienten que la niña aún no era dueña de su cuerpo como para «usárselos», «tomarlo sin permiso», «gozárselos»;

— Cuando los gobernantes y los religiosos obligan a las mujeres a que no interrumpan ningún embarazo, están demostrando claramente que la mujer tiene su cuerpo en comodato, alquilado quizá, se lo prestaron y debe cuidarlo;

— La niña se siente usada injustamente pues queda presa de algo que no desea. Quería seguir jugando pero la mala suerte le impuso tareas, compromisos y responsabilidades agobiantes.

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lunes, 30 de enero de 2012

Los avances tecnológicos son revolucionarios - (Artículo Nº 1.449)

La piratería informática es una consecuencia ineludible de los avances tecnológicos que pretende impedirse con burdas estrategias violentas.

Si yo compro un libro y quiero compartirlo con todos mis amigos, estoy perjudicando al autor, al editor y al librero porque ninguno de ellos ganará por la venta de ejemplares a quienes lean el que yo les presto.

Si yo compro un libro y quiero compartirlo con todos mis amigos, pero no tengo ganas de estar esperando a que uno me lo devuelva para prestárselo a otro, le saco tantas fotocopias como necesite para darle (ya no prestarle) un juego a cada uno y listo, pero nuevamente aparece el perjuicio para el autor, el editor y el librero.

Si yo compro un libro y quiero compartirlo con todos mis amigos y poseo un escáner que me permite digitalizar cada página de la obra para enviar los archivos adjuntos por e-mail a mis amigos, puedo hacerlo con la generación de los perjudicados que mencioné.

Pero como mis amigos tienen muchos amigos y reenviar un adjunto es algo muy sencillo, llegará un punto en que la difusión gratuita será enorme.

Fue por eso que, cuando me encontré con el autor en una feria de libros y lo felicité sinceramente por su gran novela, él me respondió con similar excitación, diciéndome: «¡Ah, fue usted quien compró mi libro!».

Tomemos un solo ejemplo del pasado:

El aguatero se ganaba la vida yendo casa por casa a vender agua potable que traía en su carreta.

A un gobernante se le ocurrió tender una red de caños por toda la ciudad para que los ciudadanos recibieran durante las 24 horas y de lunes a domingos, la misma agua.

El aguatero protestó enérgicamente pero, al igual que nuestro escritor, la modernidad lo dejó sin ingresos.

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domingo, 29 de enero de 2012

El idealismo dinamiza la evolución - (Artículo Nº 1.448)

Los idealistas se inmolan combatiendo a sus «enemigos» para que la humanidad evolucione, aunque en sentido contrario al «ideal».

Los drogadictos son personas que suelen tener momentos de lucidez; los idealistas no.

Los drogadictos son personas que, llevados por la desesperación, acceden a una humildad razonable; los idealistas difícilmente puedan algún día bajarse de su pedestal.

Tanto drogadictos como idealistas suelen ser agentes problemáticos para el colectivo que integran, pero los humanos nos enfurecemos con quienes demuestran algún grado de satisfacción (como los drogadictos) y nos enternecemos con quienes son o se muestran como víctimas, mártires, sacrificados (los idealistas).

El narcotráfico genera repudio popular porque se lo asocia con el placer extremo y los idealistas generan ternura popular porque se los asocia con el dolor, las penurias, la pobreza.

— Ernesto «Che» Guevara (Argentina, 1928-1967) fue un idealista que luchó en varios frentes contra el capitalismo y el imperialismo;

— Julian Assange (Australia, 1971) es un idealista que lucha informáticamente contra los gobiernos corruptos. Se lo conoce mejor como el editor de Wikileacks.

Están equivocados quienes a esta altura supongan que odio a este tipo de gente. Por el contrario, los creo necesarios en su rol.

Ahora explico a qué me refiero con «su rol».

— Los vehículos se desplazan sobre los territorios porque las ruedas propulsoras no patinan, porque encuentran resistencia en la aspereza de las calles;

— Los navíos se desplazan sobre los mares porque las hélices propulsoras encuentran resistencia en el agua;

— Los aviones se desplazan por la atmósfera porque las turbinas propulsoras encuentran resistencia también en el aire.

En suma: la resistencia del suelo, el agua y el aire logra el movimiento y la resistencia (oposición) que hacen los idealistas logra que nuestra especie avance.

La humanidad avanza y los idealistas quedan atrás, como el terreno, el mar y el aire.

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sábado, 28 de enero de 2012

Las calificadoras de riesgo y la medicina - (Artículo Nº 1.447)

Cuando las empresas calificadoras de riesgo y los médicos aciertan un pronóstico, no sabemos si lo sabían o lo provocaron.

Dicen que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad. Esta afirmación equivale a decir que los niños aún no tuvieron oportunidad de ser educados y los borrachos pierden la educación bajo los efectos del alcohol.

La educación incluye tener nociones sobre qué decir, en qué tono, con qué palabras y ante quiénes.

Estas nociones se aplican fundamentalmente para no molestar a nuestros semejantes por pura torpeza.

Pero una comunicación inoportuna puede ser algo peor que «molesta»: puede ser muy perjudicial.

El caso típico es el del médico que se apresura a comunicar un pronóstico (evolución esperada de una enfermedad) negativo.

Está comprobado que la sugestión es determinante en grandes áreas del funcionamiento biológico. Un mensaje pesimista suele debilitar la capacidad de autocuración y un mensaje optimista puede fortalecerla.

Un caso menos popular refiere a las «calificadoras de riesgo», de las cuales solemos recibir información a través de los medios de comunicación sin que necesariamente sepamos qué son.

Para simplificar la idea puedo decir que se parecen a los médicos pero en el ámbito de la economía de los países y de las empresas.

Son organizaciones que se especializan en analizar la situación económica para elaborar diagnósticos y fundamentalmente pronósticos.

Tanto la medicina como la calificación del riesgo son profesiones conjeturales, inciertas, que aplican meras suposiciones, tendencias y estadísticas como si fueran verdades confirmadas.

El éxito de estas empresas se basa (como en la medicina) en dos factores claves:

1º) Es real que muchas veces esas suposiciones, tendencias y estadísticas aciertan, embocan, adivinan;

2º) Otras veces provocan el fenómeno que pronosticaron porque, tanto en medicina como en economía, la sugestión (optimista o pesimista) funciona, actúa, influye, puede ser determinante.

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viernes, 27 de enero de 2012

El curso para padres - (Artículo Nº 1.446)

El «pan debajo del brazo» que traen los niños es el aprendizaje de una escala de valores definitivamente realista.

Alguna vez habrás oído decir que «los hijos vienen con un pan debajo del brazo».

Esta expresión quiere decir que el aumento en los gastos familiares inherentes a la incorporación de un nuevo integrante se solventa porque el propio niño genera condiciones que lo vuelven autosustentable.

Quienes prefieren remarcar la condición espiritual del ser humano, de la planificación familiar y de la vida misma, suelen interpretar lo del «pan debajo del brazo» en un sentido más místico, pensando que Dios se encargará de poner el dinero que falte con tal de que los futuros padres no se sientan cohibidos por las dificultades económicas que se les avecinan cuando la mujer, angustiada ante la conmovedora noticia, piensa: «¡Otra vez embarazada! ¡Cómo vamos a hacer!», y para comunicárselo al futuro padre tiene que elaborar estrategias y cuidados que eviten asustarlo, amargarlo o quizás enojarlo.

La filosofía espiritualista no acompasa los tiempos.

Lo del «pan debajo del brazo» fue un estímulo elemental, básico, simple, para personas escasamente formadas e informadas, a quienes había que alentarlas de alguna manera para que se reprodujeran y asumieran la sobrecarga de trabajo que generan los niños después de que nacen.

El estímulo a la reproducción tenía un objetivo que muchos rechazarían si fuera cierto que los gobernantes querían más jóvenes para mandarlos a la guerra en beneficio de ambiciones de poder demenciales.

Sin embargo, existe un «pan debajo del brazo» que sí podemos reconocer como existente.

Los jóvenes que no tienen jerarquizada su escala de valores porque poseen un conocimiento excesivamente teórico de lo que es vivir, cuando conciben un niño se enteran que nada es más importante que la conservación propia y de la especie. (1)

(1) Blog dedicado a la conservación de la especie: La única misión

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jueves, 26 de enero de 2012

Primero gratis y después imprescindible - (Artículo Nº 1.445)

La Ley S.O.P.A. puede responder a un Plan de Negocios de quienes venden lo que una mayoría pirateamos.

Hablemos un poco del integrante de la Cámara de Representantes norteamericana Sr. Lamar Smith.

Este buen hombre presentó un proyecto que está siendo analizado (enero de 2012) en medio de un escándalo mundial.

Su propuesta consiste en «detener la piratería informática por Internet» (Stop Online Piracy Act – S.O.P.A.).

De más está decir que la piratería ya está prohibida desde que se popularizó su uso, esto es, hace más de dos mil años.

La piratería es una forma de robo (1) por asalto, ya sea entre navíos o entre navegantes (de Internet).

Permítanme incorporar un breve comentario que necesitaré para luego presentarles mi hipótesis.

Un Plan de Negocios es la guía que hacen los emprendedores más prolijos y que consiste en, por ejemplo:

1º) Suponer que a la gente le gustaría comer hamburguesas;
2º) Comprar máquinas adecuadas para preparar hamburguesas;
3º) Conseguir un local para fabricarlas y venderlas;
4º) Hacer publicidad;
5º) Esperar un tiempo razonable para empezar a recibir ganancias.

Este tiempo se parece al que necesita cualquier árbol frutal. Un manzano, por ejemplo, se toma alrededor de diez años para producir manzanas. Mientras tanto hay que cuidarlo, agregarle nutrientes, protegerlo de las plagas. O sea que un manzano no solamente no produce manzanas sino que genera gastos.

Con esta idea del Plan de Negocios, es posible pensar que este proyecto de ley norteamericano, (S.O.P.A.), corresponde a una etapa prevista en el Plan de Negocios de quienes venden contenidos informáticos (imágenes, software, música, videos) entregables por Internet.

Si el Congreso norteamericano finalmente aprobara el proyecto del Sr. L. Smith, comenzarían a cobrarnos lo que nos han estado «entregando» gratuitamente para hacernos dependientes de su uso, aunque nosotros creíamos estar pirateándolo.


(1) Sobre la piratería informática

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miércoles, 25 de enero de 2012

Sobre la piratería informática - (Artículo Nº 1.444)

La piratería informática es un robo por donde se lo mire pero nos indignamos contra sus víctimas porque reclaman.

En 2006 un taximetrista de Arizona - EEUU, (Jeffrey Howell), fue demandado en cuarenta mil dólares por las compañías discográficas cuando se enteraron que este señor había cargado en su computadora unos CD’s de música originales comprados en su tienda discográfica.

El formato MP3 es ideal para comprimir archivos de música y los programas P2P (point-to-point), tales como Ares o Emule son ideales para que el contenido de un CD original se replique infinitas veces de tal forma que si aquel taximetrista, Jeffrey Howell, hizo el gasto de aproximadamente U$S 15.- para disfrutar de diez o doce canciones de su cantante predilecto, yo, desde Montevideo, no tengo por qué gastarlos también.

Por su parte, esta inocente operación de bajar música de Internet,

— genera ahorros significativos a los internautas;
— difunde el arte como nunca antes en la historia de la humanidad;
— populariza el talento de los artistas como nunca antes en la historia de la humanidad;
— provoca un robo por un monto nunca antes alcanzado en la historia de la humanidad, pues con los U$S 15.- que gastó Jeffrey Howell, casi todos disfrutamos del talento de un artista gratuitamente.

¿De qué viven los cantantes, músicos y compositores? Viven de lo que recaudan en los conciertos en vivo.

¿De qué viven las compañías discográficas y los comerciantes que venden al por menor? De los CD’s originales que compran quienes son tan visibles que no pueden robar como los internautas: Radios y Salones de Baile.

Seis años después de aquel fatídico 2006 para Jeffrey Howell, las víctimas de este robo mundial (artistas, compositores, compañías discográficas) vuelven a la carga, provocando un escándalo generalizado de los indignados ladrones, uno de los cuales soy yo mismo.

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martes, 24 de enero de 2012

La venta compulsiva de ilusiones - (Artículo Nº 1.443)

Los gobiernos populistas les venden a los ciudadanos una sensación de bienestar a precios tan elevados que los empobrecen.

La búsqueda de la felicidad está alentada por la esperanza.

Si expresamos esto mismo en términos más gráficos, el burro (ser humano) se mueve (busca) porque persigue una deliciosa zanahoria (felicidad) que avanza junto con él (esperanza).

Tener estas creencias tan infantiles no depende ni de la inteligencia, ni de los conocimientos, ni de la madurez emocional de cada uno.

La inteligencia, los conocimientos y la madurez emocional están al servicio de buscar y encontrar argumentos que fundamenten el libre albedrío, según el cual tenemos la libertad de hacer responsablemente todo lo que queramos.

Alguien que dispone de esta ilusoria libertad, puede vivir prácticamente en la miseria con tal de creer que tiene lo suficiente para ser permanentemente feliz.

Por ejemplo, puede gastarse todo el dinero que gana en comprar bienes suntuarios (joyas, automóviles, vestimenta).

También puede canjear un trabajo de buena remuneración por otro peor pagado pero más seguro.

Pensemos así: Un trabajador cobra 1.000 en una empresa (fábrica, comercio) pero lo cambia por un empleo público donde cobra 800.

Es posible afirmar que este trabajador gana lo mismo en ambas ocupaciones aunque en la empresa estatal le cobran 200 por concepto de seguro contra riesgo de desempleo.

Parece ser una ley humana, independiente del sistema económico vigente (capitalismo o socialismo), que la seguridad (falta de riesgo), tiene un costo inevitable.

Los gobiernos populistas ofrecen a sus pueblos lo mismo que ofrecen los gobiernos no-populistas, sin embargo el resultado final es diferente.

Los gobiernos populistas les venden a sus pueblos de forma compulsiva un conjunto de sensaciones (intangibles) a precios tangibles (dinero, confort).

Estos pueblos se empobrecen porque compran obligatoriamente sensaciones de honor, esperanza, heroísmo, superioridad racial, ideológica y ética.

Nota: el vocablo «populismo» tiene muchos significados. En este artículo califica a los gobernantes que hacen decir a sus votantes: «Estamos peor pero nos sentimos mejor».

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lunes, 23 de enero de 2012

El patrimonio es un rasgo anatómico - (Artículo Nº 1.442)

La cantidad de dinero que buscamos y obtenemos está determinada por los requerimientos orgánicos de cada uno.

Tengo mis dudas de que algún día lleguemos a saber cómo funcionamos los seres vivos.

Por ahora tenemos unas cuantas ideas que sólo resultan sorprendentes si las ponemos al lado de la ignorancia total, pero que se convierten en unas pocas nociones si las ponemos al lado de todo lo que nos falta conocer de nuestra especie y su vinculación con el medio ambiente.

Pondré un solo ejemplo que es el que me tiene muy conmovido porque esta mañana me avisaron que falleció el hijo menor de un compañero de trabajo.

Este joven de 19 años participaba en una carrera de autos («picada») con otros amigos que se reúnen en una avenida de esta ciudad.

No sé realmente por qué estos jóvenes se arriesgan hasta el punto de que, cada tanto, alguno de ellos muere aplastado por los hierros de su automóvil.

Tengo una hipótesis que comparto con ustedes.

Estos muchachos necesitan dosis extra de adrenalina. Sus cuerpos reclaman excitación fuerte. Si no la tienen, se deprimen, se enferman. Esta adrenalina la obtienen corriendo riesgos con su auto precisamente porque cada tanto uno de ellos muere o queda cuadripléjico.

El desenlace trágico es el verdadero activador de estas prácticas que entristecen a todos quienes nos enteramos.

Una hipótesis bastante confiable, que intenta corregir la falta de conocimientos mencionada al principio, es que cada uno de nosotros funciona con insumos genéricos (comida, abrigo, amor) más otros especiales de cada uno (riesgo, dolor físico, conflictos sociales).

Según esta hipótesis, la disponibilidad de dinero también es un insumo especial de cada uno. Algunos necesitan la abundancia, otros la moderación, otros la escasez.

Para no enfermar, tarde o temprano conseguimos lo que el cuerpo nos exige.

Artículo vinculado:

La armonía global de la que dependemos

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domingo, 22 de enero de 2012

Dificultades para cobrar lo que nos deben - (Artículo Nº 1.441)

Inconscientemente podemos propiciar que nuestros deudores demoren en pagarnos lo que nos deben.

El dinero tiene valor

— por el poder de compra que nos confiere,
— por el esfuerzo que nos cuesta ganarlo y también
— por el esfuerzo que nos cuesta cobrarlo.

Las personas que pagan lo que nos deben con retraso o imponiéndonos dificultades, demoras, esperas, llamadas recordatorias, indirectamente le aumentan el valor subjetivo que le asignaremos a ese dinero el día que lo cobremos.

Acá corresponde hacer un comentario antes de continuar desarrollando la idea.

Según parece, podría ser cierto lo que dice el psicoanálisis en cuanto a que existe una parte de nuestra psiquis que nos es desconocida pero que tiene una gran influencia en nuestras creencias, percepciones, opiniones, gustos, criterios, sensaciones subjetivas.

En otras palabras, si aceptáramos la existencia de esta parte desconocida de nuestra psiquis, también aceptaríamos la hipótesis según la cual podemos tener una buena opinión de algo que inconscientemente descalificamos y podemos tener una mala opinión de algo que en el fondo preferimos.

Hecha esta aclaración, es posible sugerir que si bien es cierto que a nadie le gusta (conscientemente) estar perdiendo tiempo y energía para cobrar lo que otro nos debe pagar, en el plano inconsciente puede ocurrir que esas dificultades para recibir lo que ya es nuestro, hacen que subjetivamente (inconscientemente), le agreguen valor a ese dinero que tanto nos cuesta cobrar.

Dicho de otra forma: Si dos personas nos deben 1.000 y una nos paga en el momento acordado, sin causarnos mayores dificultades y otra nos impone todas las molestias y demoras imaginables, conscientemente estaremos furiosos con el moroso (demorón, incumplidor), pero inconscientemente podemos terminar sintiendo que los 1.000 recibidos de este parecen más valiosos y que por lo tanto nos gratifican (premian, agradan) más que los 1.000 recibidos puntualmente.

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sábado, 21 de enero de 2012

Nuestro derecho a pagar y a que nos cobren - (Artículo Nº 1.440)

Pagar por los bienes o servicios recibidos es un derecho del comprador (dije DEL COMPRADOR).

Imaginemos una pequeña comunidad de veinte o treinta personas, de tal forma que todos se conocen e interactúan entre sí.

En las fiestas acostumbran reunirse como una gran familia.

Cuando la señora que sabe coser le hace un vestido a la hija de otro vecino que cumplirá 15 años, lo hace con gran satisfacción porque la madre de la niña cuidó al padre de la modista cuando el hombre estuvo enfermo.

Hasta ahora nadie tiene que preocuparse por conseguir fiambres y embutidos porque los Pérez, cada vez que faenan animales y procesan su carne, reparten entre todos sus proteínicos alimentos.

Nadie teje mejor que «la abuela Rosa» (así le dicen a una de las fundadoras de la comarca). Ella es capaz de crear hermosos abrigos, tanto sea con dos agujas como con una sola de crochet.

Estos intercambios son muy satisfactorios para algunos pero generan ansiedad en otros.

Efectivamente, algunos vecinos están muy pendientes de no abusar de los demás. Aprecian tanto el valor de un corte de cabello, o la comodidad de un excelente par de botas, o la vocación y cariño con que la maestra le enseñó a multiplicar a su hijo, que nunca tienen la tranquilidad de retribuir adecuadamente.

En otras palabras, los vecinos que más valoran los bienes y servicios recibidos generosamente de los otros, se sienten siempre en deuda, temen incurrir en abusos, se afligen pensando que están explotando la bondad ajena.

En esta comarca imaginaria ocurrió que los vecinos tuvieron que prohibir las donaciones y establecer que toda entrega de bienes o servicios sea cancelada en el momento a un precio que conforme a las dos partes para que nadie se mortifique sintiéndose eternamente endeudado (o abusado).

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viernes, 20 de enero de 2012

El dinero parece un comodín - (Artículo Nº 1.439)

El dinero cumple una función similar a la que cumplen los comodines de las barajas.

Los naipes (barajas) son cartulinas rectangulares de 10 x 7 centímetros, que de un lado tienen imágenes que las diferencian unas de otras y del lado opuesto tienen una única imagen que las iguala. De un lado son todas distintas y del otro lado son todas iguales.

Estas cartulinas permiten practicar juegos que pueden llegar a ser apasionantes. El atractivo de esos juegos está en que metafóricamente emulan situaciones dramáticas de nuestra existencia real.

Básicamente los jugadores compiten entre sí como compiten por el amor de los padres, por la valoración social, por el dinero.

Los jugadores también deben aplicar estrategias, engaños, poder de observación, audacia, tolerancia a la frustración, ... como en la existencia real.

Ese conjunto de cartulinas (naipes, barajas) incluyen dos especiales que se denominan comodines o jókers.

Estas cartas se usan en los juegos donde existen naipes polivalentes, que cumplen la función que mejor convenga al jugador. Este puede usarlas para remplazar cualquier baraja que necesite para ganar.

De más está decir que el jugador que recibe un comodín debe sentirse afortunado porque sus posibilidades de ganar aumentan significativamente.

Con este antecedente, vayamos ahora a lo que es la existencia real.

La angustia existencial está provocada por la ansiedad, preocupación, dolor e incertidumbre que nos provocan las carencias: de amor, dinero, alimento, vivienda, salud, y en última instancia de la vida misma.

Cuán afortunado se sentiría alguien que en «el juego de la vida», como si fuera con barajas, recibiera un comodín, un jóker, la posibilidad de resolver infaliblemente cualquiera de esas angustiantes carencias.

Para quitarnos estos malestares, nuestra fantasía crea sus comodines con los cuales logramos un alivio gratificante.

Me refiero a los fetiches, amuletos, ídolos, talismanes y el dinero.

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