domingo, 20 de enero de 2013

La administración familiar



 
Las grandes empresas destinan importantes recursos a administrar los ingresos y egresos de dinero. Las familias también necesitan hacerlo.

El dinero es un recurso interesante, que eventualmente puede darnos muchas satisfacciones, mejorando nuestra calidad de vida, permitiéndonos acceder a bienes y servicios que dignifican nuestra existencia.

Para obtener estos beneficios tenemos que saber ganarlo y administrarlo.

Hasta aquí todo parece muy natural, sencillo, accesible, pero estas no son más que sensaciones engañosas porque quienes intentamos vivir lo mejor posible sabemos qué difícil es ganar y administrar el dinero, especialmente cuando tenemos la responsabilidad de atender las necesidades y deseos de otras personas.

El tema de este artículos es realmente sencillo y elemental, aunque no por esto tan obvio como para que no justifique escribirlo y leerlo.

Nuestra inteligencia está convencida de que trabajar es producir algo que pueda convertirse en dinero, ya sea cobrando un salario, honorarios o el producido de la venta de nuestra producción.

Pero trabajar es algo más que este proceso pues da mucho trabajo administrar el dinero obtenido.

Este comentario puede ser útil para tener en cuenta que, si bien generar ingresos de dinero merece destinarle mucha energía (trabajar), administrar la utilización de esos recursos también exige destinarle mucha energía. En otras palabras: trabajar es tanto producir como administrar esa producción.

Cada empresa cuenta con varios trabajadores dedicados exclusivamente a la administración de todo el proceso productivo para la que fue creada (extraer, producir, prestar servicios).

Una familia es una pequeña empresa y es buena cosa que alguien le preste especial atención a cuidar los recursos, organizar su aplicación, racionalizar su distribución,  ahorrar para acumular reservas.

Por razones de tamaño, una familia no necesita tener una oficina montada con personal administrativo como si fuera una gran empresa, pero alguien tiene que hacer el imprescindible trabajo de administrar.

(Este es el Artículo Nº 1.766)

11 comentarios:

Eugenia dijo...

Feliz por encontrarlo, Licenciado!

Marcela dijo...

Después de un mes sin sus artículos me pasan dos cosas: por un lado me dan muchas ganas de volver a opinar, a poner comentarios, y por otro... no me sale nada, como que perdí la costumbre! jaja!!
Bueno, con respecto al artículo de hoy lo que me parece es que en la familia se complica eso de la administración porque la pareja muchas veces no se pone de acuerdo en los criterios. Uno quiere ahorrar y el otro quiere gastar. Uno quiere gastar en esto y el otro en aquello. Además, para completarla tenés la presión de todo lo que piden los hijos.

Alba dijo...

En el videocomentario usted dice que se gasta con esfuerzo. Sin embargo es cierto que muchas veces gastamos sin ningún esfuerzo, con un poco de inconciencia. Pero a mí eso no me pasa. Cuando gasto en alguna cosa de la que podría prescindir le doy mil vueltas y no lo disfruto mucho.

Marcos dijo...

¡De nuevo por acá Fernando! Un gusto verlo y leerlo nuevamente.
Yo soy de la idea de que en el hogar tiene que ser uno el que administre y los demás hacer confianza y conformarse. De lo contrario es una tarea imposible.

Marta dijo...

No estoy de acuerdo con Marcos. En una familia hay que ponerse de acuerdo. De alguna forma hay que lograrlo. Si no, no es una familia. Al menos la pareja tiene que ponerse de acuerdo adoptando criterios comunes.

Antonio dijo...

Si tuviera una oficina montada para administrar los recursos familiares, seguro que tenía conflictos con el querido personal familiar.

Eloísa dijo...

Cuando de favor te ponés a administrar los dineros de un pequeño edificio de apartamentos, los gastos de un taller de literatura o lo que sea, es bastante común que las cosas terminen mal a causa de la suspicacia de algunas personas que desconfían de todo. (Será que desconfían hasta de ellas mismas, digo yo...)

Eduardo dijo...

Hay que tener la misma energía para ganar que para gastar. La misma presencia de ánimo, la misma conducta.

CHECHU dijo...

YO GASTO LO MINIMO PERO TAMBIEN TRABAJO LO MINIMO Y ESTOY BIEN.

Luis dijo...

Lo obvio por lo general no es fácil. La vida está llena de asuntos obvios que nos cuestan bastantes. Es obvio que se vive mejor llevándose bien con los semejantes; al menos con esos que uno convive a diario, sin embargo por obvio no quiere decir que sea fácil y por lo tanto que no valga la pena detenerse a pensar en eso.

Andrea dijo...

Sí, como dice Luis, lo más obvio o se nos pasa por alto o no lo queremos ver.