viernes, 30 de noviembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 18

— Cuatro cosas es necesario extinguir en su principio: las deudas, el fuego, los enemigos y la enfermedad. (Confucio – Filósofo chino)
— Oigo y olvido. Veo y recuerdo. Hago y entiendo. (Proverbio chino)
— Las frases célebres son inúltiles. Lo único que sirve son las acciones célebres. (Jessica (la China) Rodríguez - Crió a cuatro niños)

jueves, 29 de noviembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 17

Axioma: La condición necesaria y suficiente para morir, es estar vivo.
Comparada con ésta, el resto de las causas de muerte son infinitamente menos probables.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 16

La consigna que propone: «De cada uno según su posibilidad y a cada uno según su necesidad», no admite discusión alguna. Es lo que hace la naturaleza todo el tiempo. Por ejemplo, un piojo parasita a un niño pero jamás un niño parasita a un piojo.

martes, 27 de noviembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 15

Lo que me contás de tu jefe es grave pero me gustaría conocerlo porque tu versión sólo me permite conocerte a vos mismo y no a él.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 14

La Ley del Talión (“Ojo por ojo y diente por diente”) tiene mala prensa pero la usamos a diario en nuestro hogar, en los institutos de enseñanza, en el ámbito laboral, en el político. La reciprocidad, el ‘toma y daca’, el intercambio, la permuta, el canje, la compra-venta, la justa remuneración, los premios y castigos, las calificaciones, los rankings ... por todos lados está presente esta Ley tan censurada. Quizá no sea tan criticable. ¿O estamos transgrediendo permanentemente?

reflex1@adinet.com.uy

domingo, 25 de noviembre de 2007

sábado, 24 de noviembre de 2007

Hoy - Gran Baile - Hoy

Caballeros: $ 100.-; Damas: $ 50.-; Mujeres: Gratis.

¿Por qué los psicólogos nos resistimos a cobrarle los honorarios a nuestros pacientes?

A poco de recibido una paciente enojadísima me dijo: «¡Ustedes estudian psicología para curarse y como no lo logran, pretenden curar a los demás!»

Si hubiera contado con veinticuatro horas para darle una respuesta, seguramente no me hubiera quedado cayado como me quedé. ¡Tenía razón!

Esa irritada señora me ayudó a pensar que cada uno estudia para desangustiarse. Por ejemplo, estoy convencido de que la mayoría de los médicos son hipocondríacos. Cuando alguien me hace una consulta me siento habilitado para suponer que yo estoy sano, que poseo la verdad, que sé bien cómo es esto de vivir y otros delirios.

Si esta creencia es muy fuerte, podemos suponer que en el análisis personal del psicólogo aún no se trabajaron estas fantasías y por eso se da por suficientemente pagado con la actitud consultante del paciente.

Efectivamente, quien me hace una consulta y me permite creer tan enorme y gratificante disparate, no merece que le cobre. Es más: podría dejarme tan contento que tendría ganas de pagarle yo a él.

En suma:

Querido psicólogo/a: Si no sabes cómo cobrarle a tu paciente, es porque tu natural honestidad te indica que es él quien te está dando algo que tu necesitas. Cuando dejes de ser cliente de tus pacientes (relee esto de «ser cliente de tus pacientes»), verás cómo ya no tendrás más motivo para realizar un trabajo tan valioso «al bajo precio de la necesidad». ¡Te lo aseguro!

reflex1@adinet.com.uy
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viernes, 23 de noviembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 12

El Estado es el intermediario oficial entre ricos y pobres. Aplica una justicia distributiva votada por todos los ciudadanos. Cualquier otro que pretenda realizar esta tarea, es un comedido distorsionante.

Neurotransmisores - Gragea Nº 12

Los que exageran la humildad desmereciendo sus cualidades, también devalúan a quienes le han cedido parte de su corazón o de su pensamiento. Nadie es tan dueño de sí mismo como para tomar decisiones inconsultas sobre su imagen pública.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 11

El ser humano generoso está en el futuro de la humanidad... y siempre lo estará. En el presente, ¡jamás!

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 10

Prescindimos del uso de la fuerza por principios y porque no contamos con ella.

martes, 20 de noviembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 9

Siempre nos mantuvimos dentro del marco de lo legal, o sea, en el borde mismo.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 8

Si eres niño o adolescente y un adulto te pregunta a qué te dedicarás cuando crezcas, no se lo digas porque te robará la idea.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 7

Estudiar matemáticas sirve por lo menos para dos cosas:

1) Para constatar que existe una demora natural del cerebro en encontrar soluciones y —lo más importante—,

2) para no abandonar la búsqueda de soluciones prematuramente.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Te amo al cuadrado

¡No huyas cobarde! Lo que te voy a decir se entiende enseguida. ¡Lo verás!

Piensa que al deseo le llamamos simplemente D, que a los inconvenientes que te trae satisfacer el deseo le llamamos G (por gasto) y que un momento de felicidad es cuando puedes gozar sin sentirte mal por lo que te está costando, esto es «cero» (0).

Te lo digo con un ejemplo: estás perdidamente enamorada de un chico precioso, simpático, inteligente, etc. y, como es lógico, quieres tenerlo para ti sola. Todo esto es tu deseo (D). Pero —como siempre sucede—, tus amigas te lo miran y eso te pone celosa, además él a veces quiere salir con sus amigos y eso te deja sola un domingo cuando hay fútbol y él se va a la cancha, además tu mamá te insiste con que «ese muchacho, como ni trabaja ni estudia, no te conviene». A todos estos inconvenientes sumados les llamaremos G (gasto). Tú eres feliz cuando el placer de estar con él neutraliza a todo el esfuerzo que te cuesta conservarlo. En términos algebraicos esto sería así:

DG = 0 (Deseo menos Gasto igual Cero)

En esta situación maravillosa, tú sientes que tocas el cielo con las manos y no tienes en cuenta todos los inconvenientes que te trajo y que te traerá. Por eso digo que la felicidad puede representarse por cero, aunque tu corazón te diga que habría que representarla por un millón, por cien mil millones. Vista de afuera, tu situación es que estás en perfecto equilibrio y es este equilibrio el que te provoca la sensación de felicidad. El equilibrio se logra porque tu deseo pesa lo mismo que tu esfuerzo por lograrlo o conservarlo.

Tu puedes decir: «¡Y a mí qué me importa cómo se ve mi situación de afuera!» Te importa porque cuando no estés logrando satisfacer tu deseo, te sentirás frustrada y si no fuera porque puedes verte a ti misma de afuera y darte cuenta que la relación pasa por momentos de sublime equilibrio y que por eso vale la pena soportar los malos ratos (cuando G es mayor que D, es decir, cuando los inconvenientes de estar con el precioso se vuelven dolorosos), esperando o procurando que lleguen esos momentos increíbles.

Ya sé que no te gusta la matemática. Créeme que con ella se puede entender mejor nada menos que al escurridizo deseo humano. No te imaginas cómo gracias a conocerla puedes mejorar tu calidad de vida afectiva así como aprender a cocinar te puede salvar del hambre.

reflex1@adinet.com.uy

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viernes, 16 de noviembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 6

¡Qué harto me tiene la mediocridad de los infalibles! ¡Cuándo van a decir «me equivoqué» o «me olvidé»!

jueves, 15 de noviembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 5

Tengo que estudiar un poco más el tema para disimular que no me animo a tomar una decisión ahora.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 4

Es un economista de amplio espectro ya que dispone de un diván para los clientes que padecen angustia económica.

martes, 13 de noviembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 3

El el siglo XIX y en el Río de la Plata, a los pobres se los definía como «Templos vivos del Señor» [Jesucristo].

¿Podéis encontrar mejor estímulo para ser menesteroso, vivir de la caridad pública, mendigar, huir del trabajo y del dinero?

No quiero decir que el cristianismo sea culpable de la pobreza, pero colabora para conservarla.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 2

Quien cuenta sus fracasos y sus equivocaciones es definitivamente más confiable que aquellos que solamente hablan de sus aciertos.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 1

Casi ningún tema posee un grado de obviedad suficiente como para lanzar opiniones contundentes... excepto éste.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Psicoanálisis de un esquimal

¿Usted quería saber de una buena vez qué es el psicoanálisis? Se lo voy a explicar.

Un esquimal de 18 años le dice al padre:

— Papá, estoy harto de comer carne de foca y del frío. ¡Me voy!

El padre le responde con su característica frialdad filosófica:

— ¡Bueno!

Este hombrecito de casi dos décadas de vida en el Ártico decide radicarse en la Ciudad de Bahía, en pleno nordeste de Brasil.

Al poco tiempo empiezan los problemas: Cuando el viento sopla del norte, cierra su casa en lugar de abrirla; cuando compra carne y la deja en el fondo de su casa, o desaparece porque se la come un gato o se le pudre por el intenso calor, y así cosas por el estilo. Ni qué hablar de cómo se avergüenza al ver la vestimenta que usan todos menos él.

Si bien somos moderadamente inteligentes como para darnos cuenta de los errores adaptativos que está cometiendo nuestro antihéroe, no somos tan eficientes para descubrir cómo repetimos conductas que perdieron vigencia, que sólo fueron adecuadas cuando las aprendimos pero que ahora son un verdadero obstáculo para tener una calidad de vida aceptable.

El psicoanálisis es un detector de inadecuaciones. Utilizando sus infinitos recursos, es posible darnos cuenta de todo eso que nos está complicando la existencia, angustiándonos, quitándonos ganas de vivir, energía, creatividad, coraje, capacidad para tomar decisiones, así como también agregándonos miedos, fobias, insomnio, estrés exagerado, eczema, gastritis (¿hace falta que siga con esta lista?).

reflex1@adinet.com.uy

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sábado, 3 de noviembre de 2007

Amor capilar

Así como hay gente que colecciona estampillas o sellos de correo (filatelia), monedas, billetes y medallas (numismática) o enemigos (antipatía), yo colecciono teorías (alpedismo).

Una de las últimas que me arrimaron tiene que ver con el dinero, el amor y el brillo del pelo.

La idea es la siguiente: Todos pensamos que cuando uno usa un buen champú y la mejor crema de enjuague, genera las condiciones como para que el cabello luzca vital, hermoso, seductor, atractivo.

Sin embargo, esta idea tan llena de sentido común tropieza con el caso de muchas personas que se lavan la cabeza con jabón común e igualmente poseen ese atractivo.

Luego de aplicarle al estudio del tema extensas y profundas investigaciones, se habría llegado a la conclusión de que lo que realmente provoca ese maravilloso efecto no son los productos cosméticos especializados, sino el mucho dinero que cuestan.

Cuando alguien dispone de dinero suficiente como para comprarse los más costosos productos para el tratamiento capilar, seguramente siente que es amado por quien le da el dinero, ya sea éste quien se encargue de pagar sus cuentas, o el empleador que le abona el salario o los clientes que lo prefieren como proveedor. En suma: para que haya un efecto positivo en el embellecimiento del cabello, la persona se tiene que sentir amada.

Esta teoría se creó porque el éxito de quienes utilizan con excelentes resultados el jabón común, coinciden estrictamente con la sensación que estas personas tienen de ser amados por alguien significativo para ellas.

Reconozco que es muy difícil de aceptar esta propuesta, pero para ayudarlos, supongan que ustedes están en aquel bar de Londres, hace muchísimos años, cuando llegó uno de los parroquianos más creativos y dijo que había inventado un juego que movería millones de dólares. ¡Se imaginan cómo se rieron de él cuando tuvo que explicar el golf!

reflex1@adinet.com.uy

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