lunes, 26 de noviembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 14

La Ley del Talión (“Ojo por ojo y diente por diente”) tiene mala prensa pero la usamos a diario en nuestro hogar, en los institutos de enseñanza, en el ámbito laboral, en el político. La reciprocidad, el ‘toma y daca’, el intercambio, la permuta, el canje, la compra-venta, la justa remuneración, los premios y castigos, las calificaciones, los rankings ... por todos lados está presente esta Ley tan censurada. Quizá no sea tan criticable. ¿O estamos transgrediendo permanentemente?

reflex1@adinet.com.uy

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto, los padres le dicen a sus hijos:"no es una cuestión de toma y daca",los curas dicen:"hay que dar sin esperar recompensa", las maestras dicen:"si él te pegó tu no puedes responder cometiendo el mismo error". Pero lo cierto es que los padres dan cuando los hijos se comportan, los curas esperan la recompensa en el cielo y las maestras reprueban a los que cometen errores.

Anónimo dijo...

se supone que las leyes que suplantan a la ley del talión son más civilizadas porque no echan más leña al fuego

Anónimo dijo...

A ver si entiendo: la Ley del Talión cuando dice "Ojo por ojo y diente por diente" está queriendo decir que si me insultás yo te insultaré, y así todo. Cristo dijo: "No muchachos. Así no. Si alguien te insulta, tu simplemente entregale un 'acuse de recibo' pero no lo vuelvas a insultar". Para que esto pueda cumplirse, se creo la policía + el sistema judicial, con los que se procura lograr que si alguien mata sea retirado de circulación (encarcelado)y no reciba la pena de muerte (por venganza de los familiares de la víctima).Lo voy a pensar un poco más.

Anónimo dijo...

Ahora que leo de nuevo lo que decía la Ley del Talión, pienso que Cristo dijo que estaba mal porque justamente lo que hay que evitar es el cambio dentro de la misma especie, o sea, "Ojo por ojo..." sería cambiar un billete de 10 dólares por otro de 10 dólares (o por dos de 5). Esto no es ningún negocio que sirva. Lo que está bueno es cambiar tres billetes de 5 por uno de 20, y así sucesivamente... :-) ¡A esta altura ya deberíamos entender la Biblia que tiene como mil años!

Anónimo dijo...

¿Estamos transgrediendo permanentemente? Yo sí, en cuerpo y/o en alma. Me fascina hacer lo prohibido y no hago más porque me dan miedo las represalias no se de quien

Anónimo dijo...

¿Qué tiene que ver el ranking con la Ley del Talión? ¡NADA!

Anónimo dijo...

Ojo x ojo no está tan mal. Para el Derecho fue como el invento de la rueda para los vehículos. Fínjense que establecieron un límite a la venganza (sentimiento humano, si los hay). Antes de esta maravillosa ley, un tipo te robaba una manzana y vos ibas y le matabas toda la familia. Gracias a la Ley del Talión el bestia humano incorporó el concepto de proporcionalidad ... que aún sigue vigente y que cuesta menudo trabajo hacer entender y cumplir... y lo digo yo que soy un borracho grado 5 en el Boliche la Super Copa de la Ciudad de Rivera-Uruguay-Sud América.

Anónimo dijo...

le explico a "anónimo" que los rankings son la calificación de un producto que hace un tercero, basado supuestamente en la popularidad de ese producto.
La popularidad se gana haciendo lo socialmente esperado. Si la gente quiere procacidad y yo le doy procacidad en una letra de cumbia, estoy haciendo lo socialmente esperado. Yo doy lo que me piden y recibo lo que deseo, en el ej. éxito

Anónimo dijo...

le explico a "anónimo" que los rankings son la calificación de un producto que hace un tercero, basado supuestamente en la popularidad de ese producto.
La popularidad se gana haciendo lo socialmente esperado. Si la gente quiere procacidad y yo le doy procacidad en una letra de cumbia, estoy haciendo lo socialmente esperado. Yo doy lo que me piden y recibo lo que deseo, en el ej. éxito

Anónimo dijo...

El deseo de venganza es el tema de un sinfín de películas, novelas, obras de teatro. Cuando el bueno de la película se dispone a hacer venganza por mano propia, todos deseamos que triunfe.