Si viviéramos en una sociedad
salvaje, primaria, básica, no contaríamos con una cantidad de protecciones que
tenemos en una sociedad civilizada, sofisticada, compleja.
A medida que avanza el
perfeccionamiento de nuestas formas de convivencia, contamos con más y más
formas de evitarnos problemas, accidentes, pérdidas, así como también contamos
con más recursos para compensar las pérdidas que igualmente nos afecten cuando
esos mecanismo protectores fallan.
Por ejemplo: un sistema de
salud nos cobra cierta cantidad de dinero mensual para que, en caso de
enfermarnos, nos atienda prácticamente gratis... porque previamente habíamos
pagado una cuota mensual sin generarles gasto alguno.
Adecuadamente denominamos «seguro de salud» o
«seguro por enfermedad» a esta institución.
Este planteo parece perfecto si no fuera por un dato que generalmente no
se considera pero que nos influye significativamente.
Las instituciones encargadas de atender estos seguros de salud son
unidades economías como cualquier otra, aunque suele decirse que no tienen
fines de lucro.
Tienen ingresos económicos
cobrando una cuota mensual a los afiliados y tienen sus egresos en forma
permanente para pagarle salarios a todo el personal que deberá actuar
inmediatamente a la solicitud de servicio de algún afiliado.
En otras palabras: para que
funcionen estas instituciones tiene que haber empleados que cobren sus salarios
permanentemente para que la atención de salud no tenga demora cuando se la
solicite (enfermedad, accidente).
Para conservar el equilibrio
económico, estas instituciones necesitan aumentar al máximo sus ingresos (valor
de las cuotas, cantidad de afiliados) y disminuir al máximo la solicitud de
servicios.
Para cumplir este último
objetivo, quienes pagan las cuotas son presionados para que tomen cuidados
extremos con su salud, lo cual implica dedicar un gran esfuerzo a cuidarse
obsesivamente.
(Este es el Artículo Nº 1.776)
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9 comentarios:
Cierto, no lo había pensado. Tanta prevención para gastar menos, no para mejorar nuestra calidad de vida. A veces esta pasa por cuidarse un poco menos y vivir un poco más.
Pregunto yo... ¿en algún lugar del mundo las personas están conformes con su seguro de salud?
Estoy dispuesto a pagar doble cuota si me aseguran que la atención no demorará cuando la solicite.
Siempre estas instituciones tienen fines de lucro; para mantener una buena atención tienen que ganar. La medicina evoluciona rápidamente y no se puede acceder a las mejoras si no se cuenta con los medios suficientes.
La salud
hay que cuidarla razonablemente, pero muchos terminamos
cuidándola alocadamente.
Lo que pasa es que cuando tuviste reiterados problemas de salud terminás generando una hipocondría.
Que la salud sea de una calidad y alcance para quienes poseen medios económicos y de otra para quienes no los poseen, es inhumano.
Terminamos pagando por las dudas a la institución de salud. De pronto sería más conveniente generar los propios ahorros para cuando tengamos que pagar por esos servicios. Capaz que a la larga terminaríamos pagando menos. Sin embargo tal como están concebidas las cosas ahora, hay que hacerse un montón de exámenes para prevenir y no hay forma de escapar; estas instituciones siguen siendo la opción más conveniente.
Vivimos demasiado preocupados por el futuro. Si nos ocupáramos más en el presente, el futuro de pronto vendría bastante bien. Claro, el miedo es lógico porque siempre están de por medio los malditos imprevistos, que cuando suceden en cuestiones de salud son muy duros.
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