domingo, 24 de junio de 2007

Es inteligente ser pobre

«¡La historia la escriben los vencedores!»
«¡Todos somos hijos del rigor!»
«¡La letra con sangre entra!»

Supongo que con tres ejemplos alcanza para consignar que la fuerza bruta, la violencia y el poder, son los dueños naturales del planeta. Son los que sacan a patadas a los moradores habituales, se instalan y luego se enojan muchísimo si alguien pretende cuestionarles la legitimidad de su asentamiento.

Pero además tenemos que reconocer que la mayoría de nosotros termina aplaudiendo a los ganadores y abucheando a los perdedores. La fidelidad a una determinada causa tiene que estar muy vinculada a nuestros intereses para que subsista después de las primeras derrotas.

Ahora pensemos por un momento en una pulseada entre la pobreza y la riqueza. ¿Cuál de ambas saldrá vencedora? ¿Cuál es la más fuerte y la más resistente?

Si hacemos el censo de cuántas personas hay en uno y otro bando, rápidamente tenemos que concluir que la pobreza posee un ejército infinitamente más populoso que la riqueza.

¿Qué esfuerzo enorme hay que hacer para llegar a la riqueza? ¿Qué fácil es llegar a la pobreza? ¿Con qué facilidad se puede pasar de la riqueza a la pobreza y con cuánta dificultad se puede hacer el recorrido inverso?

La economía de energía humana [esfuerzo] indica en forma contundente que es mucho menos cansador hacerse pobre que hacerse rico y termina reafirmando: es mucho más fácil perder una fortuna que ganarla.

Conclusión: según la economía de energía humana [esfuerzo], es inteligente ser pobre.

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1 comentario:

Anawin dijo...

Gran artículo y excelente reflexión sobre la pobreza.
Aunque no sirve de consuelo cuando se es.
Saludos.