jueves, 7 de febrero de 2013

El populismo y el mal de Alzheimer



 
El «populismo» (1) es una forma de gobierno que desmejora a los colectivos como si padecieran el mal de Alzheimer.

Estuve trabajando muchos años en la compra y venta de inmuebles.

Los agentes inmobiliarios saben mucho del ser humano, como en todas las profesiones. Lo que quizá no sepan es cuánto saben, por eso no se animan a emitir este tipo de opiniones.

Que los gremios pretendan, exijan y hasta logren monopolizar los temas inherentes a su especialidad, es una característica medieval que colabora eficazmente en el sub-desarrollo social.

Uno de los conocimientos que los agentes inmobiliarios poseen es que un propietario tarda menos de 10” (diez segundos) en entender que su propiedad aumentó el valor de mercado y alrededor de 10 meses en entender que su propiedad bajó el valor de mercado.

La palabra «populismo» (1) tiene varios significados, pero se usa más frecuentemente para nombrar los gobiernos que en vez de tomar decisiones con responsabilidad de líderes, de conductores, de «gobernantes» que gobiernan, se dedican a validar y legalizar las pretensiones más populares.

Acá ocurre lo mismo que conocen los agentes inmobiliarios: un ciudadano tarda menos de 10” (diez segundos) en entender que tiene más poder y alrededor de 10 meses en entender que su poder ha disminuido.

Es por eso que el «populismo» tiene una rápida aceptación y como los gobernantes no gobiernan sino que se dejan llevar por el clamor popular, el ciudadano se acostumbra a desconocer toda fuente de autoridad (policías, inspectores, médicos, docentes, eclesiásticos).

Si fuera cierto que las sociedades están organizadas como un cuerpo humano, los gobernantes y demás fuentes de autoridad ocuparían el lugar del cerebro.

Aceptando esta premisa como válida, es probable que una sociedad «populista» se comporte como una persona descerebrada, demente, con mal de Alzheimer, discapacitada para trabajar o estudiar.

 
(Este es el Artículo Nº 1.784)

13 comentarios:

Sandra39 dijo...

No entiendo bien, porque si los gobernantes para seguir en el poder obedecen el clamor popular, los descerebrados son ellos. No piensan, reaccionan.

Norton dijo...

La falta de sumisión ante las autoridades parece provenir de gente que piensa. El sumiso acepta que no debe pensar.

Ernesto dijo...

Los ciudadanos le pierden el respeto a las autoridades porque ven su falta de criterio. Alcanza con hacer bastante ruido, para que satisfazgan tus peticiones.

Marcos dijo...

Cuando el populismo tiene aceptación siempre hay aguna figura que está idolatrada por las masas.

Enrique dijo...

La clave está en la palabra masas, Marcos. Las masas son rebaños que se dejan conducir. No razonan. Estoy de acuerdo con el planteo de Mieres.

Ingrid dijo...

La participación y la cohesión, como dice usted en el videocomentario, es lo que permite que la democracia se acerque un poquito a ser el ¨gobierno del pueblo¨. Cuando al pueblo no le interesa la política, deja que haya un cerebro auxiliar, depositado en los gobernantes, que haga y deshaga a su antojo.

Gabriela dijo...

Artigas decía ¨mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana¨. ¿Quiénes eran los que formaban parte de esa presencia soberana? Fundamentalmente criollos con cierto prestigio.
¿Quiénes eran los que iban a la batalla con Artigas? Fundamentalmente gauchos e indios, gentes que no contaban con ningún prestigio.
¿Quién daba las órdenes en el campo de batalla? El General José Gervasio Artigas.
En la batalla Artigas era el soberano; cuando se trataba de la toma de decisiones, unos pocos cabildantes.

Roque dijo...

El síntoma primero y más característico del mal de Alzheimer es la pérdida de memoria. Los pueblos perdemos la memoria de una manera escandalosa. Por eso cada vez que un candidato político viene con promesas, agitamos la banderita enfervorizados.

Luis dijo...

Quienes estudian, trabajan o estudian y trabajan, son personas con muchas habilidades. Sin embargo la mayoría de nosotros, que estudiamos y/o trabajamos, ni respetamos la autoridad (salvo que se nos imponga de manera brutal), ni desarrollamos nuestro ser político.
No somos discapacitados. Somos personas que corren de una lado para el otro. A menudo el mundo, con todas sus exigencias, se nos viene encima. Y hacemos lo que podemos.

Evaristo dijo...

Si el barco no tiene capitán corre riesgos de quedar a la deriva. Si los marineros se amotinan o los pasajeros entran en pánico, puede suceder lo mismo, o puede pasar que se tome otro rumbo, que el barco vire desoyendo las órdenes del capitán, pero con un rumbo preciso.
A qué orillas llegará el barco... no podemos saber de antemano se serán de mayor augurio las elegidas por el capitán o las impuestas por los marineros.

Silvana dijo...

Quienes adoran a un líder populista piensan con el corazón y sienten con la cabeza. ¡Un desastre!

Elena dijo...

Mi abuelo padece mal de Alzheimer y anda desorientado. Mira a cada rato el reloj y deambula por la casa como si estuviera buscando algo. LLega hasta la puera de su dormitorio y no lo reconoce. A mí, que soy su hija, me llama con el nombre de su hermana menor.
Por razones orgánicas (que es lo mismo que decir por razones PSICOSOMÁTICAS, ya que la psiquis es inseparable del organismo)se ha desconectado del mundo compartido. A veces lo oigo hablar y parece decir -de una forma bastante entreverada- cosas que en algún momento le generaron conflictos o grandes frustraciones. Por ej. recuerda que le habría gustado estudiar arquitectura, o que le enojaban las bombachas que la vecina colgaban a secar en la ventana).
Cuando la vida se va terminando, y quedan muchas cosas en el tintero, cosas que ya no tienen posibilidad de ser (como ir y tener sexo con la dueña de aquellas bombachas), puede tener sentido olvidar. Esto es sólo una hipótesis tomando como herramienta el psicoanálisis, de pronto es un total disparate.
Ahora enlazo esto con el tema de hoy: cuando los ciudadanos sentimos que ya no podemos hacer nada, que nuestra participación en los destinos del país es inútil, nos desconectamos y dejamos que hagan los que sacan algún rédito en eso.

Filisbino dijo...

Los gremios no pueden monopolizar los temas inherentes a su especialidad aunque intenten hacerlo, muchas veces. A veces da la impresión que lo hacen, pero a la larga no lo logran, porque nuestro sistema no lo permite, y con mucha razón. Tiene que haber un grupo de personas que mire la globalidad, el beneficio de la nación.
No se puede decidir desde la chacrita (sin ninguna alusión al Presidente de los uruguayos, José Mujica)