martes, 12 de febrero de 2013

Estrategias contraproducentes de los empleados



 
Este artículo comenta varias estrategias inadecuadas y hasta contraproducentes, que suelen utilizar los trabajadores para mejorar sus ingresos económicos.

En otro artículo (1) digo que cuando nos enfrentamos a problemas económicos, nuestro cerebro baja su rendimiento y nos aporta soluciones inadecuadas, ineficientes y en algunos casos también contraproducentes.

Entre algunas de las ocurrencias inadecuadas que se les pueden ocurrir a los asalariados está la de pedir aumento de sueldo a su empleador.

Esta solución no es inadecuada en todas las oportunidades, pero lo es en la mayoría de los casos.

Algo que los trabajadores no toman en cuenta es lo siguiente:

— Es posible que el empleador esté pagando el valor de mercado, es decir, que si un empleado que gana «diez» renuncia, tendrá posibilidades de conseguir un reemplazante por el mismo valor;

— El salario no está vinculado con las necesidades del asalariado sino con un valor de mercado. A veces se piden aumento de sueldos como si el patrón tuviera alguna obligación de resolver las necesidades de sus colaboradores;

— Efectivamente el empleador no tiene la responsabilidad de pagar la cantidad de dinero que necesita cada empleado, pero este sí tiene la responsabilidad de conseguir de alguna manera la cantidad que necesita para vivir como quiere. De acá se desprende que cuando un trabajador no está conforme con lo que cobra tiene la responsabilidad de mejorar sus ingresos pero su empleador no tiene la responsabilidad de aumentarle el salario;

— Cuando el asalariado pide que le paguen más, está sugiriendo indirectamente que el empleador se está quedando con algo que le pertenece, lo acusa (indirectamente) de ladrón, abusador, explotador, ... y estos adjetivos no siempre favorecen una buena negociación salarial;

— Si el empleado promete aumentar su rendimiento a cambio de más salario, se está auto incriminando de que hasta ahora trabajó mal.

 
(Este es el Artículo Nº 1.789)

 

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Todas las estrategias equivocadas que ud. menciona no alcanzan para que uno controle la ira.

Carolina dijo...

Me parece útil lo que plantea el Licenciado, son cosas que conviene tener en cuenta.

Mabel dijo...

Traté de mejorar mi rendimiento para ver si surgía la iniciativa, desde la otra parte, de aumentarme el salario, pero no tuvo resultado.

Yoel dijo...

No queda otra que el multiempleo.

Jacinto dijo...

Cuando estás desesperado no usás estrategia, no pensás, reaccionás junto con la mayoría, y ahí es que se te vienen encima los problemas.

Trilce dijo...

tengo un pequeño taller de costura, y se que cuando mis empleadas mejoran su rendimiento... es porque algo me van a pedir; igual que mis hijos.

Adela dijo...

A veces el empleador saba que es ladrón, abusador y explotador. Que se lo digan o no, le da lo mismo.

Norton dijo...

Los dueños son demasiado realistas y los empleados demasiado utópicos.

Sandra39 dijo...

Siempre, indefectiblemente, el patrón se queda con algo que al asalariado le pertenece. Es ese plus innoble que no se destina a gastos fijos, ni a inversiones, ni mantenimiento, ni a una ganancia bien merecida y decorosa. Es lo que permite que él viva en medio del lujo y sus empleados en la miseria.

Ernesto dijo...

El gran problema es que los precios los fija el mercado. Nadie puede trabajar en una isla ignorando las leyes del mercado. Son estas leyes las generadoras de la opulencia y de la miseria. La respondabilidad no es de los empleados ni de los empleadores. El sistema capitalista ES UN SISTEMA PERVERSO.

Tiago dijo...

La actitud no es adaptarse pasivamente a lo que está y nos perjudica (como lo haríamos siguiendo sus consejos). Lo bueno sería poner algo de nosotros como para que lo que no sirve, se modifique.

Leticia dijo...

Está bien, Tiago, pero en de mientras hay que tratar de no ser demasiado bobo.

Celeste dijo...

Cuando me enfrento a problemas económicos mi cerebro funciona como un amasijo de angustias.