domingo, 23 de enero de 2011

El orgullo de José y la humillación de María

Agacharse para orinar favorece la mayor pobreza femenina.

Todas las especies poseen rasgos que las diferencian de las demás. Entre los mamíferos, son bien diferentes los canguros de los gatos.

Sin embargo son las semejanzas las que nos hacen pensar en que un conjunto de animales son vertebrados, dentro del cual encontramos un grupo menor caracterizado por disponer de glándulas mamarias (mamíferos) y dentro de este, un grupo menor de animales que sólo comen carne fresca cazada por ellos (felinos).

Para terminar esta introducción, les comento que dentro de cada especie de vertebrados mamíferos, los ejemplares pueden ser hembras o machos, de tal forma que estos las fecundan para que la especie reponga los ejemplares que en algún momento mueren.

Y ahora sí, comparto una hipótesis sobre algo bastante alejado de lo que habitualmente se habla (el clima, el amor, la delincuencia).

En nuestra especie, mujeres y hombre hacemos muchas cosas de forma similar: dormimos acostados, comemos con la boca ayudados por las manos, defecamos sentados.

Es probable que tenga cierta importancia que orinamos en posiciones diferentes.

El varón orina de pie y la mujer orina agachada. Si lo hicieran al mismo tiempo, y teniendo en cuenta cómo reacciona nuestro cerebro afectado (distorsionado, desnaturalizado) por la cultura, él se muestra superior, mayor, más alto, que ella.

Ante una misma necesidad (orinar), ellas tienen que adoptar una postura que culturalmente es menos digna que la de ellos.

Insisto en esto: Es nuestra cultura la que por ahora piensa que una persona agachada está en una posición menos favorable (elegante, poderosa, soberbia) que alguien que está de pie.

Entonces, una hipótesis que espera ratificación dice: Esta condición anatómica y cultural, las exhibe en desventaja, lo que puede justificar que en las clases económicamente menos favorecidas, predomine el sexo femenino.

Artículo vinculado:

«¿Quién orina más lejos?»

●●●

11 comentarios:

Unknown dijo...

Soy Docente jubilada, y por ende no tengo casa. Soluciones por intermedio de los formulismos en la parte gubernamental no existen. Como mi caso hay miles, y mi comentario se centra en una solución inmediata a tan importante necesidad.Lo de "la casa de barro" es por demás conocido y hace cientos de años que se utilizó y no por eso deja de ser un excelente camino con resultados asombrosos. No hay humedad, calentita en invierno, fresca en verano y aislante del ruido. Además está al alcance de todos: Barro ,paja , e implementos de la naturaleza.... Solo falta que el Gobierno la acepte como vivienda dentro de las reglas preestablecidas. Quedan hermosas, basta verlas en Internet, están a la altura de cualquier casa de material El hornero es el maestro, la naturaleza es sabia, no todo lo traen los libros.

Leyla dijo...

Muy interesante el comentario de lapintora... pero qué tiene que ver con el árticulo?!

Osvaldo dijo...

Estoy de acuerdo con Mieres. La forma de orinar no puede ser un detalle menor. Corresponde a una importántisima función de nuestro organismo y se trata de algo que realizamos varias veces al día. Ciertamente es muy posible que sea un elemento más de los que influyen en la mujer para que ésta se sienta menos poderosa que el hombre.

Cacho dijo...

En el fondo, una lady no se diferencia demasiado de un gato.

Evaristo dijo...

Estoy siendo testigo del maltrato al que está afectado el perrito de los vecinos de abajo. Resulta que salieron de vacaciones los padres con su hija y en casa quedó la abuela con el can. Habitualmente la abuela es maltratada por otro individuo de sexo femenino: la nieta de siete años. Ahora esta abuela maltrata al perro en forma consuetidinaria. Es probable que el maltrato sea un problema del grupo familiar y no en especial de la niña en cuestión. Todo esto va porque pienso que ejercer una postura de superioridad sobre otro, puede asociarse en cierto modo, al maltrato. No creo que este maltrato sea un problema sólo de los hombres, sino que las mujeres están fuertemente implicadas.

Anónimo dijo...

Las mujeres nos desquitamos orinando paradas en la ducha.

Sicarelli dijo...

Por donde yo vivo no se habla muy amenudo del amor.

Lucrecia dijo...

Los hombres se sientan de piernas abiertas y por lo tanto, ocupan más lugar. Ocupar más lugar da a entender que se es más importante.

Sandra39 dijo...

Hace un tiempito que las mujeres venimos orinando sentadas; es decir, más cómodas que los hombres. Podríamos sentir en nuestro fuero interno, que esa comodidad se debe a que somos más importantes.

Alma dijo...

Durante milenios nos hemos agachado también para dar a luz. Por eso las mujeres estamos mucho más cerca de la tierra y los hombres... en la luna.

J.J. dijo...

Para mandarnos una cagada estamos todos iguales.