jueves, 29 de noviembre de 2012

El erotismo de pedirle dinero al esposo



   
Cuando la esposa le pide dinero al esposo, inconscientemente le está pidiendo hacer el amor eyaculando en su vagina.

En otro artículo (1) propuse una idea, cuya síntesis al principio del artículo (copete, colgado), dice: «El sexo masculino es un Banco de Semen donde la Naturaleza deja depositados espermatozoides que las mujeres pueden retirar».

Esta ficción es una metáfora que intenta entender cómo nos relacionamos mujeres y hombres, no tanto en la cultura sino en la Naturaleza.

En la cultura predominan los vínculos en los que el varón detenta más poder político, físico y económico. La mujer parece ocupar un segundo lugar.

Ellos se encargan de traer el dinero necesario para los gastos de toda la familia y ellas se encargan de la crianza de los hijos y de las tareas propias del hogar: alimentar, vestir, higienizar.

Según la idea del artículo mencionado, fuera de la cultura los varones son esa especie que guarda algo de las hembras (los espermatozoides), para entregárselos cuando ellas lo soliciten, trámite que en los hechos consiste en seducir al banquero, provocarle una erección del pene, hacerse penetrar en la vagina y estimularlo (¿ordeñarlo?) hasta que entregue el retiro de espermatozoides que solicitó (eyaculación).

En la jerga bancaria, cuando un cajero entrega lo que el cliente viene a retirar de su cuenta, se dice que «el cajero pagó». Por lo tanto, cuando el varón eyacula en la vagina de la mujer, está «pagándole».

Nuestras familias hispanoparlantes son predominantemente tradicionales, con esa organización en la cual «el dinero es cosa de hombres». Es frecuente que en esas culturas el esposo sea el único que tiene acceso al dinero mientras que ella, cuando necesita cierta cantidad, tiene que pedírselo.

Para quienes ven esta costumbre como aberrante, recuerden que inconscientemente  ella está pidiéndole eróticamente semen.

 
(Este es el Artículo Nº 1.745)

13 comentarios:

Mª Eugenia dijo...

¿Lo mismo se aplica al ex-esposo cuando le reclamamos la pensión alimenticia? ¿Las mujeres queremos que él nos siga dando hijos? ¿Aún cuando elegimos a otro hombre que nos los dé?

Ingrid dijo...

Si tomamos la realidad Latinoamericana, sigue manteniéndose ese funcionamiento tradicional que usted expone: traer el dinero a casa; el dinero es cosa de hombres, la mujer depende de la protección del hombre para vivir ella y alimentar a sus hijos.

Marta dijo...

Necesitar la protección del hombre, como dice Ingrid, implica en cierto modo amarlo, porque amar a alguien es en buena medida necesitarlo. Y cuando hombre y mujer se aman, hacen el amor y tienen hijos. Desde ese punto de vista, su hipótesis puede ser acertada. Ella pide que él le dé, que le pague dándole hijos; el acepta, y así la pareja mal que bien parece funcionar.

Hugo dijo...

Es importante detenerse a ver qué pasa con nuestra naturaleza animal, porque siempre nos detenemos a ver lo que nos sucede partiendo de la base cultural, es decir, incorporando inmediatamente la parte cultural.

Enrique dijo...

Somos seres culturales. No creo que nos lleve a nada operativo ver separadas la parte animal de la cultural.

Graciana dijo...

Sé que seduzco a mi banquero. Él lo demuestra; es muy apasionado. A pesar de eso tiene un cocodrilo en el bolsillo.

CHECHU dijo...

CUANDO EL VARÓN EYACULA EN LA VAGINA DE LA MUJER ESTÁ RECIBIENDO UN REGALO.

Lola dijo...

Ambos reciben un regalo, Chechu.

Rosana dijo...

No tan regalo. Ese comercio sexual tiene sus consecuencias: él se cree dueño de ella, ella por no ser mal vista ante la sociedad o agredida por su compañero, reprime sus deseos sexuales, y no lo hace por amor. Supongo que debe de estar muy enojada; es muy injusto que él sea libre y ella no. Eso desgasta el amor. Salvo que ella sea feliz con esa situación, siéndole fiel a él y a su vez permitiéndole la poligamia.

Lucía dijo...

Debe producir una violencia muy grande en el hombre, depender del sí de ella para tener sexo.
Me acuerdo de un estudiante de psicología que había juntado las firmas necesarias para formar un partido político. Ese partido se llamaba ¨Movimiento de Liberación Masculina¨ (lista 69 -número muy inspirador-). Este hombre planteaba justamente eso, la desgracia en la que caía el varón al no tener la libertad de convocar. Él entendía, al igual que usted, que era la mujer quien elegía. Él reclamaba que el hombre también pudiera elegir. De qué manera pretendía lograr eso, no sé. Quizás haciendo consciente el tema, poniéndolo sobre la mesa.

Andrés dijo...

Ella puede estar pidiéndole eróticamente semen. Puede ser...
Me quedé pensando qué sucede cuando la mujer no llega al orgasmo mediante la penetración. Eso es bastante frecuente. ¿Será que ella cobra pero no tiene muchas ganas de pagar? ¿Por qué? ¿Sentirá que no ha sido bien paga?

Adriana dijo...

Ya saben muchachos. No se enojen cuando les pedimos dinero. Es una invitación erótica. No hagan como que se molestan. Pedirles plata significa que ustedes provocan nuestro erotismo.

Lucas dijo...

jajaja!!!!!!!!!!!!
Todo esto me parece disparatado. Ya sé que para encontrar soluciones nuevas a problemas viejos, a veces hay que dejar a un lado el sentido común. Pero...