miércoles, 27 de febrero de 2013

El dinero define las individualidades



 
Cuando pagamos con dinero estamos marcando, reafirmando,  corroborando, nuestra radical separación, (no vinculación), de quien nos cobra.

¿Quienes reciben lo que produzco, tienen que pagarme o colaborar conmigo para que pueda seguir produciendo?

Cuando el psicoanálisis funciona como procedimiento terapéutico, requiere que el analizante le pague honorarios al analista.

¿Por qué tiene que pagarle?

Una respuesta superficial diría, (y con mucha razón), que tiene que pagarle porque el analista es alguien que tiene sus gastos personales y familiares, como cualquier otra persona.

Una respuesta más rebuscada, más inaccesible ... aunque no por eso más valiosa, puede decir que el dinero que pasa de las manos del paciente a las manos del analista posee la fuerza simbólica como para que ambos tengan bien claro de quién son las dificultades psicológicas que se están analizando.

En otras palabras: cuando el paciente saca de su bolsillo el dinero con el que pagará los honorarios del profesional, está siendo consciente de que los problemas psicológicos son suyos, exclusivamente suyos y de nadie más.

Por su parte, cuando el analista está recibiendo ese dinero está siendo consciente de que los problemas psicológicos no le pertenecen, está siendo consciente de que no debe involucrarse en la situación del analizante, por más ganas que sienta de ayudarlo como a un hermano.

Repito la pregunta inicial: «¿Quienes reciben lo que produzco, tienen que pagarme o colaborar conmigo para que pueda seguir produciendo?»

Como vimos en el tratamiento analítico, el dinero separa a las personas: los circunscribe cada uno a su estricta individualidad.

Cuando el hombre le paga a la prostituta está quedando claro que él no la ama y cuando ella toma el dinero está quedando claro que ella no lo ama.

Muy diferente sería si ella tuviera sexo con su amigo porque ambos disfrutan gratificándose mutuamente.

(Este es el Artículo Nº 1.804)

11 comentarios:

Gabriela dijo...

Si seguimos evolucionando capaz que algún día nos damos cuenta de que sólo se trata de colaborar.

Inés dijo...

Es bien cierto que el dinero separa a las personas. A las personas que lo valoran demasiado.

Andrea dijo...

Escuché el videocomentario y lo único que puedo decirle es que el dinero es necesario pero no lo amo. En cambio a las personas necesarias, aquellas a las que yo necesito, sí las amo.

Manuel dijo...

Me parece que quienes ponen al dinero en la cúspide de su pirámide piensan que aquellos que no lo hacen son tontos.

Javier dijo...

Al analista hay que pagarle porque el analista vive en un mundo donde los servicios se compran y se venden.

Marta dijo...

De acuerdo con Javier. Lo demás es puro cuento.

Roque dijo...

El que pierde un vínculo importante porque pone por encima al dinero, que no le quepa la menor duda, ama más la soledad y el dinero.

Jacinto dijo...

Algún día otros seres humanos hablarán espantados de nosotros. Susurrarán: aquellos eran tiempos de barbarie!

Anónimo dijo...

Me casé con una prostituta que siempre tomaba el dinero... después de que nos casamos no, obvio.

Martín dijo...

Nunca tuve que pagar nada, pero siempre me quedó bien claro quién mandaba en casa.

Fulgencio dijo...

A veces la gente se cura y no paga.