Los asalariados atacan su fuente laboral pues creen que el empleador es el único responsable de sus penurias economías.
El estado de ánimo predominante cuando tenemos problemas
económicos forma parte del problema.
Parecería ser que los sentimientos próximos a la desesperación
se confabulan, conspiran, impidiéndonos salir de tan penosas circunstancias.
La habitual inteligencia con la que contamos para resolver
problemas ajenos, se ausenta justamente cuando la necesitamos para resolver
dificultades propias.
No solamente nos sentimos preocupados sino también alarmados
porque observamos confundidos que aquella facilidad que teníamos para gastar
dinero no funciona al revés: ganar dinero es realmente difícil.
La falta de simetría entre las acciones de gastar y las de
ganar nos confunden, nos debilitan, nos refuerzan los sentimientos de
inseguridad porque nuestra cabeza deja de funcionar en el peor momento, cuando
más la necesitamos.
Este tipo de dificultades las padecen tanto los asalariados
como quienes se ganan el sustento laborando por cuenta propia, trabajando solos
o con personal contratado.
Todos padecemos estas dificultades, todos tenemos un cerebro
más o menos parecido, todos gastamos con facilidad y ganamos dinero con
increíbles dificultades.
Empleados y empleadores se angustian, sufren, buscan
soluciones para aliviar estos dolores.
Lo que pueden ser diferentes son las circunstancias, pues no
es lo mismo buscar soluciones enfrentándose al mercado, (como tienen que
hacerlo los empleadores), a buscar soluciones que solo parecen estar en manos
del empresario empleador.
Cuando el empresario-empleador se enfrenta a un mercado
compuesto por múltiples agentes económicos, no puede contar con el alivio de
culpabilizar a otros de sus problemas, en tanto estos son muchos y muy
variados: competidores, políticas de gobierno, oficinas recaudadoras de
impuestos, sindicatos, baja productividad de los trabajadores.
Los empleados, al culpabilizar de su infortunio a una sola
persona (el empleador), se perjudican atacando a su fuente de trabajo.
(Este es el Artículo Nº 1.788)
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13 comentarios:
Me pareció muy razonable lo que plantea en el videocomentario, Doc.
La otra vez iba en el bus y escuché la conversación de los que estaban sentados detrás de mí. Decían que el sindicato, sin darse cuenta estaba perjudicándose porque acorralaba a los dueños de la empresa de forma tal, que iba a terminar siéndoles más conveniente establecerse en otro lado.
Lo que sucede Marina, es que los dueños del negocio tienen la facilidad de invertir su capital en otro lado o en otra cosa y seguir creciendo, seguir ganando dinero. En cambio el trabajador está en una situación más vulnerable, porque en general se le hará bastante difícil conseguir una nueva fuente laboral.
Es verdad que el empresario no puede contar con el alivio de culpabilizar a otros de sus problemas... aunque convengámoslo, puede culpabilizar al gremio.
Sí, Ernesto, pero el gremio forma parte de la empresa. Es un asunto propio que el empresario debe atender, así como atiende a sus proveedores.
Mentira Ingrid. A menudo ni siquiera negocian, toman nuevo personal.
El tema está en que es improductivo culpabilizar a otros de los problemas que nos competen.
De acuerdo con Analía. Tenemos que encarar lo que nos pasa. ¿Quién lo hará por nosotros?
Una forma de encarar lo que nos pasa es formando parte de un gremio negociador que haga respetar los intereses del trabajador.
Perdemos humanidad cuando se trata de juzgar a quienes son más poderosos. Por más que ellos tengan la sartén por el mango, no es fácil sostener esa sartén cuando hierve el aceite.
Para mí la solución es fácil. Si no quiero dejar gente en la calle, tampoco me pongo en la situación de brindar fuentes de trabajo.
Tu solución deja mucho que desear. Tal como estamos organizados es inconcebible funcionar sin esas personas que brindan fuentes de trabajo. Claro que no lo hacen de buenos que son, lo hacen para llevar adelante su emprendimiento. Si pueden sustituirlos por máquinas tanto mejor.
Entoneces, si en el sistema que nos hemos dado para organizarnos, Lucas, la gente es tratada como objeto, centremos nuestra energía en buscar un sistema mejor. ¿Por qué adaptarse a lo que no sirve?
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