lunes, 18 de febrero de 2013

El talento para la convivencia matrimonial



 
Para ganar dinero tanto necesitamos conseguir y conservar una ocupación remunerativa como conseguir y conservar una inteligente convivencia familiar.

¿Para qué trabajamos, ganamos dinero y lo administramos con prudencia?

Hasta donde puedo ver, estos intereses también tienen su eje en la única misión que tenemos los seres vivos: conservar la especie (1).

Formar una familia puede ser interesante, pero la mayoría de las veces es apasionante.

Quizá nada iguale en entusiasmo a vincularse afectivamente con otra persona de diferente sexo para formar una sociedad, tener hijos y ayudarlos a crecer hasta que también ellos puedan repetir la historia de sus padres.

Hago hincapié en que la otra persona sea de diferente sexo porque estamos cursando una moda, (año 2013), muy concentrada en igualar la conducta, la aceptación popular y los derechos de los heterosexuales con la homosexuales.

Este forzamiento es muy voluntarista, característico de colectivos con baja tolerancia a la frustración, embanderados con el siniestro eslogan «querer es poder».

Lo real es que cuando una pareja está biológicamente posibilitada para reproducirse, tiene unas condiciones humanas y sociales muy distintas a quienes biológicamente no están posibilitados para reproducirse.

Retomo al tema inicial que refiere a la formación de una familia y al insuperable estímulo que esta situación aporta a las ganas de ganar dinero y administrarlo inteligentemente.

Además del talento y la habilidad desarrollados para ganar dinero en el mercado laboral al que podemos acceder, estamos fuertemente influidos por cuáles son nuestras expectativas de la sociedad conyugal.

Quienes necesitan al príncipe azul fracasan antes de empezar pues tienen aspiraciones irreales. Quienes pretenden que el cónyuge sea un esclavo de la sociedad matrimonial al punto de perder todos sus gustos, deseos y preferencias personales, también está saboteando la duración del vínculo.

Ganar dinero también requiere habilidades para permitir la convivencia conyugal.

(1) Blog que reúne artículos sobre el tema La única misión
 
(Este es el Artículo Nº 1.795)

14 comentarios:

Esteban dijo...

Una pareja bien avenida y una familia nuclear armónica (que mantenga un buen vínculo con los hijos), aporta condiciones favoralbles para tener un buen desempeño laboral, entusiasmo y por lo tanto ganas de progresar económicamente.

Oriente dijo...

Puede ser apasionante y muy gratificador formar una familia, o simplemente una pareja que conviva y tenga algunos proyectos en comùn. Para que esto suceda de forma natural es necesaria la confianza mutua y cierta admiración por el otro. Admiración que no excluya la aceptación de sus dificultades o defectos.

Fabián dijo...

Me divorcié tres veces y todo lo que había logrado construir desde el punto de vista económico se desperdició.

Filisbino dijo...

Administrar de forma inteligente el dinero ya es otro tema. Pueden estar muy entusiasmados en ganarlo, pero también muy entusiasmados en gastarlo.

Marta dijo...

Pretender que el cónyuge sea un esclavo lleva tarde o temprano a la ruptura.

Jacinto dijo...

Se puede formar una familia homosexual. Se pueden adoptar niños. Y todo funcionar muy bien.
Esos niños criados en el amor, serán adultos productivos mañana.

Alba dijo...

Criar a los hijos es difícil. Sobre todo porque nos exige tiempo, atención y energía. Además un esfuerzo de comprensión muy grande.

Mariana dijo...

He conocido hombres y mujeres con un gran deseo de formar una familia, que luego fracasan. En general es por excesiva rigidez y dificultades para escuchar.

Anónimo dijo...

Siempre soñé con una familia. Cinco o seis hijos. Una casa grande, un perro y un auto. La familia perfecta. De todos modos la hermosa casa que compré, la camioneta que servía para salir todos a pasear y el perro que fue campéon en su raza, no alcanzaron para que fuésemos una familia feliz.

Margarita dijo...

A veces uno de los integrantes de la familia es muy ambicioso y el otro no. Si ocurre eso es difícil ponerse de acuerdo para progresar económicamente.

Selva dijo...

Ganamos dinero y administramos con prudencia para sobrevivir y criar a nuestros hijos en un ambiente tranquilo y armonioso. Sin grandes carencias ni sobresaltos. Pero eso a veces no alcanza.

Esteban dijo...

Una pareja puede funcionar muy bien como sociedad conyugal y muy mal como amantes. En ese caso la pareja se convertirá lentamente en un vínculo de amigos y el amor se buscará por otro lado.

Hugo dijo...

Ser testigo del crecimiento y los logros de nuestros hijos es una de las alegrías más grandes que un ser humano puede vivir.

Alejo dijo...

No tengo hijos, Hugo, pero te aseguro que algunos de mis sobrinos, de mis alumnos y hasta algunos niños del barrio, son para mí hijos a los que amo aunque no pueda decir que son míos.