sábado, 10 de octubre de 2009

El costo del desprestigio

Algunas particularidades de los países confiables son similares a las que esperamos encontrar en las personas confiables.

La expresión «políticas de estado» define el conjunto de criterios que no cambian a pesar de que los gobernantes de turno pertenezcan a corrientes ideológicas distintas.

Se dice que un país es confiable cuando a lo largo del tiempo (varias décadas) conserva ciertas particularidades en forma estable.

Por ejemplo:

— Tiene disciplina monetaria porque el Banco Central ejerce realmente su misión de controlar la conducta del sistema financiero. Es seguro que los ahorros depositados se recuperen; si pedimos un préstamo, no nos cambiarán las condiciones pactadas originalmente; el dinero nacional conservará su valor frente a otras monedas.

— Las leyes no cambian cada poco tiempo, el sistema judicial es ágil y a precios accesibles, los casos similares tienen sentencias similares.

— Los costos del estado no agobian a los contribuyentes con impuestos confiscatorios, es constante la preocupación por igualar el costo fiscal con el valor de los servicios que el estado brinda, siempre se aplican similares criterios para determinar cuánto deberá aportar cada uno.

Estas características de los estados que son confiables porque logran evitar los sobresaltos provocados por los bruscos cambios en la orientación de sus políticas, también son deseables en los individuos.

Nuestra conducta personal generará o no confianza y el resultado se reflejará en nuestra capacidad para ganar el dinero necesario.

No es fácil tener una conducta uniforme (que nos haga previsibles) porque con el paso de los años nuestro carácter va cambiando inevitablemente.

Sin embargo, vale la pena tener en cuenta que dejarnos llevar por los impulsos que comprometan nuestra credibilidad puede tener costos que, si bien no se pueden calcular, siempre son desproporcionadamente altos.

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11 comentarios:

Mercedes Algorta dijo...

Algunas personas tienen vocación de ser muy respetables pero otras no.

Esto de guardar las formas no es para todo el mundo.

A mi demen distensión, relax, informalidad y me sacarán lo mejor que hay en mi (si es que tengo algo que no sé).

Dimitri dijo...

En la escuela militar tenemos reglamentos hasta para los festejos.

Josefina dijo...

Para que una persona sea confiable tiene que manejarse con ética, de lo contrario no sabremos nunca cómo se comportará. Usted aboga a favor de la confiabilidad, al tiempo que lo hace a favor de la mentira. Ambas cosas no se compatibilizan.

Yamandú dijo...

A la impulsividad hay que manejarla con cuidado pero sin ahogarla.

Anónimo dijo...

No está bueno que difunda fotos de aquella fiesta. De último delata que ud también estuvo.

el mutante dijo...

Suerte que todavía tengo pocas décadas, así no tengo que sostener ninguna particularidad.

Rubén dijo...

Está bien que propender a la felicidad de las personas sea una política de estado, pero no a costa de puro circo!

Lao Tsé dijo...

Las víboras cuando se desprestigian mudan de piel.

el oriental dijo...

El clima influye mucho sobre los individuos. Aquí los cambios bruscos de temperatura nos convierten en eternos sobresaltados.

Rufino dijo...

A veces el Banco Central se sale de eje.

Eustaquio Pérez dijo...

Aquí los casos similares tienen sentencias similares, si y sólo si, la condición económica de los ciudadanos es similar.