miércoles, 28 de octubre de 2009

La debilidad de la Mafia

Observar la realidad desde diferentes puntos de vista es tan divertido como las reuniones de amigos que se constituyen en los bares, cafeterías, restoranes, clubes.

En el afán de competir por la originalidad, la sagacidad, la cultura, la abundancia de información, la habilidad expositora, el sentido del humor, hace que estas reuniones provoquen «un antes y un después» en cada participante.

Les cuento resumidamente las ideas expuestas en una que ahora recuerdo.

En Sicilia los comerciantes pueden optar entre comprarle seguridad al estado o a la Mafia. Los costos son diferentes. El estado es más caro, lento, poco efectivo y además exige el cumplimiento de muchos trámites, afiliaciones, controles (contabilidad organizada, aporte a los institutos que subsidian a los ancianos, cumplimiento de normas higiénicas).

La Mafia es más efectiva, cobra menos, no controla nada excepto el cobro puntual, aplica la «justicia» con criterios que pueden ser negociados con quien compra el servicio.

Sin embargo el estado es más grande, tiene más poder, persigue a su competidor (la Mafia), tiene influencias internacionales (por la suscripción de tratados y a través del intercambio de embajadores).

Quienes eligen la informalidad, la clandestinidad de sus emprendimientos, están condenados a no poder crecer y siempre corren el riesgo de ser sancionados perdiéndolo todo.

Es cierto que parece más costosa la formalidad, el apego a las normas y la transparencia en la gestión empresarial, pero existe una razón de peso para preferir esta alternativa: los estados son más fuertes que la mayoría de las organizaciones que pretenden competir con ellos.

Me parece ingenuo decir que mantenerse dentro de la ley es lo que corresponde, lo que se debe hacer: Es más honesto decir que estar dentro de la ley es lo más conveniente, más rentable, menos riesgoso, lo que ofrece mejores oportunidades.

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15 comentarios:

Benveniste dijo...

La exhibición de fuerza que hizo China cuando festejó los 60 años de la era Mao fue impresionante y creo que llamó a reflexión a todos los gobernantes y militares del orbe.

Domenico dijo...

Cuando intentamos crear una fuente de ingresos, es preferible no hacer grandes gastos y si se puede postergar la afiliación oficial, mucho mejor.

Se evitan pérdidas si la idea fracasa.

Raúl dijo...

Estoy de acuerdo con su conclusión final y me pregunto por qué no nos alcanza con sentir que buscamos lo más conveniente

Alicia dijo...

Jamás se me habría pasado por la cabeza de que a la mafia se le podía comprar seguridad, manteniéndose por fuera.

Martín dijo...

Los debates simpre son divertidos, salvo para los políticos.

Canducha dijo...

Dentro de la informalidad se puede crecer y se puede perder todo de un día para el otro.

Luciana dijo...

Tiene que existir la forma de que el Estado gane en rapidez y efectividad.

Adolfo dijo...

Observar la realidad desde distintos puntos de vista, puede ser desconcertante.

Eusebio dijo...

Para pedirle colaboración a la Mafia hay que estar muy seguro de poder pagar en fecha.

Anónimo dijo...

En la clase de catecismo nunca podría decir que hago las cosas bien porque me conviene.

Grafito Paredes dijo...

Con cada bar que se cierra, muere una rama de la filosofía nacional.

Luján dijo...

Cuando el Estado es más chico y tiene menos poder... ¡estamos fritos!

Ludovika dijo...

El concepto de justicia de la Mafia es bastante sangriento.

el demócrata dijo...

¡En Sicilia hay libertad de opción!

Wilfredo Solís dijo...

La mafia japonesa (Yakuza)suele ser utilizada por su bajo costo y efectividad.

En el mundo desarrollado es más frecuente que en los subdesarrollados.

El nivel competitivo de los países desarrollados deja afuera de la formalidad del estado a muchos agentes.

Hacía años que nadie escribía sobre este tema.