lunes, 4 de julio de 2011

La cárcel económica autoimpuesta

El endeudamiento excesivo genera una reacción social consistente en perseguir al moroso para cobrarle, cortándole además todo nuevo financiamiento. En los hechos es castigado con una pérdida de libertad económica.

Es muy claro para cualquiera que no podemos gastar más dinero del que ganamos.

¿Por qué entonces a tanta gente inteligente se le acumulan deudas que nunca podrá pagar?

Los humanos pertenecemos a la naturaleza como cualquier otro ser u objeto. Parecería ser que en el universo y más particularmente en nuestro planeta, todo funciona en un constante movimiento armónico que por momentos se desequilibra desencadenando otros movimientos tendientes a recuperar el equilibrio y la armonía.

La salud es un estado de armonía corporal que por momentos también se desequilibra obligándonos mediante el dolor a realizar acciones que procuren recuperar el equilibrio y la armonía (quietud, ayuno, abrigo).

Es posible pensar entonces que el universo, la Tierra y nuestro cuerpo tienen funcionamientos similares porque en ellos existe una armonía que se desequilibra provocando fenómenos que procuran el reequilibrio y la armonía.

A nivel de nuestro cuerpo:

1º) la armonía es percibida como un estado de saciedad, bienestar, paz;
2º) el desequilibrio es percibido por la aparición de sensaciones dolorosas;
3º) estas nos asustan, nos impulsan a buscar soluciones calmantes, es decir que nos reequilibren para recuperar la armonía.

También son propios de nuestra naturaleza:

a) averiguar cuál fue el factor desequilibrante (un esfuerzo, la ingesta de un alimento tóxico, un accidente por descuido);
b) aprender que eso no podemos volver a hacerlo (aprendizaje).

El endeudamiento excesivo restringe la libertad de comprar, provoca limitaciones económicas, empobrece, todo lo cual constituye la mejor solución para quienes creen que sus padecimientos más peligrosos son provocados por la libertad económica de satisfacer sus necesidades y deseos.

Quienes carecen de saciedad o disciplina, necesitan buscar inhibiciones externas.

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10 comentarios:

Santiago dijo...

Recuerdo a una de mis maestras que les decía a mis padres, que yo los provocaba para que ellos me pusieran límites.

Olga dijo...

Muchas veces llegamos a descubrir el factor desencadenante pero no estamos seguros de que sea ese el que vuelva a actuar, en otra circunstancia.

Chapita dijo...

De qué me sirve tanto esfuerzo para equilibrarme, si me desequilibro de nadita?

Iñaqui dijo...

Cuando persiguen al moroso, al final siempre lo agarran, porque va muuuy lento.

la gordis dijo...

Hacer quietud... abrigadita... qué lindo! (imposible el ayuno)

Teresita dijo...

Hay que conocerse para saber cuáles son nuestros límites, hasta donde podemos llegar sin dañarnos. A menudo una renuncia nos ahorra un sinfín de malestares.

Sarah dijo...

Así como "contigo pan y cebolla" es poco realista, "compre ahora y pague después" puede resultar demasiado futurista.

Andrés dijo...

No podemos gastar más dinero del que ganamos. Ahora tendremos que gastar del que ganaron.

Joaquín dijo...

La libertad económica nunca puede ser la causa del padecimiento, porque libre es el que opta en armonía a sus intereses.

Beatriz dijo...

La disciplina es muy beneficiosa. Tiene mala fama porque nos la inculcaron a prepo.