lunes, 5 de diciembre de 2011

El sindicalismo es un mal necesario

El sindicalismo tiene dos defectos: está compuesto por seres humanos y necesita engañar para convocar trabajadores muy apegados al individualismo.

Cuando era mentalmente muy joven (inmaduro), pedí una entrevista con el gerente máximo de la empresa para la cual trabajaba como empleado administrativo.

La secretaria, muy profesional, consultó su computadora y me dijo que en treinta días el gerente podría concederme una entrevista de cinco minutos.

Para mi sorpresa, me sobraron cuatro minutos.

Apremiado por la cruel necesidad de ganar más dinero para solventar mis gastos, le dije con mi mayor capacidad de síntesis:

— Si no me aumenta el sueldo, renuncio.

El gerente me miró por sobre los lentes y me preguntó:

— ¿Cuándo?

Fin de la entrevista.

Aún siento gratitud hacia aquel personaje que con una sola palabra cambió mi vida.

Al elaborar mi estrategia contundente para obtener un éxito fulminante, pensé que yo era tan imprescindible para los demás como era imprescindible para mí mismo y aparentemente para los familiares y amigos que se alegraban al verme.

Este fracaso me obligó a reconsiderar cuánto vale mi trabajo para quienes estarían dispuestos a pagarlo con dinero.

Una de las causas de mi retardo emocional fueron las dulces palabras de mis dirigentes políticos y sindicales, quienes me hicieron creer que mi autoevaluación era realista pero que el mercado laboral, plagado de personajes mezquinos, abusadores y explotadores, quería estafarme, pero ahí estaban mis salvadores (políticos y sindicalistas) para evitar esa estafa.

Quizá usted crea que me encamino a condenar a estos dirigentes. No, terminaré de otro modo.

Estos dirigentes políticos y sindicales, si bien no son ningunos santos, tuvieron que engatusarme, engañarme, seducirme para que yo abandonara mi omnipotente e inmadura creencia de que individualmente podía conseguir lo que tiempo después obtuve uniéndome (colectivizando mi necesidad) a los otros trabajadores como yo.

●●●

11 comentarios:

Ernesto dijo...

Formar parte de un sindicato requiere aceptar que las soluciones a nuestras necesidades no serán satisfechas rápidamente, que será necesario negociar y escuchar las necesidades del otro, que nos veremos obligados a dedicar parte de nuestro tiempo y energía a perseguir lo que consideramos justo.
Si reclamamos de manera individual obviamos un montón de pasos pero perdemos dramáticamente en fuerza de negociación.

Sandra39 dijo...

Pienso -al igual que los dirigentes sindicales de su historia- que el mercado laboral está plagado de explotadores.

Néstor dijo...

Quienes tienen el poder de decidir cuanto pagarán el trabajo asalariado, se guiarán por lo que decidieron quienes estaban antes, es decir, lo que se paga en el ramo. Y si nos remontamos a lo que se decidió en los orígenes, y pensamos por ej. en la primera revolución industrial, lo que se decidió fue pagar el mínimo posible, ya que el fin fue abaratar costos y aumentar ganancias, no el bienestar del trabajador

Evaristo dijo...

Nadie es totalmente imprescindible, pero algunos
son más imprescindibles que otros.
Si la oferta es baja y la demanda alta, seremos más necesarios y mejor remunerados.

Marcia dijo...

No me queda claro cuál es el engaño del sindicalismo.

Gabriela dijo...

La lógica de la oferta y la demanda evalúa el valor del trabajo y el de los bienes con un criterio funcional al sistema capitalista, sistema en el que existen explotados y explotadores. Esto no sucede porque hayan buenos y malos, sucede porque como especie, no hemos sido lo suficientemente evolucionados como para regirnos por un sistema más justo. Algunos creen que es posible cambiar para mejor y se apasionan con ese tema. Están dispuestos a dedicarle tiempo porque hacerlo les hace sentir mejor. Otros no creen en nada. Otros están acaparados y/o apasionados, por otras temáticas. Y otros están muy cómodos así como están las cosas, y buscarán inconscientemente (quiero decir, en general no de manera consciente)justificaciones para que todo siga igual.

Elena dijo...

Usted habla de adaptarse al sistema en el que nos tocó vivir. Su apuesta al futuro está centrada en los cambios que podamos hacer individualmente para salir de la pobreza patológica. Desde su punto de vista, estos cambios no vendrán de la mano de un cambio de paradigma. Pienso que los cambios individuales (posibles sólo en un pequeño porcentaje de la población)tendrán necesariamente que ir acompañados de cambios globales.

Rosana dijo...

Quien tenga que pagar con su trabajo mi trabajo, tenderá a desvalorizar el mío. De lo contrario, dónde estaría su ganancia?

Clarisa dijo...

Un tema es que siempre haya alguien dispuesto a hacer el mismo trabajo por menos dinero.
Otro tema es el de si el salario es justo. Los dirigentes sindicales centran su esfuerzo en el segundo punto. Ud plantea que no perdamos de vista el primero.

Selva dijo...

Será real que un gerente está tan ocupado como para concederle a un empleado una entrevista de cinco minutos a los treinta días? A mí me parece más una forma de desprecio.

Paola García BERNADÁ dijo...

Creo que el mensaje que te dieron tus dirigentes sindicales eran dirigidos hacia una conciencia de clase, tú clase, la trabajadora. Es decir, existen empresarios y como buen empresario defiende sus intereses(hacer dinero)y vos como trabajador como no tenés el mismo poder,necesitas unirte a tus compañeros para valorarte como trabajador,para aprender a negociar, y no creer que el provecho es sólo del otro. Quizás sea necesario para no asumir un rol pasivo en dónde esto se presenta como un orden natural que no hay por qué cambiar.
Los dirigentes sindicales son seres humanos que tienen convicciones y que saben argumentar, pero la fuerza no la hace el dirigente(por más palabras lindas tenga) sino tus compañeros y vos. Y si es el sindicalista el que "me endulza" con sus palabras para hacerme creer que juntos podemos,me encanta el azucar!
El tema está en que el tiempo no pase por nuestra vida haciéndonos escépticos y no dejandonos repensar lo que creemos. Saber por qué y para qué estamos o seguimos estando en un sindicato,para que no haya palabras que puedan "seducirme".
Me parece que es un tema muy rico, y que es necesario que se profundice más aún.
Paola.gar.3566@gmail.com