miércoles, 14 de noviembre de 2012

No molestar a los narcotraficantes



   
Es posible pensar que los gobernantes tienen fundadas razones para «no molestar» a los narcotraficantes.

Observemos esta escena que describiré para que partamos juntos, usted y yo, hacia un breve comentario que no deberá superar las 300 palabras, como ocurre con los demás artículos.

Un joven, que podría ser un estudiante de Valencia, (ciudad de España), que se opone a los recortes en el presupuesto universitario que ha decretado el presidente de la república (Mariano Rajoy), es inmovilizado por un policía.

Este joven también podría haber consumido alguna droga, (alcohol, cocaína, heroína), que le provocara una intoxicación severa, suficiente para «inmovilizarlo» por unas horas.

En ambos casos, su molestia, su indignación, habrían tenido resultados similares porque la lucha contra aquello que lo perjudica fue inútil en tanto no pudo recuperar el dinero que le fuera recortado en el presupuesto nacional.

Sin embargo, una y otra actitud (manifestar en la calle o drogarse) tienen  pronósticos bastante diferentes.

La diferencia que existe entre una y otra actitud se parecen al joven que sueña con fundar una familia y marca su presencia en todos los lugares donde puedan encontrarse chicas que pudieran convocarlo como padre para sus hijos (equivalente a participar en los enfrentamientos contra la policía) y otro chico que compre revistas pornográficas y se masturbe (equivalente a drogarse para soñar un mundo mejor).

Ahora hago girar mi punto de vista y trato de ubicarme en la cabeza de Mariano Rajoy.

Si no lo entiendo mal, todos los gobernantes prefieren a los chicos que se masturban y se drogan y no prefieren a los que hacen ruido, acusan escandalosamente, ropen el amoblamiento urbano y obligan a que los policías tengan que salir de sus cómodos cuarteles.

Es posible pensar que los gobernantes tienen fundadas razones para «no molestar» a los narcotraficantes.

(Este es el Artículo Nº 1.730)

8 comentarios:

Tiago dijo...

De más está decir que meterse con los narcotraficantes implica entrar en un mundo sórdido, donde las coimas y la muerte son las que mandan.

Alberto dijo...

En el video comentario usted habla de la intención de aquellos que tienen poder, de inmovilizar a la competencia. Pone conmo ejemplo el hecho de que apenas entramos en una institución médica nos toman la presión y lo señala como forma de control, lo cual metafóricamente estaría implicado un sofocamiento de la rebeldía.
A todo esto se me ocurre la siguiente idea (extraña asociación): que gobiernen los jóvenes.

Anónimo dijo...

Soñar y otros verbos que se le emparentan en su significado como imaginar, idealizar, fantasear... Esos verbos me han convertido en alguien con cierto desarrollo de la capacidad pensante, pero con escasa capacidad de acción.

Ernesto dijo...

Manifestar en la calle estando drogado, no es una buena combinación.
Manifestarse o drogarse, como usted dice, son dos caminos con distinto pronóstico.

Mª Eugenia dijo...

El alcohol es una droga legal y extremadamente peligrosa. Ya hemos aprendido que la prohibición no funciona con el alcohol. ¿Por qué creemos que sí puede funcionar con otras drogas?

CHECHU dijo...

LA POLICIA INMOVILIZA COMO UNA DROGA

Javier dijo...

La institución policial inmoviliza en la medida que reprime. Pero a la vez que inmoviliza prende el motor de la ira. La ira no inmoviliza.

Iris dijo...

No sería del todo disparatado pensar que quienes gobiernan al mundo son los narcotraficantes. El narcotráfico es comercio e industria que mueve enormes sumas de dinero, causa efectos llamativos sobre quienes las consumen, no maneja códigos compartidos, está metida en todos lados.