Ciertas acciones pueden compararse de forma que, por
ejemplo, cobrar parece ser una acción femenina que ofendería a algunos varones.
Con muchos lectores podríamos
coincidir en que es una comparación válida decir que el varón siembra en el
vientre de la mujer.
Pensar en la Madre Tierra es
bastante común. Decir que el varón deposita su simiente en el vientre de la
mujer también es muy accesible para nuestras posibilidades de hacer metáforas
(comparaciones).
Esta línea nos permite pensar
también que a la mujer se le asigna un rol pasivo porque la tierra fértil
también es pasiva, se deja sembrar. El labriego tiene el rol activo de mover la
tierra con el arado para que las semillas encuentren dónde anidar y fertilizar.
Es popular decir que los hijos
son «el fruto del vientre materno».
En síntesis, la comparación entre mujer y tierra es tan aceptable como
su complemento de que el varón fecunda a la mujer con su semen.
Esta semejanza puede ampliarse y hacerla extensiva a otras situaciones
parecidas, aunque no tan obvias como las clásicas que acabo de mencionar.
Por ejemplo, sería posible decir que el comprador es una persona pasiva
que espera ser satisfecho por el vendedor, de donde podemos deducir que comprar
es una acción femenina y que vender es una acción masculina.
Por ejemplo, sería posible decir que el que hace una pregunta es una
persona pasiva que espera ser satisfecha por quien responde, de donde podemos
deducir que preguntar es una acción femenina y que responder es una acción
masculina.
Por ejemplo, sería posible decir que el que cobra es una persona pasiva
que espera ser satisfecha por quien paga, de donde podemos deducir que cobrar
es una acción femenina y que pagar es una acción masculina.
Quizá algunos varones pobres no quieren «cobrar».
Artículos con temas complementarios
al actual:
(Este es el Artículo Nº 1.791)
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16 comentarios:
Si el hecho de cobrar se metaforiza en el inconsciente como acto femenino, quizás a los varones que les moleste cobrar sea porque tienen muy reprimidos sus aspectos femeninos.
¿Y entonces a las mujeres que les molesta cobrar?
Puede que sea porque hay roles femeninos que se impusieron culturalmente y las mujeres no se sienten a gusto asumiéndolos.
Cierto, las mujeres no somos pasivas ni nos gusta asumir roles pasivos.
Ser pasivo equivale en cierto modo a ser sumiso. Eso, aunque tiene sus ganancias, también tiene como contraparte sus múltiples molestias.
En las distintas épocas de la historia y en las distintas culturas, el rol de la mujer ha sido muy distinto y ha ido cambiando con múltiples vaivenes. Cuando ha predominado para la mujer un conjunto de actitudes y roles pasivos, como en el plano sexual, o en el laboral, estando obligada a ceñirse al rol encomendado de ama de casa que se ocupa casi en exclusividad de la crianza de sus hijos, el cuidado de los padres ancianos y el de los enfermos de la familia, probablemente muchas mujeres hayan sentido con mucha fuerza la necesidad de incursionar en otras áreas de la vida que le estaban vedadas, como los estudios superiores, el desarrollo de una profesión, la libertad en el plano sexual.
Esta frustración cargada de ira, puede, en algunas mujeres, como dice Valentina y reafirma Efraín, generar dificultades en el acto de cobrar.
Las mujeres en general consumen más que los hombres. Pero al día de hoy y al menos en mi país (Uruguay), creo que son más las mujeres vendedoras que los varones.
Puede que sean menos los varones vendedores, aunque en lo que se refiere a grandes ventas, para empresas exportadoras por ej, predominan claramente los varones.
Sí Hugo, y en la venta de automóviles es notorio, todos o casi todos son hombres. Parecería que aún en los roles que más condicen con la actitud femenina impuesta culturalmente, los varones mantienen un lugar de poder cuando la paga es buena. Quizás esto se deba a que el varón pasa por encima de estas cuestiones, cuando la posesión de dinero y el lugar de prestigioso o de poder, lo compenzan en su virilidad.
El comprador es una persona pasiva cuando no es un inversor.
Lo que sucede, Norton, es que invertir sería una forma de fecundar.
En la especie humana la mujer anida y el hombre, en esos momentos de vientre grande de la mujer, sale a buscar el sustento con la agilidad que le proporciona el ser uno y no dos.
¡El vientre pesado son sólo seis meses! Y hay hombres que el vientre pesado lo cargan toda la vida.
No olvidemos que antes de cumplir su rol ¨pasivo¨ de dejarse sembrar, la mujer cumplió un rol activo: convocar al hombre.
Bueno, está muy bien todo esto, pero ¿qué pasa con el tema del dinero?.
Yo creo que a la mayoría nos cuesta cobrar porque todos tenemos aspectos femeninos y masculinos. Sólo que algunas personas disfrutan más exigiendo y otras cumpliendo.
Por mi parte me sucede que cobrar implica como contracara que me haré responsable de brindar un buen servicio. Y me da miedo, porque no estoy del todo segura de poder brindarlo.
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