Para que los planes de estudio generen ciudadanos
ignorantes, solo deben ser algo más perfectos de lo normal y así desmotivar a los estudiantes.
El pueblo sabe de metáforas,
aunque quizá no sepa que sabe.
Por ejemplo, todos los
refranes son metafóricos pues son comparaciones que sugieren una idea
diferente, más sutil, abstracta y directa de lo que el refrán enuncia.
Cuando decimos el refrán «En el país de los
ciegos el tuerto es rey», estamos hablando de algo mucho más genérico y
conceptual que la ceguera.
Literalmente, ese refrán nos está diciendo, por ejemplo, que un tuerto,
(alguien que tiene un solo ojo), deja de ser un discapacitado parcial en un
contexto donde los demás carecen totalmente del sentido de la vista.
Escuchando esta aseveración
literal podemos interpretar también que con escasez de recursos se pueden
alcanzar grandes logros cuando se aplican en situaciones muy deprimidas.
Más genéricamente suele
aplicarse para decir que «en el país de los ignorantes, el mediocre
es rey».
Desde el punto de vista social y hasta económico, es relativamente fácil
lograr que los ciudadanos sean ignorantes e inclusive indiferentes. Logrado
esto, cualquier mediocre puede gobernar con pocas dificultades, como lo haría
un rey absolutista.
Para que un pueblo sea ignorante no hay que utilizar mecanismos muy
complicados. Cualquier mediocre con poder de tomar decisiones puede elaborarlo.
La clave parece estar en el sistema educativo, proponiendo planes de
estudio ligeramente más ambiciosos de lo que sería razonable.
Como lo perfecto es enemigo de lo bueno y tanta gente aspira a la
perfección, los mediocres pueden elaborar un plan de estudios que tenga
aspiraciones apenas un poquito mayores de lo que sería razonable.
No deben ser groseramente mayores porque la intención de desmotivar a
los estudiantes y convertirlos en ignorantes fácilmente gobernables, sería
demasiado evidente.
(Este es el Artículo Nº 1.824)
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14 comentarios:
Si el sistema educativo aparta a los niños y a los jóvenes de los asuntos y problemas presentes que les atañen, de nada servirá que sepan de química, geografía, matemática o historia.
Un plan de estudios perfecto en el sentido de súper-completo, nos asegura que se transmitirá una parte bastante extensa del saber acumulado hasta ahora. Y cuanto más completo sea en ese sentido, más alejado estará de proporcionar elementos y espacios para pensar.
Muchos docentes le replicarían a Arturo que para estudiar los alumnos deben pensar en todo momento. Y eso es en parte cierto. No lo es del todo, porque se estudia sin pensar demasiado. Las ocupaciones de un niño, un adolescente o un joven, son tantas, que auque tuvieran interés no podrían dedicarle el tiempo necesario a estudiar pensando, más aún con la extensión que tienen los programas.
La elaboración de los planes de estudio no sólo está altamente politizada sino que además está globalizada. Las directivas generales provienen del llamado mundo desarrollado (EEUU y Europa).
En general, la elaboración participativa de los planes de estudio es poco común. La participación de los docentes en la misma es escasa, y nula la de los estudiantes. La mayoría de las veces se recurre a consultores internos, sólo con el fin de asesoramientos puntuales.
Dado que la elaboración de cualquier plan de estudios dependerá de la ideología de la educación y de la capacitación de quienes elaboran el plan, la decisión de quienes participarán en el plan es fundamental.
Según tengo entendido la Organización de las Naciones Unidas tiene mucho poder de decisión.
La falta de participación de los principales actores produce falta de motivación y compromiso.
Los docentes no podemos introducir cambios si la institución no cambia. Como la institución está incerta en la sociedad, no podrá cambiar mientras la sociedad no cambie.
Muchos se preguntan si es la educación la que hace cambiar a la sociedad o si la sociedad es la que hace cambiar a la educación.
Los cambios sociales pueden ser generados por diversos factores: políticos, demográficos, tecnológicos, cambios del mercado, distintas percepciones sobre cómo utilizar y administrar los recursos.
Es importante tener en cuenta que las decisiones políticas se toman a nivel regional y global, no sólo a nivel local.
Ya que existe una multitud de factores internos y externos que producen cambios en cada institución o programa, de manera constante, los planes de estudio deben cambiar también. No se puede continuar con planes de estudios que en lo básico no han cambiado en más de 50 años.
Todo muy lindo, pero las más de las veces la sociedad no está interesada en el programa educativo que esta siendo aplicado.
Esto prueba la mediocridad del nivel ciudadano.
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