miércoles, 28 de enero de 2009

Mi amigo Dios

Un dios es un ser superior que posee todas las virtudes en grado extremo. Es inmortal, lo sabe todo, lo puede todo y está en todos lados.

A ese ser imaginario se le atribuyen algunas particularidades que también posee el dinero.

El dinero es inmortal porque no es un ser vivo; lo puede (casi) todo y está en todos lados (por qué es de uso universal). Queda afuera que «lo sabe todo» … aunque con él se puede comprar bastante información.

Esta incapacidad de «saberlo todo» se compensa con creces en que Dios tiene una existencia dudosa mientras que el dinero tiene una existencia verdadera.

Sin embargo, esa existencia imaginaria de Dios lo hace más amigable porque cada uno puede suponer las características guiado por su gusto y placer mientras que el dinero, por ser de existencia real, nos prohíbe fantasear con él.

Los creyentes creen saber más de su Dios que del dinero y seguramente sea así por la libertad que cada uno tiene de diseñarlo a su antojo.

De estas dos entidades que participan en nuestra vida cotidiana, nos llevamos bien con Dios porque lo imaginamos a nuestro gusto —pero no nos da de comer— y nos llevamos mal con el dinero porque no lo podemos imaginar sino que nos impone su realidad —pero él si nos da de comer—.

Este hecho podría ser una causa de pobreza patológica.

●●●

21 comentarios:

Anónimo dijo...

"Un dios es un ser superior que posee todas las virtudes en grado extremo. Es inmortal, lo sabe todo, lo puede todo y está en todos lados". Este es mi bomboncito y no se los presentaría jamás!!!

Anónimo dijo...

Alguna vez leí o escuche que dios nos hizo a su imagen y semejanza y otros dicen que nosotros hicimos a dios a nuestra imagen y semejanza. ¿Por qué viven riñendo?

Anónimo dijo...

Un versito del siglo XIV:
Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
De contino anda amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso Caballero
Es don Dinero.

Anónimo dijo...

No sé cuánto me durará porque soy inconstante, pero este lunes empecé a seguir este blog. Ayúdeme y no se ponga aburrido! jiji

Anónimo dijo...

Insisto en pedirle a mi virjencita del Luján, pero me parece que no soy la única y me tiene un poco abandonada. Seguramente otros estarán peor que yo.

Anónimo dijo...

No estoy seguro pero para mí que la mayoría de las cosas que la gente va a plantearle a su santo son asuntos económicos. De hecho las iglesias y los bancos tenían arquitecturas similares.

Anónimo dijo...

Podría diseñarse un DIOS DEL DINERO, ya que es tan fácil, según Usted.

Anónimo dijo...

Soy un investigador aficionado:
Busqué en Google y ud piensen:
Dios: 71.500.000 respuestas
Dinero: 72.600.000 respuestas
Omaba: 105.000.000 respuestas
Bush: 252.000.000 respuestas

Yo creo que la preocupación entre dios y el dinero es bastante pareja pero no tanto como los presidencias de EE.UU.

Anónimo dijo...

Apruebo el último párrafo. Muy claro y preciso, además de acertado.

Anónimo dijo...

Estoy enferma patológica. Tres veces leí "El dinero es inmortal" pero yo entendía que "El dinero es inmor_al". Qué tremendo! Cómo para que me paguen lo que merezco!!

Anónimo dijo...

Toda mi niñez es cristiana y no puedo aceptar estos conceptos suyos, pero reconozco que lo alienta la buena fe y muchos conocimientos de una especialidad que se caracteriza por su ateísmo.

Anónimo dijo...

Siempre uno termina llevándose mal con la mano que le da de comer.

Anónimo dijo...

Yo sí que imagino con el dinero. Imagino y no paro de imaginar. Él me permite infinitas cosas y nunca lo dejo de desear, porque siempre hay más para conquistar.

Anónimo dijo...

No creo que el dinero sea inmortal, de todos modos se le augura una larga vida.

Anónimo dijo...

Quién dijo que el dinero está en todos lados! Por acá hace rato que ni pica.

Anónimo dijo...

Si tuviese que elegir diseños para el dinero, escogería un estilo minimalista.

Anónimo dijo...

Si ud compara a Dios con el dinero quiere decir que no entendió nada.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Eduardo. Dios es el deseo y el Dinero es la realidad, tienen puntos en común pero son especies diferentes.

Anónimo dijo...

A mí me pasa al revés: me llevo mal con dios y bien con el dinero. El problema que tengo con el Barba es que nunca entiende mis criterios.

Anónimo dijo...

No sé por qué elegimos un Dios tan exigente. Los Dioses griegos eran mucho más amables que el Cristo.

Anónimo dijo...

De verdad quisiera creer en algo tan bonito como un Dios.