jueves, 22 de enero de 2009

Pobreza autocurativa

Un par de comentarios sobre el artículo de anteayer titulado «Mi perro aún no vota» me sugirieron otra forma de ver lo mismo.

Algunos ciudadanos padecen una restricción en sus libertades porque la sociedad entiende que pueden actuar de una forma perjudicial para sí mismos o para los demás.

Así tenemos personas medicadas por la psiquiatría que, como se dice en la jerga médica, están «químicamente enchalecados» (aludiendo al chaleco de tela que suele usarse para controlar los movimientos de los pacientes que cursan una crisis de agitación corporal).

Esta limitación de los movimientos de una persona se hace porque se entiende —como dije— que de lo contrario podría perjudicar o perjudicarse.

La pobreza también podría considerarse un «chaleco económico».

Estaremos de acuerdo con que la escasez de recursos materiales restringe fuertemente la libertad de los ciudadanos y bien podríamos pensar que esta situación es la consecuencia de un diagnóstico según el cual esa persona, con más dinero, no sabría darle un uso conveniente para sí mismo o para la sociedad.

Hasta donde conozco, la diferencia con el enchalecamiento químico (donde el diagnóstico y tratamiento lo provee un psiquíatra), en este caso es el propio ciudadano quien tiene una actitud saludable (autocurativa) privándose en lo posible de algo (el dinero) cuya tenencia lo hace sentir mal, lo preocupa, le impone una disciplina que lo enferma, teme que alguien lo lastime para robárselo, su ideología religiosa lo hace sentir pecador o impuro... y me quedo con la convicción de que esta lista de motivos es muy incompleta.

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25 comentarios:

Anónimo dijo...

No me doy cuenta de qué manera puede compararse a un loco con un pobre.

Anónimo dijo...

Me gustó eso de "chaleco económico", pero para mí que lo ponen algunos señores de la sociedad.

Anónimo dijo...

No saberse administrar es una manera de ver las cosas. Me parece que hay personas que se molestan teniendo dinero.

Anónimo dijo...

Hace años que deposito mis ahorros en un mismo banco y cada vez me dan más asco porque mi cuenta viene creciendo (ya tengo 45 años) y cada vez están más babosos y adulones. Comprendo que haya gente con estómagos más sensibles que el mío. Lo del chaleco no me da mucho.

Anónimo dijo...

Mis amigos quedan flipados cuando les cuento que ni toco el dinero de mi sueldo sino que llevo el sobre así como me lo dan y se lo doy al del banco. Tampoco quiero saber cuanto va. Mi novio lo sabe pero él paga todo y si no mi madre o mi hermana, pero yo de dinero, NADA!

Anónimo dijo...

Me disgusta mucho el dinero pero trabajo en una tesorería. Allí sólo hago números, cálculos, hasta llego a determinar con una planilla Excel cuántos billetes de cada especie tienen que conseguirse para pagar los sueldos, pero yo no soporto tocarlos.

Anónimo dijo...

Vivo solo, peleado con toda mi familia por culpa del dinero. No estoy enchalecado pero si estoy en una celda de aislamiento por culpa del dinero por una maldita herencia que mi abuelo repartió mal.

Anónimo dijo...

Es probable que la sociedad limite la libertad a quienes no saben usarla (quitándole dinero), pero entonces no entiendo porqué tantos antisociales reciben tanta libertad-$.

Anónimo dijo...

Siempre ando con lo justo y estoy contenta. Sueño con un futuro en el cual sea muy querida por todos y donde no haya ni billeteras, ni relojes, ni almanaques. Quizá en África...

Anónimo dijo...

Por prescripción médica, necesito 500 euros más por mes. jajaja

Pedro dijo...

Parece que el "Chaleco económico" no funciona demasiado bien para ciertos Poderosos industriales, no? Incluso con ciertos poderes que llegan tan lejos y profundos como lo son los medios masivos de comunicación, y no estoy hablando de los pobres "villeritos" haciendo cumbia, sino de gente que tiene un grupo económico importante detras (que, si vamos al caso, los "villeritos" son sólo marionetas)

Anónimo dijo...

Entre el artículo anterior (del perro con correa o bozal, no me acuerdo) y este otro del chaleco económico, estoy entendiendo que el dinero funciona como factor limitante que la sociedad nos pone según nuestra conducta. Es un dispositivo que determina hasta dónde podemos llegar y hasta dónde no podemos llegar.

Buenísima la idea aunque todavía no sabría cómo darle una aplicación práctica, pero lo digo en serio, esta muy buena la comparación.

Anónimo dijo...

Puede ser lo que ud. plantea en algunos casos minoritarios. En realidad lo que rompe los ojos es que el dinero da libertad para elegir. Pero como mucha gente escapa de la libertad, lo que ud dice parece tener su lógica.

Anónimo dijo...

Lo del chaleco químico es así, te empastillan y quedás enchalecado. Ahora, la gente con guita es de tan distinta ralea, que pensar en un control social por esa vía, me parece muy traído de los pelos.

Anónimo dijo...

Con la lógica que ud propone, entonces los maestros son mal pagos para restrintgir su libertad de acción social. No me parece, mire.

Anónimo dijo...

Si los planchas tuvieran mucho dinero saldrían a robar igual, porque según ellos mismos dicen "plancha se nace"

Anónimo dijo...

No cabe duda de que los maestros no deben ganar mucho dinero. Si se les da viento en la túnica te anulan todos los recreos.

Anónimo dijo...

Lo que pueden tener en común algunos locos y algunos pobres es la bronca acumulada.

Anónimo dijo...

Entonces ud. opina que los ricos le dan un buen destino a su dinero, para sí mismos y para la sociedad. Nunca se me habría ocurrido.

Anónimo dijo...

Recuerdo que de pequeña tenía un libro de fábulas adaptadas para niños. Una de esas fábulas hablaba de un zapatero muy trabajador, que un buen día recibió una bolsa con monedas de oro. A partir de ese momento el pobre hombre no podía dormir, comer, ni trabajar contento. Vivía siempre preocupado ante la posibilidad de perder su tesoro.
Al estar familiarizada con estas ideas, no me parece para nada descabellado lo que ud dice.

Anónimo dijo...

Creo que yo me animaría a ser un poco menos saludable y más atrevida con el dinero. Lo difícil es tener la oportunidad.

Anónimo dijo...

El chaleco de tela se usa mientras dura la crisis, pero ¡ojo con el chaleco químico! Una vez que te lo dejás poner, ya no sabés si algún día te lo vas a poder quitar.

Anónimo dijo...

Si la pobreza es un chaleco, ni abriga, ni viste.

Anónimo dijo...

Al final ud que piensa ¿es una actitud saludable la del pobre que no quiere poseer dinero para evitarse problemas? ¿o está diciendo que los pobres mejor que sigan así porque con dinero serían un peligro? No queda nada claro su planteo.

Anónimo dijo...

Llegar a hacer dinero es algo que lo veo tan lejos de mis posibilidades que ya no me lo planteo, supongo que para evitarme desilusiones. Es cierto que se puede soñar con muchas cosas, pero echar de los sueños a los bienes materiales, te restringe bastante el espacio de soñador.