Entre las miles de clasificaciones que inventamos los humanos, hay una que en su momento llamó mucho la atención y aún sigue siendo un dato curioso.
Según esta clasificación las personas podemos pertenecer a la personalidad tipo A o a la personalidad tipo B.
El tipo A es el súper estresado, el muy dinámico, el que trabaja hasta cuando no es necesario, el que llega siempre en hora, quien probablemente se enoje cuando algo le sale mal, que le tiene fobia al fracaso.
El tipo B es quien hace todo lo contrario: huye del estrés, es lento, necesita mucho estímulo para trabajar, puede ser impuntual, difícilmente se enoje y el fracaso le molesta pero no demasiado.
Esta clasificación es usada por muchos profesionales de la salud porque han encontrado que poseer una personalidad de tipo A es un factor de riesgo cardiológico.
Una broma que suelen hacer dice que los del tipo A pueden morir de un infarto mientras que los del tipo B pueden morir de hambre.
Por lo tanto, «todos los extremos tienen algo de malo» (y lo mejor está en el medio).
Como les decía, esta clasificación llamó mucho la atención porque —hace unos años— en China, los que morían de infarto eran quienes tenían personalidad tipo B.
La explicación es que en el régimen que instauró Mao Zedong (1893 - 1976) [imagen] en 1949 (Creando la República Popular China) eran fuertemente castigados los ciudadanos que demostraran huir del estrés, lentitud, que no fueran laboriosos y demás características de la personalidad tipo B.
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12 comentarios:
Soy tipo A y si llego a los 40 me consideraré muy afortunado.
Apártense porque en cualquier momento salpico vísceras.
Ah claro! De ahí viene lo de trabajar como un chino.
A la personalidad tipo B le agregás puntualidad y dinamismo y ya está.
Ahora me doy cuenta de que a Mao le hizo falta un buen asesor de imágen.
¿Qué hace Mao sin el cuello mao?
Ahora sí que no entiendo lo que quizo decir el Qki con eso de que el Pepe era pro-chino.
No sé, lo único seguro es que soy de sangre tipo A.
Yo pretendo ser del tipo A pero moderado.
No estoy de acuerdo con Lucio. Lo mejor es ser del tipo B y cobrar una herencia.
De todos modos, lo más riesgoso sigue siendo no tener personalidad.
Soy tipo B y cometí el error de casarme con una A. ¡Estoy perdido!
Si quiere hable con mi cardiólogo. Mi corazón sólo admite una personalidad tipo B.
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