viernes, 30 de octubre de 2009

Somos iguales pero diferentes

No todos los seres humanos funcionamos igual.

Si un deportista proveniente de una ciudad que se encuentra a la altura del mar se desplaza a la ciudad boliviana de La Paz, padecerá un brusco descenso de su rendimiento porque el aire y la presión admosférica a más de tres kilómetros de altura son muy diferentes (apunamiento).

Las personas habituadas a una determinada dieta, pueden tener dificultades digestivas si la cambian por otra diferente.

Nuestra respuesta sexual cambia en función de quién sea el/la ocasional partenaire.

En otras palabras, los deportistas nativos de La Paz tienen un sistema circulatorio y respiratorio adecuados a su lugar de nacimiento, los chinos se alimentan con comida que puede ser tóxica para un francés y fornicar con la esposa o con una experta en servicios sexuales puede lograr erecciones diferentes.

Hasta acá todo parece muy claro y accesible para la mayoría de las personas. Esta información está incluida en la sabiduría popular.

No es tan sencillo encontrar personas dispuestas a respetar las preferencias ideológicas de quienes piensan diferente.

Las personas funcionamos bien en nuestro ambiente habitual, con nuestra dieta corriente y con nuestra compañía sexual conocida, así como funcionamos bien si podemos adorar a los dioses de nuestra preferencia, votar a los candidatos que nos merecen confianza y defender con pasión al equipo deportivo que amamos.

Es tan difícil e inadecuado cambiar las preferencias físicas como las mentales.

Para ganarnos el sustento es imprescindible tener destrezas que otros puedan utilizar a cambio de un salario pero para poder disfrutar de una razonable calidad de vida, no solamente hace falta dinero.

Entender serenamente nuestras limitaciones, nuestras diferencias, nuestras necesidades y nuestros requerimientos para poder funcionar, nos alivia el estrés que provoca la intolerancia.

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14 comentarios:

Laurita dijo...

Mi compañero de vida no entiende que nunca soportaré a su familia y menos a su papá.

Si por lo menos leyera este artículo...

Flopy dijo...

Prefiero utilizar yo mis destrezas.

Silvia dijo...

usted mismo me ha molestado bastante cuando despotrica contra las religiones.

Casilda dijo...

Es cierto, antes que nada debemos aprender a ser tolerantes con nosotros mismos. (tolerantes no permisivos)

Mª Eugenia dijo...

¿Por qué le parece inadecuado cambiar las preferencias?

Oriente dijo...

Nuestro idioma es tan vago que se pueden decir dos cosas verdaderas y opuestas al mismo tiempo, por ej, que todos somos iguales y todos somos diferentes.

el oriental dijo...

A mí me desciende el rendimiento cuando tengo que ir a visitar a mis suegros, a la ciudad canaria de La Paz.

Anónimo dijo...

Las destrezas que poseo son comunes a millones de personas, por eso cotizo bajo.

la gordis dijo...

La nutricionista no entiende que yo debo adelgazar comiendo dulces.

Gumersindo dijo...

Ya es difícil encontrar personas que piensen, imaginesé, que piensen diferente es un lujo!

Eusebio dijo...

Tendríamos que tener en cuenta que dos personas pueden pensar diferente y estar las dos equivocadas, o al revés, las dos tener razón.

Sarita dijo...

Lo más triste es tener que salir de tu ambiente habitual para funcionar bien.

Anónimo dijo...

Algo me dice que si no funciono bien con mi compañía sexual conocida, ha llegado la hora de conocer una compañía diferente.

Alicia dijo...

Creo que cambiar nuestras preferencias no depende de nuestra voluntad.