Efectivamente, existe una mesa llena de regalos que no disfrutamos por dos motivos: a) No sabemos que están ahí; y b) No sabemos qué uso darles.
La publicidad siempre nos hace obsequios, quizá para apaciguarnos porque a nadie le gusta recibir consejos, recomendaciones o respuestas a preguntas que nunca hizo.
Usted está mirando una película atrapante y cuando los protagonistas comienzan a vivir una situación sorprendente, aparece alguien para decirle: «… debería usar este jabón. Mírelo mientras camino hacia su derecha, ¿lo ve? Es muy bueno. No deje de comprarlo».
Como la indignación es el único sentimiento posible ante esta invasión de su privacidad, el culpable (anunciante) deberá indemnizarlo.
El anunciante —que ya sabe la molestia que le causará—, se adelanta y le obsequia (lo indemniza con) una película para que usted la vea sin pagar, desde su sillón predilecto, con la vestimenta más cómoda, acompañado de las personas que prefiera.
Internet está llena de regalos. Algunos que no tienen ninguna utilidad, pero algunos que tienen mucho valor y otros que tendrían valor si usted supiera aprovecharlos.
El mayor proveedor de obsequios es Google y paradójicamente es la empresa más valiosa de todo el mundo. Esto significa que nadie podría comprarla.
En suma: Dos grandes empresas como son Google y Microsoft compiten por ver cuál de las dos nos hace regalos más atractivos y nosotros, como si fuéramos una jovencita que se sabe atractiva, nos mantenemos indiferentes, desaprovechando bienes y servicios que tienen o podrían tener valor económico si supiéramos aprovecharlos.
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13 comentarios:
Más diría: no sabemos vivir en esta época. Necesitaremos que muchas cosas dejen de cambiar tan rápido para poder entender qué tenemos y -a partir de ahí- qué podemos.
Yo no creo que nos hagan regalos.
El primer regalo, del que se derivan luego todos los demás, es la vida. A veces no es fácil aprovecharla.
Entre lo que cobran el cable y la cantidad de anunciantes que ofertan, siento que no me indemnizan lo suficiente.
si regalara todo lo que no uso, me quedaría con poco y nada
Por eso no me gusta que me hagan obsequios; siempre hay gato encerrado.
A mí sólo me gusta que me regalen ropa.
No entiendo por qué nadie podría comprar Google.
La mesa que más disfruto es la de los postres.
Google y Microsoft deberían rotular sus regalos, así no se nos pasan desapercibidos.
¡Mentira! El mayor proveedor de obsequios es Papá Noel.
Me casé hace 5 años y todavía tengo regalos que no abrí. De a poco los voy regalando en los casamientos que me invitan.
Sabe algo? No sé pensar en eso.
Releí su artículo y no se me ocurre nada.
Usted tiene alguna idea? Por qué no nos orienta un poco más?
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