lunes, 25 de julio de 2011

Los relojes valiosos

El aparato psíquico suele compararse con un mecanismo de relojería por varias semejanzas. Una es que se valoriza cuando coincide con la realidad.

Podemos utilizar algunos ejemplos para entender cómo funciona nuestro pensamiento.

En otro artículo (1) lo comparé con un mecanismo de relojería porque todos tenemos una idea de cómo es por dentro ese ingenioso aparato que mide el tiempo y es capaz de igualar sus resultados (informar la hora) a los de otros semejantes por simple sincronía, sin estar conectados físicamente con ellos.

Esto de poner en imágenes (imaginar) nos permite suponer por ejemplo que nacemos con muy pocos engranajes aunque con la estructura (lugar, espacio) suficiente para que otras rueditas, resortes y palancas puedan incorporarse paulatinamente.

El proceso educativo, formativo, culturizador que recibimos desde muy corta edad, tiene semejanzas con el trabajo de un artesano capaz de construir piezas para reparar cualquier máquina, mueble, joya.

Nuestros padres, familiares y maestros son esos artesanos, quienes día tras día generan las condiciones para que aprendamos a controlar los esfínteres, a comer con cubiertos, a no interrumpir la conversación de otros.

Sin saberlo, sin poder verlo, por puro ensayo y error, esos educadores tratan de inducirnos sus enseñanzas procurando que se conviertan en nuevos engranajes que se acomoden a la estructura ya existente.

Cada incorporación de nuevas enseñanzas, hábitos, criterios, sólo podrá instalarse si supera la prueba de coherencia que impone la naturaleza en cada uno de nosotros. Ninguna pieza nueva podrá entorpecer el funcionamiento del reloj ... aunque sí podrá dejarlo con un funcionamiento poco sincronizado con los otros «relojes».

En suma: las dificultades de convivencia se parecen a un reloj que no da la hora igual que los demás. Si atrasa o adelanta estará dando respuestas equivocadas, seguramente no será apreciado, si consigue trabajo, ganará un salario bajo.

(1) El delicado aparato psíquico

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8 comentarios:

Facundo Negri dijo...

Que nuestro reloj, metafóricamente hablando, coincida con el de la realidad (mayoría), de más está decir que no se da siempre. Aún siendo así, cuando no tenemos conflictos con unos, tenemos conflictos con otros.

Valeria dijo...

Los líderes tienen un reloj muy especial. Va alineado con el de su grupo de referencia, pero en momentos claves se adelanta uno o dos minutos y empieza a sonar.

Evaristo dijo...

Los únicos relojes que pueden darse el lujo de adelantar sin correr el riesgo de quedar eternamente en los escaparates de la joyería, son los de marcas reconocidas.
Si un fulano cualquiera sale a decir cosas muy inteligentes, puede llegar a ser tildado de loco, pero si lo hace alguien muy popular, será escuchado con atención.

Nolberto dijo...

Las dificultades de convivencia se parecen a un reloj escrachado contra el piso.

Chapita dijo...

Se me han incorporado engranajes que funcionan de manera independiente. Tengo como dos o tres relojes en uno.

Alexandra dijo...

Yo la palanca que estoy buscando es aquella que me lance al estrellato!

Morgana dijo...

Si nos ponemos a medir de cerca, muy de cerca, los relojes, veremos que muy pocos están sincronizados a milésimas de segundo.

Damián dijo...

Me han dicho que mi realidad es muy oscura, pero todo funciona mejor desde que compré mi reloj futurista con luz LED a doce euros!