lunes, 12 de mayo de 2008

Amar = aceptar el deseo

En los dos artículos anteriores me refiero a cómo la aceptación (sincera, amplia, generosa, sin restricciones) del propio deseo, es un acto que nos abre un acceso a un yacimiento energético personal de inestimable valor.

Algunos lo dicen de otra manera: «El amor todo lo puede». Pues sí, podemos expresarlo así ¡Pero atención! Esta consigna en el contexto que estoy desarrollando significaría que: «Te acepto tal cual tu eres». Esto equivale a decir: 1) Conozco tu verdadero deseo; 2) Lo acepto sinceramente 3) Deseo que puedas lograr su plenitud.

La diferencia radical con la interpretación popular de la consigna «El amor todo lo puede» es que ésta se viene utilizando para expresar que

1) Conozco tu deseo;

2) Conozco cuál es el deseo ideal que deberías tener;

3) Lucharé para que tu deseo real se convierta en mi deseo ideal.

Por el contrario yo les propongo otra forma de interpretar el sentido de «El amor todo lo puede»:

1) Conozco tu deseo;

2) Asumo que no existe ningún otro deseo mejor para ti;

3) Lucharé para que tu auténtico deseo tenga oportunidad de desarrollarse en todas sus potencialidades.

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14 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay un momento crítico que uno no sabe cuando se produce, sobre todo porque a veces no se produce. Ese momento crítico es cuando los adultos responsables del menor, tienen que dar un paso al costado porque el menor ahora ya no es menor y tiene capacidad real de asumir responsabilidades, de tomar decisiones, y por lo tanto, de hacerse responsable de su deseo. Por diferentes razones los padres no nos damos cuenta con claridad cuándo debemos abandonar esa paternidad. Peor aún: el chico tampoco se da cuenta.

Anónimo dijo...

Es conveniente para ambas partes no darse cuenta de cuando un jovencito deja de ser menor de edad. Los padres queremos seguir en el rol por nostalgia y ellos quieren hacerse cargo de cosas en las cuales les gusta sentirse autosuficientes pero cuando se ven en problemas, enseguida corren a que uno los rescate.

Anónimo dijo...

El licenciado tiene un pensamiento que es mezcla de matemática con romanticismo. Razona, deduce y le encuentra la vuelta para que todo sea más bien ideal que otra cosa. Es agradable pero no le creo. Todos queremos que nos obedezcan, que tomen a nuestro deseo personal como el deseo universal. TOOOODOS!

Anónimo dijo...

Martín, ¡sos un amargado!

Anónimo dijo...

Estoy desconcertado porque no sé que es lo que quiero. Mi profesor de yoga dice que a los 17 no hay quien no se sienta perdido, pero me parece que soy un poco más maduro que la mayoría pero tengo ganas de irme de mi casa a vivir solo y hay día que me viene mucho miedo, que voy a extrañar, que voy a pasar hambre y me viene la cobardía.

Anónimo dijo...

Nacio mi primera hija y no sé que hacer con la invasión de las abuelas que están peleándose para tomar resolución sobre cómo hay que hacer las cosas. Mi esposa me mira y no sabemos cómo decirles que las necesitamos pero que por favor se vayan.

Anónimo dijo...

Este artículo me recuerda una frase célebre que dijo alguien en Estados Unidos: "No estoy de acuerdo con sus ideas pero lucharé hasta morir para que ud pueda expresarlas".

Anónimo dijo...

Me gustó lo que dijo Clotilde y me parece que este servicio que da Google es una de las tantas cosas que lo convierte en la empresa de la web más genial que se merece todo nuestra aprobación y apoyo.

Es importantísimo para mí poder meter comentarios en cualquiera de los blogs sin que me obliguen a estar registrado como me obligan otros mediocres.

Anónimo dijo...

Yo debería haber sido hija de mi abuela pero lamentablemente la biología me complicó. Mis padres siempre están diciéndome lo que debo hacer y lo que no debo hacer y ya tengo 20 años. Claro que me equivoco pero seguiré equivocándome mucho si no me dejan que me equivoque.

Anónimo dijo...

Parece que el licenciado se mandó una trilogía con los artículos sobre el deseo, que arrancó con la creatividad productiva que tienen los homosexuales que se animan a confesar su opción y luego con los dos últimos.

Muy buenos. No sé si podré hacer algo de lo que ahí se recomienda, pero son semillitas que quedaron en germinación. Algún día pueden salir un pastito o un árbol.

Anónimo dijo...

Tenemos un problema que no ha sido considerado: La humanidad está cada vez más autista. Las personas nos metemos dentro de nuestra caparazón y es difícil que asomemos la nariz para ver qué pasa a nuestro alrededor. Así es difícil que uno pueda enterarse de lo que el otro desea. Ya casi no escuchamos ni lo que el otro dice.

Anónimo dijo...

La cosa no funciona estimado colega. Todos queremos que nos quieran tal como somos pero es prácticamente imposible aceptar a los demás tal como son. Mis 15 años de terapia bisemanal me tienen en esta idea y me parece que ya tengo derecho a pensar que no hay alternativa.

Anónimo dijo...

Me gustan los razonamientos matemáticos que este psicólogo aplica a la psicología. No pierdo la esperanza de que alguien me pueda entender algún día. Mis padres me parece que no se soportan y ambos son muy trabajadores. Se quejan de todo. Concluyo: Ellos quizá no se toleren pero han comprendido que en la vida hay que sacrificarse: para estar casados, para trabajar, para cualquier cosa. El dolor les demuestra que están haciendo las cosas bien. Ya sé qué no tengo que hacer.

Anónimo dijo...

Creo en eso del 'yacimiento energético' que se consigue cuando uno se acepta más. Cuando uno está desganado suele estar atado por un hilo de coser y no se da cuenta. Se siente que el mundo no es estimulando y la verdad es que uno no tiene posibilidades de disfrutar de él porque todo le parece mal.