viernes, 5 de septiembre de 2008

Cómo vivir sin gastar dinero (II)

Ayer publiqué el artículo titulado Cómo vivir sin gastar dinero (I) y hoy les resumo un relato de Mark Twain titulado El billete de un millón de libras.

Dos hermanos reciben de un banco inglés un préstamo de dos millones de libras y piden que se les entregue el importe en dos billetes de un millón de libras cada uno.

Uno de los hermanos pensaba que alguien muy pobre, con solo mostrar el billete podría vivir muy bien durante un año y luego devolverlo sin haber gastado una libra. El otro hermano pensaba que eso era imposible e hicieron una apuesta.

Entra en acción un hombre pobre, de honradez indiscutible. Le entregan un billete de un millón de libras, le explican la apuesta y le piden que vuelva dentro de un año a devolverlo.

Lo primero que hizo el pobre y honrado Sr. Adams fue entrar a una gran tienda y vestirse de pies a cabeza con ropa muy fina. Cuando fue a pagar, obviamente el cajero no tenía dinero suficiente para devolverle el excedente del millón de libras pero, impresionados por la riqueza de Adams, le concedieron un crédito por lo que acababa de comprar más todo lo que en el futuro pudiera necesitar.

Las aventuras de este tipo continúan, la inteligencia del Sr. Adams y la fascinación por su «riqueza» generaron más y más créditos que él supo administrar como para generar un importante patrimonio personal y al cumplirse el año, devolvió el billete a los hermanos.

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19 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Dónde está este relato de Twain que no pude encontrarlo por ningún lado en la web?

Anónimo dijo...

La moraleja sería "Hazte fama y échate a dormir".

Anónimo dijo...

Supongo que es pura ficción porque un billete de esa nominación nunca existió.

Anónimo dijo...

Eso de pagar con billetes grandes es una técnica que usan algunas personas para pagar en locales que tienen pocas ventas.

Anónimo dijo...

Si juntamos este texto con el de ayer, concluimos que teniendo mucho dinero y fama, se puede vivir sin usarlo.

Anónimo dijo...

Qué linda sombrita recibe el perro que vive en esa casita.

Anónimo dijo...

La persona solvente genera confianza y multitud de intereses a su alrededor. No es fácil llegar a ser un Sr. Adams y menos mantenerse. Van mis felicitaciones para los que lo logran.

Anónimo dijo...

Siií...la sombrita de ese árbol parece consistente.

Anónimo dijo...

Yo sólo quiero ganar un millón de pesos con el quini y no mostrárselos a nadie.

Anónimo dijo...

Cuando me saco la ropa, los hombres suelen concederme crédito.

Anónimo dijo...

¿Puedo hacer de los créditos la base de mi fortuna?

Anónimo dijo...

Podría hacer lo mismo que el Sr. Adams. Soy honesto y buen administrador del dinero ajeno.

Con mi dinero no sé que me pasa.

Anónimo dijo...

Don José Artigas no vendió el rico patrimonio de los orientales. Lástima que lo abandonó.

Anónimo dijo...

El Sr. Adams la tenía clara, lo primero es la imágen, lo primero es parecer y no ser, primero lo superficial y después lo profundo si llego. Todo una mierda.

Anónimo dijo...

Si el Sr. Adams le devolvió el billete del millón de libras a los hermanos. ¿Entonces uno quedó con medio millón de libras y el otro con un millón y medio?. ¡Jugada la apuesta!

Anónimo dijo...

Yo también tengo una honradez indiscutible, pero el dinero lo maneja mi marido.

Anónimo dijo...

He optado por no salir a cenar porque nunca quieren cobrarme.

Anónimo dijo...

me gusto

Anónimo dijo...

q va!!!!...no es asi...bueno..no exactamente!!!...tines k aprender a leer y comprender bn ok!!...