Cuando necesitamos la colaboración de una persona, aspiramos a que sea el mejor en la especialidad: El mejor médico cuando necesitamos recuperar la salud; el mejor sacerdote cuando necesitamos ayuda religiosa; el mejor profesor cuando queremos entender algo, y así en cualquier otra necesidad o deseo que queramos satisfacer.
Porque siempre buscamos la mejor ayuda opino en el artículo titulado «Monarquía proletaria» que somos aristócratas, en tanto esta palabra significa «la preferencia por los más aptos».
Pero cuando tenemos que elaborar la estrategia para asegurarnos el sustento nos damos cuenta que sólo podremos lograrlo si conseguimos ser los mejores en alguna destreza que otros puedan solicitar (comprar, contratar).
Por lo tanto, nuestra estrategia estará dirigida a conquistar la preferencia de personas aristócratas (repito: en tanto preferirán siempre a los mejores ... ¡igual que nosotros!). Por el contrario: si rechazamos a los aristócratas, estaremos obstaculizando la posibilidad de asegurarnos el sustento (obtener un salario, recibir honorarios, ser contratados).
Resumiendo: Es imprescindible aceptar que todos buscamos a los mejores artesanos, a los mejores profesionales, a los mejores amigos, a los mejores cónyuges ... y que los demás TAMBIÉN HACEN LO MISMO.
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15 comentarios:
No soy ni quiero ser tan exigente. Ni con los demás ni mucho menos conmigo mismo. La vida es demasiado corta.
Concurro a una universidad pública y mi padre ya me dijo que con lo que me están enseñando son muy pocos los clientes que él podría pasarme cuando se retire.
Después de ver las Olimpíadas, la fiesta de inicio y la de cierre, leo esto y el ánimo se me hace pedazos.
Para mí aristócrata y nazi es exactamente lo mismo. No los puedo soportar de ninguna manera!!!
La vida es compleja por todos los desafíos que se nos presentan, si además tenemos que superar marcas, los que quedaremos por el camino seremos muchos más.
Algo no me cierra.
Es un poco fundamentalista este artículo. Me parece que las cosas no tienen que ser tan dramáticas. Es cierto que yo quiero ser amigo de los mejores pero tampoco soy un super-exigente que no les perdone ninguna falla.
La lógica de su artículo es inobjetable. Lo que usted dice salta a la vista pero en general no lo tomamos en cuenta cuando encaramos nuestra vida.
Quiero consultar al mejor médico. Mi sueldo no es el mejor suelfo.
Ergo: no puedo consultar al mejor médico.
Yo quisiera cortarme el pelo con un buen estilista pero tengo que moverme con profesionales de mi nivel económico, siempre de medio pelo.
Mi novio es el mejor. Por suerte pocas se dan cuenta.
No pido tanto. Ni se me da por pensar en contratar al mejor sanitario. Sólo quiero uno que venga!
Mire que es dura la competencia para ser el mejor en una destreza...habrá que buscar alguna poco concurrida.
Lo mejor para solucionar este problema es vivir en pueblo chico, cuanto más chico mejor: en medio de los ciegos el tuerto es un rey.
Busco al mejor compañero, pero como soy una persona muy honesta, no le puedo vender que yo sea la mejor compañera. Dejemos que se de cuenta solo y después decida. Quizás me quiera igual con algún defectillo de fábrica.
Sé de un montón de gente que se piensa que elige al mejor político y en realidad eligen al más carismático.
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