martes, 15 de diciembre de 2009

La cotización de mamá

Al pensar que existe algo que pueda denominarse pobreza patológica estoy asumiendo que algunas dificultades económicas son un síntoma, la consecuencia de un funcionamiento inadecuado de nuestra psiquis (pensamiento, razonamiento, afectividad).

La propia hipótesis de que algunas dificultades económicas sean el síntoma de una patología psicológica incluye la expectativa de que sean tratables y curables.

La mayoría de (por no decir «todos») los intentos por solucionar la escasez de recursos materiales no aprovechan sistemáticamente las poderosas herramientas disponibles en las ciencias psi (psicología, psicoanálisis, psiquiatría).

Este artículo es otro comentario a los más de setecientos que llevo publicados en este blog.

El dinero y la madre tienen en común que «satisfacen necesidades y deseos».

Es perfectamente posible que el funcionamiento mental confunda (condense) inconscientemente una y otra institución tomándolas (creyéndolas, usándolas, considerándolas) como iguales.

Esta similitud y condensación inconsciente de ambos conceptos (dinero y madre) puede llevar a que los portadores de esa condensación (fusión conceptual inconsciente) no quieran traficar con dinero para no transgredir la prohibición del incesto.

No me canso de pedirles a los lectores menos familiarizados con las ciencias psi que toleren la lógica disparatada que opera en nuestra psiquis.

Las personas no iniciadas pueden sentir horror y rechazo hacia una propuesta que compare nada menos que a la madre con el dinero.

Sin embargo, este horror y rechazo no haría más que confirmar lo que estoy proponiendo puesto que el hermetismo del inconsciente se vale de esos diques (horror, moral, asco) para seguir siendo inconsciente (es decir, no-consciente, ignorado, olvidado, inaccesible).

En suma: algunas pobrezas podrían estar provocadas porque el paciente tiene fusionados en su inconsciente los conceptos madre y dinero, no pudiendo traficar con dinero porque tampoco podría tener comercio sexual con su madre.

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14 comentarios:

Lic. Arbella dijo...

Muy interesante su hipótesis.
Creo que deben ser una minoría de privilegiados los que tengan un vínculo con la madre, saneado de conflictos. Posiblemente además de la prohibición del incesto, operen otras problemáticas no resueltas que pueden guardar o no, relación directa con esta prohibición fundante de nuestro psiquismo.

Martín dijo...

Mi madre no tiene nada en común con el dinero.

Marta dijo...

Entonces nuestro funcionamiento mental inconsciente se la pasa condensando. Mi marido me condensó con su madre. Nada original, por cierto.

Anónimo dijo...

No conocí a mi madre, ni tuve madre adoptiva o alguna mujer en especial que se ocupara de mí.
Tuve un amigo que estuvo a mi lado desde que recuerdo. Aunque suene ridículo, él fue lo más parecido que tuve a una mamá.

Leticia dijo...

Con mi madre, cuando parece que las cosas van a mejorar, vuelven a empeorarse. Nos peleamos con mucho amor, pero siempre nos peleamos. No me llama la atención tener tantas dificultades para lograr una estabilidad económica.

Andrea dijo...

Recuerdo que durante los primeros 3años de Facultad de Psicología, pensaba que todos los psicoanalistas estaban locos. No sé si después me acostumbré o qué.

López dijo...

Además del "comercio sexual" (que no se puede), hay un montón de cosas que se pueden hacer con la madre. El problema es que con el dinero, a parte del comercio, lo que se puede hacer es donarlo, regalarlo o lo más frecuente: perderlo.

Isabel dijo...

Si la madre que está en mi psiquismo es mala (para resumir de alguna manera), el dinero también me parecerá malo. ¿Es eso lo que planteas?

Soraya dijo...

El dinero es sucio y está contaminado porque mamá está sucia y contaminada, dado que se acuesta con mi padre.
Qué loco el inconsciente ¿no?

Isaías dijo...

Mi miedo es que si me curo de la pobreza patológica, termine dándole la razón a mi madre.

Zulema dijo...

El dinero, la madre, el padre, la pareja, los amigos y mi mascota, tienen en común que satisfacen necesidades y deseos; igual que el dinero.

Anónimo dijo...

Mi madre me pide, directa o indirectamente, dinero. Mucho más del que realmente puedo darle. Puede ser afecto ¿Será por eso que no salgo de mi desorden y carencia económicos? ¿Será que no puedo quererla un poco más? ¿O la quiero demasiado y me resisto a ello, de alguna manera?

Anónimo dijo...

Acabo de descubrir tu blog,debo decir que es por lo menos...inquietante, sin embargo, en mis vividos 62 años entre los que se cuentan casi 40 de distintas terapias, he llegado a preguntarme:lo casual de que mi hermano y yo tengamos la misma dificultad con respecto a generar riqueza....

Unknown dijo...

Yo soy mujer,entonces como sería la incetuosidad? habría homosexualidad también? Digo, podría haber una comparación más genérica que solo con respecto al varón?
Gracias en nombre de todas nosotras:las hijas y nosotras las mamás!!!!