jueves, 28 de enero de 2010

El fracaso perseverante

Para poder cambiar algo de lo que viene ocurriendo en la humanidad desde hace miles de años, tenemos que pensar y hacer cosas diferentes a las que ya pensamos e hicimos con los resultados insatisfactorios que hoy constatamos.

Un ejemplo de mi agrado refiere a Copérnico [imagen] quien cometió el desacato intelectual de suponer que la Tierra no está en el centro del universo.

Otro ejemplo interesante es el de Darwin quien cometió el desacato intelectual de suponer que el ser humano no es una creatura de Dios sino que es un descendiente del mono.

Uno ejemplo que me divierte especialmente es el de Freud quien cometió el desacato intelectual de suponer que el ser humano no hace lo que se le antoja (libre albedrío) sino que obedece a su inconsciente.

Pero estos son sólo datos anecdóticos. Lo cierto es que los geniales investigadores de todas las épocas no produjeron ideas que resolvieran la injusta distribución de la riqueza.

Por lo tanto la forma de analizar el problema de la pobreza recurriendo a lo que ya fue pensado y aplicado, no va por buen camino.

Casi la totalidad de quienes investigan un fenómeno que los apasiona (como a mí me apasiona la pobreza patológica y los posibles abordajes terapéuticos), estudian todo lo que hayan dicho los autores más reconocidos como importantes y luego realizan interpretaciones y recombinaciones de aquellas ideas ... aunque no dieron resultado.

Esta es una causa de por qué casi no cito autores y de por qué mis hipótesis, conjeturas y propuestas parecen traídas de los pelos o disparatadas o directamente locas. Las que parecerían mejores ¡fracasaron!

Los irónicos dicen que siempre es bueno cambiar algo para que todo siga igual. A mí me entusiasma ironizar sobre esta ironía.

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11 comentarios:

de Troya dijo...

Su postura es de una lógica perfecta. Algunos se conforman diciendo que pobres siempre existieron y siempre existirán. No creo en esta postura, el ser humano ha dado muestras de superar problemas complejísimos. Ciertamente resulta sospechoso que el problema de la pobreza lleve tanto tiempo sin resolverse. Pienso que vale la pena abordarlo desde distintas ópticas. Lo peor que podemos hacer es resignarnos o permanecer indiferentes.

M. Eugenia dijo...

Freud dijo así literalmente que el libre albedrío no existe?

Camargo dijo...

Al fin un estudioso que no discursea de cita en cita!

Marta dijo...

Sartre construyó su pensamiento ignorando el aporte de Freud. Claro que tenía todo el derecho de hacerlo, aunque creo que no se pueden desconocer las ideas que tanto aportaron a la psicología.

López dijo...

También existe la posibilidad de que sigamos haciendo lo mismo y que cambiemos nosotros.

Dolores dijo...

Yo sigo psicoanalizándome aunque ya van 10 años y no me da resultado.

Ulises dijo...

La recombinación de las ideas que no dieron resultado, pueden dar resultado.

Magela dijo...

Ahora entiendo por que ud me parecía un loco de atar!!
Estas aclaraciones cambian un poco mi punto de vista.

Anónimo dijo...

Pensé que su esfuerzo no se concentraba en la justa distribución de la riqueza, sino en generar riqueza de una manera muy individualista.

Anónimo dijo...

Las ideas que existen para superar el problema de la pobreza no son buenas porque nosotros, los seres humanos, no hemos podido llevarlas a cabo.

Sucre dijo...

Es imprescindible estudiar las hipótesis que han fracasado para no volverlas a proponer por ignorancia.