Reconozco que puede parecer redundante, superfluo e innecesario exponer ideas que están en la cabeza de todos.
Sin embargo tengo que decirle que una vez descripto un concepto con todas las palabras, lo que parecía obvio deja de serlo y se convierte en algo que «nunca habíamos pensado».
Es bien conocida la sentencia que dice «El que las hace las paga».
Rápidamente nos damos cuenta que esta pequeña oración está incompleta. Si le agregáramos lo que le falta quedaría: «Quien comete una transgresión es castigado».
Pero lo habitual no es usar la versión más larga y explícita sino conformarnos con la más breve, popular y ambivalente.
Así funciona nuestro pensamiento. Cuando una expresión es ambigua, no se toma el tiempo suficiente para aclarar a qué se refiere sino que se deja llevar por la interpretación que siempre consideró la correcta, la verdadera, la única posible.
En este caso puedo asegurar que para muchas personas esta pequeña oración funciona como un desestímulo para su productividad.
No es disparatado pensar que la idea completa podría expresarse diciendo: «El que las hace [las fabrica, las construye, las inventa], las paga [tiene una pérdida, debe duplicar su esfuerzo, se perjudica]».
Observen por ejemplo cuántas veces alguien se niega a capacitarse alegando que si aprende una nueva destreza, otros (familiares, compañeros de trabajo, amigos), se aprovecharán de él.
También podemos pensar que otra interpretación posible es «El que las hace [la fortuna, la riqueza], las paga [corre el riesgo de perderlo todo, “no se llevará nada cuando muera”]».
Para terminar, no puedo olvidarme de la condena bíblica según la cual el hombre quedó obligado a “ganarse el pan con el sudor de la frente [trabajando]” con lo cual no es tan difícil pensar que “hacer” es un castigo.
Es decir que cuando la sentencia dice “El que las hace ...” no sólo se refiere a transgresiones sino también a trabajar, producir, crear.
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11 comentarios:
Generalmente cuando decimos EL QUE LAS HACE LAS PAGA, nos referimos a quién actua mal, con intenciones egoístas sin importale nada.
Entonces suponemos que en un futuro le tocará ser víctima del mismo comportamiento de otro semejante.
pienso que ese dicho popular generalmente no se cumple. son más los delincuentes que viven impunes que los que son castigados. puede suceder que esa persona que cometió un ilícito, tenga en el futuro alguna desgracia, como tenemos todos, pero pensar que esa desgracia cumple un fin punitivo no es más que una manera de conformarnos.
Yo creo que quien hace las cosas mal, ya sea con respecto a sí mismo o a los demás, la paga porque lentamente va perdiendo a su familia y a sus amigos.
Hice un montón de cursos pensando que me beneficiarían en mi trabajo. Lo único que logré por ahora es gastar dinero. Aún no he visto el retorno.
Efectivamente, tal como ud dice, tenemos una idea negativa del trabajo, sobre todo en la adolescencia. Nos revelamos porque no nos gusta la idea de tener que dar para recibir. A esa edad muchos creen que obtendrán beneficios sólo por su linda cara.
POR AQUÍ ESTAMOS VIVIENDO UN VERANO TÓRRIDO. GANARSE EL PAN CON EL SUDOR DE LA FRENTE NO ES UNA OPCIÓN.
En mi trabajo nadie sabe que soy un "siete oficios". Es para evitar que me pidan favores abusivos; sin embargo a veces me siento un miserable.
Tanto tenemos que cuidarnos del lenguaje?
También está el dicho que reza: el que no hace nada nunca se equivoca. Esto corroboraría su hipótesis, porque da a entender que el que hace se equivoca y el que se equivoca por lo general las paga.
PENSÁS DEMÁS
Pagar no es un castigo, simplemente es la regla del juego. Nada es gratis.
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