sábado, 18 de diciembre de 2010

La antropofagia capitalista y los vegetarianos

Si usted acepta que los humanos somos animales, entonces puedo hacerle algún comentario que refiere al miedo.

Los animales en general tenemos respuestas adaptativas (instintivas), cuando nuestro cuerpo detecta alguna señal de alarma.

A partir del momento que utilicé la expresión convivencia boxística (1) como metáfora para definir la agresividad inherente a la competitividad del capitalismo, estoy encontrando otras formas de entender la pobreza patológica.

Les cuento una de ellas.

Los animales solemos tener cuatro formas diferentes de reaccionar ante una amenza:

— huir;
paralizarse;
— atacar;
— distraer al atacante.

Hasta donde he podido observar, el método preferido por quienes adhieren a la pobreza, es la paralización, sin descartar ninguno de los otros tres, aunque son utilizado raramente.

De hecho, la escasez de recursos suele estar asociada a;

— baja productividad;
— enlentecimiento en la toma de decisiones;
— temor a los riesgos.

La forma extrema de paralización defensiva, la vemos en algunos animales que simulan morir (estado cataléptico), desmotivando por este medio a quienes sólo depredan animales vivos y abandonan los cadáveres.

Esta palabra es el eje del presente artículo.

Desde hace unas décadas, es una moda que continúa ganando adherentes, rechazar los alimentos cárnicos, que están siendo reemplazados por la dieta vegetariana.

Uno de los eslóganes de los vegetarianos dice «Yo no como cadáveres» (aludiendo a que rechazan comer carnes).

El mensaje explícito no merece comentarios, pero el implícito, como propaganda indirecta, puede ser interesante para quienes estén dispuestos a reconocer la contundencia de los mensajes sutiles (subliminales).

Los vegetarianos fundamentalistas le están pidiendo-exigiendo al capitalismo, algo así como: «No ataquen a un ser humano pobre, quieto, paralizado por el miedo, inerte, deprimido, no competitivo, pasivo, indefenso».

En suma: es probable que los vegetarianos adopten esa dieta imaginando que así refuerzan la efectividad de la parálisis (cadavérica) como método defensivo.

(1) – La convivencia boxística

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10 comentarios:

Esteban dijo...

Es difícil que un vegetal, si es comido, busque venganza.
El vegetariano le teme a la venganza y posiblemente a la envidia también.

Raúl dijo...

Para distraer al enemigo hay que mantener un perfil bajo, no hacerse notar, no opinar, hablar de temas intrascendentes y en caso de mostrarse ir sobre seguro. La transparencia y la espontaneidad es valorada pero inevitablemente genera enemigos.

CHECHU dijo...

ATACAR ES GASTAR ENERGIA

Julio dijo...

Huir es colocarse por debajo de los problemas.

Rulo dijo...

La verdad, yo al laburo le huyo.

Yoel dijo...

Las personas que entran en estado cataléptico, desean una húida definitiva, aunque no terminan de decidirse.

Tiago dijo...

Puede que tenga razón en cuanto al mensaje de los vegetarianos fundamentalistas, aunque si me pongo a pensar en los vegatarianos que conozco, la frase que se me viene a la cabeza es: "se ven las caras, pero nunca el corazón".

Selva dijo...

Vivo en un país carnívoro (Uruguay), pero no me gusta la carne. A veces hasta me da asco, aunque vegetariana no soy. Lo que a mí me pasa es que no soporto la carne frita, al horno o hervida. Pero me encanta a la parrilla. Cuál será mi mensaje subliminal?

Lucas dijo...

Adoro a las vegetarianas que se desnudan en la avenida para protestar!

Orosmán dijo...

Distraer al atacante es más efectivo para destruírlo que para hacer dinero. Aunque el que hace dinero destruyendo la competencia, bien que puede usar el método de distraer.