domingo, 5 de diciembre de 2010

Comencemos mal

En otro artículo de reciente publicación (1), les proponías imaginar un mundo en el que el amor físico y el amor espiritual fueran idénticamente apreciados, valorados y disfrutados.

En ese artículo complemento la idea ya planteada (2), de que la naturaleza nos remunera dándonos mucho placer para que nos fecundemos.

Ahora comenzaré al revés: les planteo la hipótesis y luego trataré de fundamentarla.

Hipótesis: Todo proyecto debe comenzar mal.

Fundamentación: Los humanos tenemos la capacidad de comprender y de copiar (inteligencia).

Las críticas que hacemos señalando

— las dificultades de todo cambio,
— los errores de previsión,
— la falta de acierto en los ensayos, intentos y pruebas,

son (las críticas) equivocadas, carentes de inteligencia, eventualmente hasta podrían ser malintencionadas.

Los seres humanos nunca podremos superar a la naturaleza porque ella tiene recursos mucho mayores, el más importante de los cuales es que cuenta con plazos ilimitados, además de recursos materiales casi infinitos.

Si con sus posibilidades, genera nuevos ejemplares (niños recién nacidos), con enormes dificultades, carencias y debilidad, no podemos pretender que las creaciones humanas sean de mejor calidad y en menos tiempo.

Deberíamos partir de la base de que las posibilidades de fracasar en nuestros emprendimientos, tiene que ser enorme, superior a los errores de la naturaleza (porque tenemos menos recursos) y que si eso no ocurriera, entonces estaríamos recibiendo las ventajas inesperadas de la suerte, la casualidad y el azar.

En suma: todo nuevo esfuerzo humano destinado a realizar cambios (sociales, edilicios, ideológicos, científicos, etc.), debe contar con el riesgo de que algo falle, que habrá incompletud, precariedad en los comienzos (como en la infancia), que el perfeccionamiento costará un gran esfuerzo y mucho tiempo (como las dificultades del aprendizaje, enfermedades eruptivas, accidentes).

Sólo imaginándonos seres superiores, podemos criticar nuestros fallos.

(1) Los orgasmos de mamá

(2) Menos orgasmos y menos salario
La pobreza sexual
El orgasmo salarial
Primero cobro y después hago
Las mujeres fecundan gratis

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12 comentarios:

anónimo dijo...

No me animo.

Wendy dijo...

Cuando la ruta se corta, no tenés por dónde seguir.
Una imágen dice más que cien palabras.

M. Eugenia dijo...

Y después de que imagino el mundo ideal... qué hago?

Marcia dijo...

Después de leer esto no me quedan ganas de emprender nada.

Canducha dijo...

La naturaleza no me remunera desde hace tiempo.

Ernesto dijo...

El socialismo real debe comenzar mal.

Ratatouille dijo...

Fallé... sí fallé!
LO ADMITO: HE FALLADO!!!
Es tan larga mi autocrítica y tan corta mi vida...
No es posible enmendar el pasado.
No soy digno... pero una palabra tuya bastará...
Oh! remordimiento. Oh! agonía. No haberlo sabido, no poder solucionarlo!

Sí, Sí!!!! Puedo imaginarme un ser superior! :) :) :) :) :) :) :) :) :)

Zulma dijo...

Ya tuve bastante con aguantar la precariedad de los comienzos.

Martín dijo...

Más bien! No van a pretender que salve todos los exámenes en diciembre.









esa es la que lo ayuda
a elevarse cual gigante

Paty dijo...

No entendí lo de Martín.

Martín dijo...

Yo tampoco sé que apareció ahí al final. Pero queda claro, si la naturaleza hace las cosas como puede, qué le van a pedir a la computadora!

Rulo dijo...

Vale copiar sin comprender?