martes, 8 de junio de 2010

Las mujeres fecundan “gratis”

Hace unos meses, les comentaba (1) que dos de cada tres mujeres, no tienen orgasmos.

En ese mismo artículo, les decía que esa escasez de gratificación sexual (especie de salario de la naturaleza que remunera lo que hacemos para conservar la especie), se corresponde (casualmente o no) con el hecho de que las mujeres ganan (promedialmente) un 17% menos dinero que los varones.

Los humanos formamos parte de la naturaleza. Por lo tanto, puedo decir que «somos naturaleza» y que nuestras acciones son «fenómenos naturales».

El ecosistema conserva su armonía gracias a la intervención de todos sus integrantes, sean seres vivos u objetos inertes.

Quiere decir que es muy probable que nuestro pensamiento contenga la lógica de la naturaleza.

Por lo tanto, si nosotros tenemos a unos trabajadores que, si no cobran no trabajan (los hombres, sin orgasmo no eyaculan y —por lo tanto— no fecundan) y otros que, cobren o no cobren, igual trabajan (las mujeres, con o sin orgasmo, pueden gestar), entonces —imaginando a la naturaleza como una empresa donde los humanos somos los trabajadores abocados a la tarea de autosustentarnos y reproducirnos (2)—, las trabajadoras son más explotadas que los trabajadores.

Esto mismo podemos describirlo de otra manera:

Los humanos no creamos nada, sino que hacemos adaptaciones, nos inspiramos en lo que ya existe para reformularlo.

Más aún, como decía más arriba, somos parte de la naturaleza y por eso, todo lo que hacemos (vacunas, rascacielos, postres de chocolate), está hecho en realidad por la naturaleza (con nuestra intermediación).

Estas consideraciones, referidas a la diferencia de los sexos y a que somos agentes (representantes, obreros) de la naturaleza, nos podrían dar una hipótesis (posible explicación, pista, orientación), que nos explique la injusta distribución de la riqueza que tanto lamentamos.

(1) Menos orgasmos y menos salario

(2) Este tema está desarrollado en el blog titulado La única misión.

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10 comentarios:

Marcia dijo...

Ya sé que ser mujer es una porquería. No me lo siga refregando por la nariz.

Paola dijo...

Usted no estará diciendo que la injusta distribución de la riqueza es algo natural, supongo?

Camila dijo...

No sé si el licenciado quizo decir eso, Paola, pero lo cierto es que la naturaleza no es para nada equitativa.

la gordis dijo...

Justo ahora tenía que mencionar al postre de chocolate, justo ahora que estoy en ayunas para hacerme un exámen de sangre!

Marcel dijo...

Somos intermediarios entre la naturaleza y el postre de chocolate. Meros intermediarios, no consumidores, gordis.

Sandra39 dijo...

Hay que implementar una campaña para que la enorme mayoría de las mujeres empiece a tener orgasmos.
Ese será un paso adelante hacia la eliminación de la pobreza patológica y el voluntariado.

Lucía dijo...

No mezcles al voluntariado en esto, Sandra39.

Marcos dijo...

Para crear siempre hay que inspirarse en lo que existe. No podemos conocer nada fuera de lo que nuestros sentidos, y los aparatos que usamos para prolongarlos, nos permiten acceder. Para crear primero hay que conocer. Hasta la matemática, sería imposible de consevir fuera de lo que nos ha enseñado la naturaleza.
(Me parece que escribí esto en un tono de discrepancia -vaya a saber uno por qué- pero en realidad coincido con ud.)

Antonio dijo...

Si somos representantes u obreros de la naturaleza, ya ahí la cosa empieza mal. La naturaleza nos paga con materia prima y nosotros le entregamos productos elaborados. Así nunca vamos a tener una balanza comercial favorable!

Impertinente Trotamundos dijo...

-Fue la naturaleza señor comisario, yo estaba poseído por la naturaleza- lloriquea Fagundez.
Piñazo en la quijada a Fagundez. Y Fagundez escupiendo sus dientes...
-Le digo que soy sólo un intemedialio, usté no me quiele, digo, cree.
-Cáyese! no me gusta como habla sin los dientes.
Fagundez llora. Hasta que de pronto se hace una luz en el calbozo, una luz de esas que encandilan. Y surge una voz.
-Tenga consuelo hermano Fagundez, los hijos de Dios nunca son olvidados Fagundez. En cuanto a los uniformados que abusan de su poder, no podemos decir lo mismo...
-Usted no puede abandonarme Señor, yo lucho por la justicia, arriesgo mi vida Señor... POR ENCERRAR A ESTOS MALANDRAS HIJOS DE PUTA!
-Su corazón está lleno de odio. Además no sé si se percató de que acaba de insultar a Magdalena, y que me toquen a mi Magda, eso yo no lo permito. Entendido comisario!
-Entendido mi Señor!
-Prosiga con su trabajo!
-???????!!!!!!