Los refranes (proverbios, sentencias, adagios, aforismo, dichos populares, máximas), son construcciones lingüísticas muy eficaces, pero que no contienen verdades universales.
En pocas palabras —y a veces con cierta rima o juego de palabras que le aportan belleza de estilo—, enuncian ideas útiles para algunos casos e inútiles para todos los demás.
Cotidianamente nos vemos enfrentados en la vida social, hogareñas y laboral, a la delegación de tareas: «Fulano, tráeme el perióco», «Fulana, hazme este transplante de corazón», etc.
Casi todos los que tenemos que delegar una tarea, la habríamos realizado de otra forma. La manera de trabajar es tan personal como la firma o las huellas digitales.
Si tenemos en cuenta este hecho, podremos delegar tranquilamente. Si no aceptamos que los demás hacen las cosas de forma diferente, entonces nos agarraremos un dolor de cabeza.
Desde un punto de vista diferente, les comentaba en otro artículo (1) que las personas que imaginan tener los mismos gustos y afectos que el resto de la humanidad, se mueren de celos porque también imaginan que otros desean tanto a su cónyuge como ellos mismos.
Existe un proverbio que nos aclara bien todo esto: «Si lo deseas, hazlo; si no lo deseas, delégalo».
En pocas palabras resume las alternativas claramente.
Más aún, puede aclarar nuestra propia situación frente a una acción: cuando la estamos haciendo, sabemos que la estamos deseando y cuando la delegamos, sabemos que no la estamos deseando.
También neutraliza las críticas que alguien pueda hacer sobre cómo fue cumplida la acción encomendada a otro.
Efectivamente, la responsabilidad cae sobre quien, antes que criticar al delegado, debe reconocer que, si encargó a otro una tarea, eso demuestra que su interés por el resultado no era tan importante.
En suma: La satisfacción de nuestro deseo es personal e intrasferible.
(1) Los amantes de mi cónyuge
●●●
9 comentarios:
Usualmente, cuando me enfrento a la vida social, me pongo hogareña y laboral.
No sabe si Fulana hoy está libre para un transplante de hígado?
Desde ya muchas gracias.
Hace décadas que vengo trabajando para delegar el trabajo de mi vida.
No se qué mierda estoy haciendo destapando el pozo negro!
Si delegamos nuestra representación política en ese grupo de engendros, no queda duda, la política no nos interesa.
Dolor de cabeza que anda, dolor de cabeza que me agarro, por más que delegue tranquilamente todo lo demás.
Creo que ud se equivoca. Los aforismos son los países africanos que quedaron fuera del mundial.
Siempre digo: esperen que primero cobro y después me critican tranquilos.
Con tantas alternativas, se me hace muy difícil resumirlas.
Publicar un comentario