martes, 1 de junio de 2010

La riqueza que no paga impuestos

Las utopías y la esperanza, se parecen a los medicamentos: pueden ser útiles aplicados en el momento oportuno y en las dosis adecuadas, así como pueden ser perjudiciales en cualquier otra circunstancia.

El deseo de tener una buena calidad de vida, depende en gran medida de recursos psicológicos.

Alguien llegó a decir que «el subdesarrollo está en la mente de los subdesarrollados».

A la postre, esto es lo que quiero decir cuando pienso que existe una pobreza patológica, en tanto hay personas que tienen oportunidades de vivir humanamente bien, pero no pueden aprovecharlas.

Nuestro cerebro produce ideas, creaciones, entusiasmo, energía, voluntad, perseverancia, resistencia o, por el contrario, nos deja tirados en una cama, tan inertes como una planta.

La causa original de todo esto, es la suerte: de haber recibido una buena dotación genética, una familia estimulante, de vivir en un país próspero, haber nacido en una época de auge mundial, más una infinita serie de pequeños factores, que aparecen o no aparecen, como los números de una lotería.

Leí un cuento cuyo principal personaje es un joven muy ambicioso, que esperaba la muerte de su tía millonaria para enriquecerse.

Cuando el albacea abrió el sobre con el testamento, encontró una carta más otro sobre.

En la carta, la anciana había determinado que su único heredero era este ambicioso sobrino, pero ordenó al albacea abrir el segundo sobre, cuando el joven hubiera ganado y ahorrado un millón de dólares.

El resto del cuento narra todo el esfuerzo que hizo este muchacho para cumplir la condición de su caprichosa tía.

Finalmente, pudo lograr esa gran fortuna con su propio esfuerzo, y corrió a demostrárselo al albacea, quien al abrir el segundo sobre, leyó: «Mi legado fue la utopía y la esperanza que te estimularon».

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14 comentarios:

Martín dijo...

A una tía así, voy y la vuelvo a matar en su tumba.

Richard dijo...

Soy pobre pero mi pobrema no es que me quede en la cama. Tengo fuerza de voluntad, cumplo horarios difíciles, trabajo a la intemperie, lo mío es insalubre. Pero soy pobre y no me imagino de otra manera.

Yoel dijo...

Richard acaba de corroborar lo que ud afirma: el subdesarrollo está en la mente de los subdesarrollados.

Morgana dijo...

Eso del millón de dólares me suena conocido. Un novio que tuve prometió casarse conmigo si juntaba un millón de dólares.
Tendría que haberlo acuchillado.

la gordis dijo...

Al postre, esto es lo que quiero decir: aunque sea humilde, abundante.

Tiago dijo...

Algún día los recursos psicológicos podrán adquirirlos nuestros futuros padres, en un banco de genes. Pena que yo ya nací así, silvestre y echado al azar.

Teresita dijo...

La frase esperanzadora más horrible que he escuchado es "no está muerto quien pelea". Se imagina que horrible debe ser pasarse la vida peleándola y al borde de la muerte.

Cacho dijo...

Para tener una buena calidad de vida hay que consultar a los médicos de todas las especialidades, tener uno de medicina general como médico de cabecera, ir a la nutricionista, hacer ejercicio de manera regular y controlada, comer pocas cosas ricas y no usar nunca el viagra.
No, no... "antes morir de pie que vivir arrodillado".

Rita dijo...

Y la adolescencia está en la mente de adolescentes y adultos.

Sandra39 dijo...

Algunas personas en lugar de poner su energía en salir de la pobreza y aprovechar sus cualidades, viven aprovechando todo lo que viene de arriba. Hasta son capaces de ingeniárselas para que declaren a alguno de sus hijos incapaz, para cobrar la pensión por discapacidad.

Sandra39 dijo...

Algunas personas en lugar de poner su energía en salir de la pobreza y aprovechar sus cualidades, viven aprovechando todo lo que viene de arriba. Hasta son capaces de ingeniárselas para que declaren a alguno de sus hijos incapaz, para cobrar la pensión por discapacidad.

Gertrudis dijo...

Las plantas no son un buen ejemplo de inertitud.

Marcela dijo...

De las suertes que ud menciona, a mí no me tocó ninguna.
Me está provocando Doc!

Isabel dijo...

Vamos hombre, un sobrino que espera la muerte de su tía para enriquecerse me parece despreciable. Dónde han quedado vuestros valores!