sábado, 19 de junio de 2010

Derogar «matrimonio»

Un hombre y una mujer deciden unirse. Con el primer hijo se inauguran la familia y los roles de «padre» y «madre» respectivamente.

El hombre y la mujer forman un matrimonio y al conjunto de bienes adquiridos, se le llama patrimonio.

Por como empiezan ambos vocablos, podemos pensar lo siguiente:

A la madre, le corresponde encargarse (administrar, gobernar, cuidar), los aspectos institucionales del vínculo, esto es, el matrimonio en cuanto a su integridad, bienestar, duración.

Asimismo, al padre le corresponde encargarse (administrar, regentear, cuidar) de los aspectos económicos de la institución matrimonial, esto es, el patrimonio en cuando a su utilización, conservación, crecimiento.

Dejando de lado los usos, costumbres y modas de cada época, los vocablos que usamos, provocan algunos sobreentendidos que nos influyen.

Así como los vocablos informático, herrero, jefe nos remiten a personas del sexo masculino que se dedican a la computación, a las artesanías con hierro y a dirigir un equipo, los vocablos matrimonio y patrimonio, también remiten a madre y padre respectivamente, y a categorías bien distintas: el matrimonio es una institución y el patrimonio es un conjunto de bienes.

Ahora observemos esto otro. Desde hace unos años a esta parte, han aumentado las uniones libres (concubinato) y los divorcios.

Es posible pensar que, al menos una de las causas de este fenómeno, está en que la madre no puede, no quiere o no desea continuar con aquel rol de administrar, gobernar y cuidar la institución matrimonial.

Si en lugar de matrimonio, usamos (asignamos, creamos) otra denominación que no le imponga a la madre responsabilidades que actualmente se entiende que deben ser compartidas por ambos cónyuges, ganaremos en estabilidad familiar.

Las familias funcionarán mejor, si derogamos palabras como matrimonio y patrimonio, que asignan injustificadamente roles por sexo.

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15 comentarios:

Susana Alegre dijo...

VOTO POR ELLO...

María dijo...

Dónde irán las palabras cuando mueren?

Elbio dijo...

A veces los matrimonios se vuelven complicados porque uno de los cónyuges es el que se ocupa de los aspectos económicos de la institución, y al mismo tiempo de sus aspectos vinculares (muchas veces no sólo de la pareja sino también incluyendo a los hijos). Una de las partes se sobrecarga y la otra, por algún extraño motivo está "out". En algunos casos encontramos a verdaderos Ulises o Penélopes que tienen la vocación de cargar con la inmensidad de la tarea, pero lo más común y más sano es que quien tiene el lomo doblado, grite BASTA en alguna cuesta empinada.

Damián dijo...

El hecho es que cada vez más, madre y padre comparten roles. Dentro de todo, el cambio es más lento de lo que parece. No sé si es un buen camino, pero seguro "nos llevará a algún lado".

Uberfil dijo...

Soy de la idea de que la mujer y el hombre deben repartirse el trabajo. No de una forma rígida, pero sí de una forma clara. Eso evitará que la familia se siga desdibujando, que los niños crezcan con referencias más claras. La madre se necesita en el hogar. El rol de madre no puede desvalorizarse. Qué pasa? estamos ciegos!

Ingrid dijo...

Prefiero, Uberfil, ver a que destino nos lleva el camino que ya hemos iniciado (como dice Damián). Seguramente son muchos los motivos que nos han determinado a seguir este rumbo. Sería tonto desatenderlos. De todos modos concuerdo con usted en la postura crítica que mantiene. Creo que no deberíamos nadar con la corriente sin sacar de tanto en tanto la cabeza para afuera.

Rulo dijo...

Usemos la palabra monio y ya está.

Nazareth Inglese dijo...

Cuando la mujer ponía la dote
el hombre que ponía?
Ya aquí viene la respuesta
las dotes masculinas!

Jacinto dijo...

Yo soy un concubinus y mi alma se engalana en ello.

Cacho dijo...

Antes existía la esposa y las concubinas. Ahora es más práctico quedarse sólo con estas últimas.

el oriental dijo...

Hoy en día, al menos en mi país, casi no existen diferencias legales entre el matrimonio y el concubinato. El resultado es que abolieron el concubinato. Hay que inventar otra cosa.

Morgana dijo...

El vocablo matrimonio me remite a personas de ambos sexos que se dedican a estropearse la vida recíprocamente.

Eloisa dijo...

Estoy convencida que el nombre de las cosas tiene algo que ver.

Todo lo que venga de Fidel Castro, me parece que es 'fielmente castrador'.

Yocasta dijo...

La computación le quita trabajo a él y está bien que atienda a los hijos. La informática feminiza? Qué se yo!!!!

Sussy dijo...

el chico es Pablito RAgo?