martes, 16 de febrero de 2010

Primero cobro y después hago

En el artículo titulado El orgasmo salarial les decía que:

«El placer sexual funciona como una remuneración. El interés que despierta en los humanos el deseo sexual es suficiente estímulo como para que en este momento seamos más de 6.700 millones de habitantes en el planeta ... y sigamos creciendo.»

Ahora les planteo una comparación.

La naturaleza remunera al ser humano con maravillosos orgasmos para que el varón inyecte semen en el cuerpo de la mujer y se produzca un nuevo ejemplar de la especie.

Ahora describiré la fabricación de un producto de tal forma que pueda compararse con la gestación de un niño.

El empresario invierte (inyecta) dinero (semen) en su fábrica (cuerpo de la mujer), crea productos (hijos) que vende con una ganancia (remuneración, orgasmo).

En el mismo artículo mencionado en el primer párrafo, sugiero que una solución al milenario problema de la pobreza patológica debería apoyarse fundamentalmente en el estímulo placentero y no en el clásico uso de la violencia.

Observe que al comparar la gestación de un niño y la producción de objetos con fines de lucro, tenemos una situación idéntica pero invertida.

La naturaleza remunera primero y obtiene lo que busca (la reproducción para conservar la especie) después. Sin embargo los humanos primero hacemos el esfuerzo y recién al final somos remunerados (premiados con la ganancia-orgasmo).

El procedimiento que utiliza la naturaleza es efectivo porque la especie humana está creciendo permanentemente, mientras que el procedimiento que usamos los humanos siempre genera un faltante, una escasez generadora de pobreza.

Para que el sistema capitalista se parezca más a la naturaleza, tendríamos que ubicar la ganancia-orgasmo al principio del proceso de fabricación y venta.

La pregunta es: ¿Cómo hacer para que los procesos productivos pongan la ganancia-orgasmo antes que el de fabricación y venta?

Quizá se nos ocurra alguna idea.

●●●

13 comentarios:

Evaristo dijo...

El empresario invierte (inyecta semen), pero los productos no los crea él, los crean los trabajadores en la fábrica (vientre). Es un detalle importante.

Frígida dijo...

La naturaleza me debe y le voy a cobrar intereses y mora.

el manso dijo...

Ahorita nomás, la semana pasada, le pagué a un albañil la mitad por adelantado, para la compra de los materiales, y si te he visto no me acuerdo.

Ismael dijo...

Si ponemos la ganancia antes que la fabricación, nos fundimos todos, los pobres y los ricos.

Violeta dijo...

Tu propuesta me parece muy interesante y tiene que haber alguna forma de instrumentarla.
Pena que ahora estoy con la flojera.

Soraya dijo...

Como ud dice, primero tiene que estar el premio, entonces primero tiene que haber motivación. Esto se ve claro en los muchachos con el tema del estudio; cuando están motivados rinden. La motivación es como un premio que uno visualiza aunque esté en estado latente. Se emparenta un poco con la mentalización creativa que ud había traído a colación en uno de sus artículos recientes.

Analía dijo...

Si será poderoso el orgasmo como premio que nos olvidamos todo lo que se viene después!

Gregorio dijo...

Se me ocurre que otra forma de poner la ganancia primero es ofrecer un buen pago (aunque se efectivice después) y que el asalariado ocupe roles prestigiosos.
Cada día, antes de llegar a trabajar, cuando el empleado se prepare por la mañana para salir de su casa, ira bien entrazado de cuerpo y alma, porque se sentirá digno y respetable.

Damián dijo...

A veces usamos la violencia con el fin de eliminar la pobreza y no nos damos cuenta. Por ej, se desaloja a la gente de un asentamiento irregular y se la instala en un barrio con todos los servicios básicos y viviendas dignas. Pero nunca se le preguntó antes a esa gente qué quería y qué precisaba. Entonces el proyecto fracaza porque esa vivienda no se siente como propia, porque ofende la dignidad de la persona ya que el mensaje implícito es: "no soporto la forma en que tu vives, así que tiraré abajo toda esta porquería y desinfectaré el lugar". Poco más o menos, a la persona se le está diciendo que es una rata. De hecho, en no sé qué país de latinoamérica, a las urbanizaciones pobres se les llama pueblos de ratas.

Loreley dijo...

Me quedé pensando en el planteo de Damián y me parece que la ganancia que debe estar primero es el respeto a la persona; partiendo de ese punto vendrán las soluciones a la pobreza patológica. (A la que debemos diferenciar por supuesto, de la pobreza por opción).
Qué implica ese respeto? Bueno, ahí concuerdo con Damián en que lo primero es no ponerse por encima de nadie; HUMILDAD. Lo que viene después es trabajar en grupos que den sentido de pertenencia y que conviertan al trabajo en algo grato, en lugar de encuentro y generación de vínculos positivos. La psicología laboral tiene mucho que hacer en este sentido.

Lucas dijo...

Cuando el empresario invierte dinero no lo hace con placer sino con miedo.

Glamour dijo...

tu eres muy audaz con este planteo pero para no desalentarte te digo que muchas veces lo importante es encontrar la pregunta adecuada y otras veces un buen planteo resuelve la mitad del problema.

Adelante y suerte!!!

Lily dijo...

No puedo explicarme cómo hacen ustedes para pensar cosas tan raras.