Para poder ordenar mis pensamientos, imagino que los seres humanos recibimos (y cumplimos) órdenes de dos lados: del instinto y de la cultura.
Del instinto recibimos órdenes tales como evitar el dolor, tener relaciones sexuales, apoderarnos de todo lo que necesitamos (objetos o personas).
De la cultura recibimos órdenes tales como utilizar cubiertos para comer, no tener relaciones sexuales con familiares, transar con otros cuando quieren apoderarse de los mismos objetos o personas que nosotros.
Claro que esta separación tan nítida sólo existe en la teoría. En la práctica se vuelve difícil discernir cuándo recibimos una orden del instinto (de nuestra naturaleza) y cuándo recibimos una orden de la cultura (leyes, normas, usos y costumbres).
He comentado en dos artículos (1) sobre la búsqueda de la humildad como forma de tratamiento psicológico (hospital psiquiátrico), reeducación para la vida en sociedad (cárceles) e inclusive para alcanzar la paz interior a través del pensamiento místico (conventos).
Alguna vez he mencionado (2) la relación inconsciente que existe entre el dinero (o la riqueza en general) y los excrementos.
Esta asociación pertenece a la simbología universal de los sueños.
La idea que quiero comentarles (y que incluye las ideas mencionadas anteriormente) es que para algunas personas, tomar el dinero=caca ajeno es humillante, lastima su amor propio, les impone una humildad que no están dispuestas a aceptar y hasta podrían sentir asco.
Reconozco que para llegar a esta hipótesis es preciso hacer un recorrido tortuoso, en el que es fácil extraviarse.
Observen por ejemplo que la gente que trabaja gratis, dice que «trabaja en forma honoraria» porque para ellas no recibir dinero es un honor (o sea que si lo recibieran, se verían deshonradas, humilladas, ultrajadas).
Estas mismas personas sentirían —al recibir dinero—, que están encerradas injustamente en un hospital psiquiátrico, en una cárcel o en un convento.
(1) La humillación terapéutica y El amor propio y la caca ajena .
(2) Caca = niños = dinero ; Doce bombachas o una Toyota 4 x 4.
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12 comentarios:
Los recorridos tortuosos que ud nos propone van a terminar por extraviarnos.
No entendí su conclusión final.
Para mí es imposible ordenarme porque recibo órdenes de todos lados.
La conclusión que saco es que el inconsciente es más piola que la cultura.
Si me sigue relacionando el dinero con los excrementos va a agudizar mi pobreza patológica.
Yo siempre sigo la simbología universal de los sueños para jugar a la quiniela.
A mi me gusta sentirme ultrajada...
Y si es por dinero mejor!
El pensamiento místico, lejos de ayudarme a alcanzar la paz, me llevó a perder algunos tornillos.
La gente que trabaja gratis, o está jubilada, o hace mérito para conseguir laburo.
Trabajar gratis no es trabajar; es lo que se llama voluntariado.
Cuando recibo la orden del instinto se me despierta el indio y cuando la orden es de la cultura, el indio se me duerme.
Me cuesta entender que en mi es instinto y que es educación. Podrá aclarar esto en otro artículo futuro? Yo siempre lo leo.
Lo digo de esta otra forma: Cobrarle a alguien equivale a limpiarle el culo sin más.
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