sábado, 13 de febrero de 2010

El orgasmo salarial

Cuando publique este artículo, será el Nº 779. El primero se tituló Anorexia monetaria y lo publiqué el día 22 de diciembre de 2006.

Algún día quizá encontremos (usted, otros, yo) alguna idea que termine con este flagelo milenario que es la pobreza patológica.

Ya he pensado, sobre todo mientras me desembarazo de la pereza que me da levantarme en las mañanas, cómo tendrá que ser esa solución.

En el artículo titulado Menos orgasmos y menos salario les comento que la naturaleza nos gratifica por cumplir la tarea de reproducirnos.

El placer sexual funciona como una remuneración. El interés que despierta en los humanos el deseo sexual es suficiente estímulo como para que en este momento seamos más de 6.700 millones de habitantes en el planeta ... y sigamos creciendo.

El sentido común está convencido de que los métodos violentos son la gran solución a los grandes problemas y de hecho lo son en muchos casos.

Desde mi punto de vista, la medicina convencional es una usina de soluciones violentas ovacionada por el sentido común.

Esta ciencia produce curas reales y aparentes. Son reales cuando el mal desaparece pero son aparentes cuando el síntoma se transforma en otro diferente o la curación es seguida de efectos secundarios imprevistos.

Esta ciencia hace reparaciones como un mecánico amateur, pensando que tenemos órganos que se pueden extirpar sin más, o que se pueden agregar productos químicos a nuestro cuerpo como si fuera una probeta de vidrio.

Pues bien, pienso que las soluciones a la pobreza patológica no podrán ser violentas sino placenteras... como un orgasmo.

Comprendo si me dice que le parece difícil. Yo también pienso igual que usted, pero agrego que vale la pena intentarlo.

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12 comentarios:

Natalia dijo...

Realmente ud a dicho algo genial!!
La Naturaleza nos motiva a través del placer. Es tan simple, cualquier logro, para que tenga permanencia tiene que estar motivado por el placer y resultar eficaz para la conservación de la especie.

Yamila dijo...

El placer sexual nos lleva a reproducirnos para tener la riqueza más grande que son los hijos. Tenemos muchos, muchos hijos, y entonces, nos volvemos pobres.

Laura dijo...

Cuando estás desesperado le ponés tanta fe a los productos químicos que te puedan recomendar, que te curás. Es así: el sentimiento de fe se origina en el cerebro, que manda mensajeros a la sangre, las hormonas, los músculos,etc, hasta que cada célula del cuerpo se convence y tiene fe. La cura es inmediata.
No importa si rezás una novena, o si tomás las pastillas que recetó el loquero, o si le hiciste una ofrenda a Yemanyá; te curás.

Isabel dijo...

Tu definición de la medicina convencional me ha gustado mucho: "es una usina de soluciones violentas, ovacionada por el sentido común".

la gordis dijo...

Suerte que comer no es un problema, pues de lo contrario la violencia tardaría mucho en tener una solución.

Adalberto dijo...

El efecto secundario de la curación puede ser la mala praxis.

Filomena dijo...

Lo de mi tía sí que fue imprevisto; fue a operarse el apéndice y le estirparon un ovario.

Miseñor Cocuño dijo...

Si ud está pensando en una solución placentera como el orgasmo para el tema de la pobreza... no hay dudas! Ud tiene en mente un estallido social.

Luis16 dijo...

Las propuestas tradicionales, ya sea en el campo de la salud o en el ámbito que sea, son las más confiables.

Oriente dijo...

En cierto modo retomo el planteo de Laura, basado en la fe y las células.
No creo que la solución a la pobreza sea tan difícil.
Deberíamos tener en cuenta lo que ha sucedido en nuestro mundo. Hubo células que dejaron de reproducirse partiéndose al medio y se especializaron en intercambiar material genético. Eso es tan absolutamente complejo y maravilloso, que no me caben dudas de que el problema de la pobreza va a desaparecer.

CHECHU dijo...

NO PIENSA IGUAL QUE YO

Cacho dijo...

Me es imposible dejar de observar con detenimiento la imágen de hoy. Fíjese en la boca de ella; ahí falta algo y no son precisamente los dientes.