Nuestro dinero hace extraños recorridos y hasta lo entregamos para que otros influyan en nuestras decisiones.
Se habla de la «liquidez del dinero» para aludir a la disponibilidad «contante y sonante».
Una economía tiene «liquidez» cuando puede disponer inmediatamente del dinero para hacer pagos al contado. Es el dinero que «tenemos en caja» (del comercio), o en nuestra billetera.
El dinero anda por lugares tan insólitos como la humedad de una vivienda.
Por ejemplo, una seductora publicidad que nos muestra la indisimulada felicidad que aporta consumir un jabón dental (dentífrico), nos convence de que es lo único que nos estaba faltando para terminar con nuestros problemas existenciales.
Esta pieza publicitaria cuesta mucho dinero y creemos recibirla gratis en nuestros televisores, pero no es así.
El escurridizo dinero hace un disimulado recorrido:
1º) Una agencia publicitaria pone a trabajar a sus costosos creativos para diseñar varias propuestas de las cuales los directivos de la fábrica del mencionado dentífrico quizás acepten una.
2º) La propuesta elegida es llevada a una productora publicitaria que pondrá a trabajar a un equipo de gente (10, 20, 30 costosas personas, entre directores de cámara, vestuaristas, maquilladores, choferes, iluminadores, escenógrafos, coreógrafos, dibujantes, etc.)
3º) Una vez terminado el corto publicitario, habrán de contratarse espacios en las emisoras de televisión que, de tan caros, se cotizan en segundos o minutos.
4º) La agencia publicitaria, la empresa productora, los canales de televisión y el mismo fabricante de dentífrico, agregarán alguna ganancia a su trabajo.
Observemos que el empresario que ordenó la publicidad, también espera tener ganancias por esa inversión.
5º) Usted y yo, consumidores finales del dentífrico, pagaremos esos costos y ganancias, necesarios para que nos convenzan a nosotros mismos de comprar ese producto y no otro.
En suma: pagamos sin saberlo para que influyan en nuestras decisiones.
(Este es el Artículo Nº 1.523)
●●●
8 comentarios:
Los demás siempre influyen en nuestras decisiones, pero la publicidad lo hace de manera descarada.
La liquidez se escurre como el agua.
Somos muy vulnerables a la influencia de la publicidad, porque aunque nuestro razonamiento lógico nos diga que se trata de una fantasía, igual el mensaje nos llega a nivel inconsciente.
Pagamos un montón de cosas para que nos hagan daño, pero casi todo lo que nos hace daño también nos trae algún beneficio.
sé que pagamos el costo de soportar largos minutos de publicidad que nos cortan el clima cuando estamos viendo, por ej. una película. En cuanto a otros gastos, no me doy cuenta cuáles son. Disculpen mi ignorancia, me gustaría saberlo, porque odio que me metan la mano en el bolsillo.
Me molesta que una empresa estatal como ANTEL gaste tanto en publicidad y patrocinios.
Cuando ando apurado en el súper, compro por la marca que me suena más, en lugar de elegir la que más me conviene. Es lo mismo que pasa cuando te sentás en un bar y todavía no pensaste qué refresco tomar y pedís Coca Cola.
¿qué se siente ser una costosa persona?
Publicar un comentario