lunes, 10 de septiembre de 2012

La estafa no es rentable



Algunas mujeres son estafadas por quienes parecen incondicionalmente enamorados, aunque sólo buscan abusarse de su «ingenuidad maliciosa».

Existen muchas formas de ganarse la vida, algunas son legales, otras son amorales y otras son ilegales.

«El cuento del tío», balurdo, toco mocho, paquete chileno, estafa, timo, Pepito paga doble, trile, ¿dónde quedó la bolita?, mosqueta, son algunos de los nombres que utilizamos los hispanoparlantes en los distintos pueblos.

Hasta donde puedo entender, estas acciones moderadamente ilegales, se aprovechan de la «ingenuidad maliciosa».

Con «ingenuidad maliciosa» quiero describir a esa particularidad que caracteriza a quienes desean depredar a los demás pero con tan precarios recursos actorales que lo convierten inevitablemente en víctima.

En otras palabras, son personas de mala fe, ambiciosas pero que disimulan su voracidad, con tan mala suerte que terminan siendo estafadas.

Una de las trampas consiste en representar ante el «ingenuo ambicioso» el papel de quien tuvo la suerte de sacar a la lotería, pero que no puede cobrar el premio hasta el día siguiente y que estaría dispuesto a entregar ese billete premiado por la mitad de lo que se podrá cobrar al día siguiente.

La ambición amoral del «ingenuo malicioso» quiere aprovecharse de la urgencia del «actor» y le compra el billete premiado por la mitad de su valor, es decir, intentando estafarlo en la otra mitad. Claro que recién al día siguiente se dará cuenta que ese billete carece de valor real y asumirá que, por querer aprovecharse de alguien, terminó siendo estafado.

Las mujeres suelen ser víctimas de una estafa parecida cuando creen haber encontrado al hombre que las convertirá en una princesa.

Este enamorado incondicional, que parece un tonto con dinero y un debilitado mental por la fascinación que ella cree provocarle, no tardará en demostrar que solo quería abusarse de ella («ingenua maliciosa»).

(Este es el Artículo Nº 1.666)


11 comentarios:

Laura dijo...

Pah! Qué fuerte!
Tenemos una idea del amor y del enamoramiento tan pura e ingenua, que no le damos lugar a este tipo de razonamientos.

Gabriela dijo...

El amor puede ser puro y nada ingenuo. Le llamo amor puro al que no busca depredar al otro, ni en lo económico ni en su libertad. ¿Quién es capaz de un amor así? No creo que alguien lo logre todo el tiempo. En algún momento flaqueamos -sin ser conscientes de ello-.

Marina dijo...

En varias ocasiones he sentido que no soy capaz de amar. No me siento una persona inferior a las demás. Como dice Gabriela, esa imposibilidad nos toca a todos. Incluso en el vínculo madre-hijo. ¿Cuántas veces queremos a nuestros hijos como si fueran una parte nuestra? Eso no es quererlos. Eso es QUERERNOS.

Mª Eugenia dijo...

¿Existe el amor puro?

Elena dijo...

Pienso que existe en nosotros la posibilidad de intentarlo, Euge.

Silvia dijo...

Gabriela dice que flaqueamos sin ser conscientes de ello. Discrepo. A muchas personas les pasará que abusan sin darse cuenta, probablemente a la mayoría. Pero hay un montón de hombres y mujeres que ¨flaquean a sabiendas¨. Tengo amigas que buscan un buen partido, un tipo que les solucione los problemas económicos y te lo dicen sin ningún tapujo. También conozco hombres que usan a las mujeres mientras se sacan las ganas de poseerlas y después las olvidan, o no están a la altura de las circunstancias. Responden al amor con frialdad y desinterés. El interés más puro del amor es pasarla bien juntos. De eso estoy convencida. Y cuando se la pasa bien juntos, eso no es algo que no desaparece de un día para el otro. Disfrutarse -no sólo en lo sexual, sino como amigos, compañeros- es algo tan satisfactorio que uno no lo abandona así como así.

Roberto dijo...

Se la puede pasar bien juntos y suceder que eso desaparezca de un día para el otro, Silvia. Vamos! le pasa a todo el mundo! A veces las cosas van bien hasta que conocés al otro, hasta que te desprendés de la idea que te habías hecho de él o ella.

Silvia dijo...

Di por sobreentendido que en los casos a los que me estoy refiriendo, las personas han llegado al momento de la relación en que han dejado de idealizarse. De pronto era necesario aclararlo.

Diana dijo...

Me pregunto qué es lo que necesita un hombre de una mujer para no sentirse estafado.

Eduardo dijo...

Por lo pronto, en mi caso necesito fidelidad. No me sirve compartir a mi mujer. No creo en eso de que el amor implique dejar en libertad al otro. Mutua fidelidad. Asumir el compromiso de renuciar a relaciones superficiales, porque el otro es para nuesta vida especial. Así como somos especiales para nuestros progenitores. Podemos querer a los niños, pero amar, sólo amamos a nuestros hijos.

Gabriela dijo...

No puedo separar la idea de amor de la idea de libertad y respeto. Si acaparamos al otro para encontrar todo el amor que precisamos en egoísta exclusividad, no lo estamos amando. Respetar a quien se ama significa dejarlo en libertad.