martes, 30 de octubre de 2012

Amor materno entre amigos



   
Cuando demostramos nuestro amor haciendo regalos que cuestan dinero que ganamos trabajando, actuamos como nuestra madre quien trabajó para cuidarnos.

Imaginemos que soy el propietario de un supermercado y que tengo cinco amigos a quienes quiero.

Ahora que los negocios funcionan un poco mejor, he decidido hacerles una rebaja en el precio de sus compras: ellos, sus esposas y sus hijos, presentando una tarjeta que mandé hacer a propósito, al pasar por las cajas reciben un descuento del 10% en las compras que realicen.

Solo para ponernos de acuerdo, cada vez que alguno de ellos hace compras por valor de 100, la cajera solo le cobra 90.

¿Por qué hago esto? Lo hago porque los quiero y las circunstancias se me han dado para que ellos puedan comprar en mi negocio y que yo tenga la oportunidad de hacerles un obsequio que no es otra cosa que una manifestación tangible de cuánto los aprecio.

Esto es fácil de comprender porque a mucha gente le gusta hacerle regalos a los seres queridos.

Esos regalos tienen un valor económico: cada vez que compramos objetos para regalar gastamos dinero.

Si acorto las puntas de este razonamiento, puedo decir que a nuestros seres queridos les entregamos dinero en forma de objetos bellamente envueltos para obsequio y para demostrarles el amor que nos inspiran.

No podemos olvidarnos que ese dinero que le regalamos a nuestros seres queridos (en forma de objetos...), lo hemos ganado destinando parte de nuestro tiempo a trabajar (como comerciantes, como empleados).

Con estos elementos es posible decir que el tiempo que destinamos a nuestros amigos (ganando dinero que compre regalos que les obsequiaremos), es similar al tiempo que destinó nuestra madre a cuidarnos y a desarrollar en nosotros el sentimiento de amor, que ahora sentimos y le demostramos a nuestros amigos.

(Este es el Artículo Nº 1.715)

10 comentarios:

Ingrid dijo...

No sé si usted hace una crítica al amor materno entre amigos. Me parece que simplemente es un planteo que no incluye un juicio de valor. Si es así, la descripción me parece ajustada y lógica. Aprendemos a amar con nuestra mamá o quien cumpla ese rol, y es natural que luego repitamos el modelo.

Hugo dijo...

A los amigos de verdad les destinamos tiempo, tiempo valioso para uno. Cuando somos adultos, trabajamos, tenemos una familia, ya no podemos tener tantos amigos como cuando éramos adolescentes, porque no nos da el tiempo.

Macarena dijo...

Por lo que he leído en otros artículos suyos, a usted le resultan bastante antipáticos los regalos. La verdad es que yo no he estado de acuerdo con ese punto de vista. Lo que dice ahora me parece que tiene un matiz distinto. Si el tiempo es equivalente a dinero, si el dinero es equivalente a trabajo, un regalo es darle al otro parte de nuestro tiempo y de nuestro trabajo. Para mí es una linda forma de materializar el amor.

Armando dijo...

Lo malo que tienen los regalos es que muchas veces el otro te regala lo que le gusta a él, no lo que te gusta a vos. Parece una ofrenda hecha a si mismo, vehiculizada a través del otro. Cosa extraña.

Lautaro dijo...

A mí me parece que a veces te regalan cosas que representan al que regala. El que obsequia quiere mostrarte quien es, como piensa, cual es su gusto, cuales son sus valores. Todo eso puede reflejarse en un regalo. Y todo eso puede no tener mucho que ver con lo que uno es. En esos casos el regalo puede ser el mensaje de un desencuentro, o un deseo oculto de cambiarte, de que te conviertas en alguien parecido al que te ofrece el inocente regalo.

Jacinto dijo...

Los regalos pueden implicar tantas cosas! Por ejemplo un pedido de ayuda. O un agradecimiento por un favor recibido... dado que uno quiere seguir recibiendo favores.

Enrique dijo...

Creo que el amor de una madre hacia sus hijos puede ser incondicional. El amor de un hijo hacia su madre no. El amor entre amigos o el amor de pareja tampoco. El amor de un padre hacia sus hijos, puede o no ser incondicional.

Gabriela dijo...

Así como nuestra madre trabajó para cuidarnos, entregándonos su tiempo y su dinero, nosotros podemos hacer lo mismo con los amigos que queremos entrañablemente.

Elena dijo...

Lo que sus amigos compran en su supermercado es una metáfora del vínculo que han adquirido con usted. Sus amigos han adquirido un vínculo que aprecian, usted responde dándoles, dándoles amor y pidiéndoles a cambio amor también, pero sin que sea necesario un intercambio totalmente simétrico. Ud no pide más de lo que da; ni siquiera pide lo mismo. Se contenta con un poco menos.
Ese es un amor lleno de grandeza; posible sólo para personas fuertes, maduras y generosas.

Hernán dijo...

¿Por qué los regalos van envueltos? ¿Es para dar una sorpresa? ¿Por qué se envuelven de forma bonita?

Los regalos son como las mujeres. Se envuelven en bellas ropas, para darnos una sorpresa; porque lo que hay adentro es aún más bonito.