Analizando el diminutivo de la palabra «costa» (femenino de «costo»), quienes pueden o desearían gestar, prefieren ser pobres y económicamente dependientes.
En español podemos formar una expresión
diminutiva agregándole un sufijo a la palabra original.
Por ejemplo, a la palabra original «costo», la convertimos en diminutiva agregándole
alguno de los siguientes sufijos: -ito, -ita (y sus variantes -ico,
-ica / -illo, -illa).
Mediante este procedimiento, los diminutivos
de «costo» pueden ser:
costito, costico, costillo.
Como
también podemos aludir al concepto de «costo», utilizando el género femenino,
entonces los diminutivos de la palabra «costa» pueden ser: costita, costica,
costilla.
Podemos
decir de alguien que vive «a costa» de grandes sacrificios (con dificultades
para ganar dinero) o, también podemos decir que «vive a costillas de sus
padres».
Como es mi
interés encontrar las posibles causas de lo que he denominado «pobreza
patológica», es decir, aquella escasez de bienes materiales que se intenta
revertir infructuosamente, encuentro que esta doble significación presente en
el diminutivo de la palabra «costa» (costilla), podría incluirse en la muy
extensa lista de motivos causantes de la «pobreza patológica».
El
razonamiento para llegar a esta conclusión no es tan claro como lo son otros,
pero intentaré simplificarlo al máximo.
1) El
psicoanálisis dice que existe una «envidia del pene», es decir que las mujeres
desearían ser varones, pero digo lo contrario: Se dice esto porque en realidad
somos los varones los que envidiamos el útero y su «envidiable» capacidad de
producir (gestar)
nada menos que seres humanos!!
2) Una
leyenda bíblica dice que Eva fue creada a partir de una «costilla» de Adán, es
decir que «las mujeres viven «a costillas» de los hombres», es decir que ellas
son un costo (gasto) para ellos.
Conclusión: 3) Quienes pueden o desearían gestar,
prefieren ser pobres y económicamente dependientes.
(Este es el
Artículo Nº 1.699)
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8 comentarios:
Las mujeres, que somos quienes podemos gestar, somos más pobres que los hombres.
Muchos hombres desean fervientemente tener hijos, como no pueden gestar lo hacen a través de una o varias mujeres. En estos casos ellos se vuelven más vulnerables a la pobreza.
Tener muchos hijos y tener dinero abundante es algo bastante difícil de lograr; sobre todo cuando se parte de cero.
Como desear no tiene límites, es natural que deseemos cosas difíciles de conciliar. Puede que terminemos eligiendo una de las posibilidades y descartemos las otras que se le contraponen, pero no dejaremos de quejarnos por las posibilidades perdidas; a no ser que seamos conscientes de cual ha sido nuestra elección por la vía de los hechos, es decir, aquella elección que tomamos persiguiendo el deseo más fuerte.
Hacer sacrificios es una forma de ganar dinero. Cuando lo que predomina es el sacrificio, el dinero que se gana difícilmente sea demasiado. Se hace mucho dinero cuando el placer, y no el sacrificio, es el que está actuando como motor de esos logros.
Me gustó eso de la envidia del útero. Siempre me llamó la atención que se hablara de la envidia del pene. No debe existir nada más envidiable en la vida, que la posibilidad de dar vida.
En nuestra cultura estamos viviendo un período en el cual vivir a costillas de los hombres es casi imposible.
Si la mujer nació de una pequeña parte del cuerpo del hombre, tan pequeña como una costilla... Mantenernos no puede ser tan difícil!
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